Capítulo 17

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Tiene el labio inferior roto y múltiples hematomas en el torso, brazos y piernas, pero eso es nada comparado con lo confundida que esta su mente.

Suspira y después de unos minutos decide incorporarse y salir de la habitación de Hoseok. El olor a café lo golpea en cuanto abre la puerta y camina siguiendo el mismo.

—Maldito bastardo.

La voz de Hoseok lo detiene antes de asomarse a la sala-comedor y lo descoloca por completo el tono y las palabras que ha usado.

—Cuida esa boca.

El chico chasque la lengua en respuesta al mayor y le da un trago a su café.

— ¿Cómo esta Nam?

—Tiene el labio inferior lastimado y varios hematomas.

Seokjin asiente y ambos guardan silencio.

El rubio se apoya en la pared y suspira de nuevo antes de caminar de nuevo hacia donde están Hoseok y Seokjin.

—Nam.

Hoseok es el primero en verlo pero Seokjin es el primero en llegar a él.

—Estas demente, como se te ocurre levantarte. –se encoge de hombro y con ayuda de Seokjin termina de acercarse a la mesa.

—Huyng no es la primera vez que me dan una paliza, lo sabes ¿no?

El mayor frunce el ceño y Hoseok se limita a sonreír.

.

.

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Siete catorce de un nublado sábado; siete catorce es la hora en que Nam siente que ha perdido algo de nuevo. El sonido de la nevera funcionar parece hacer eco en la cocina, el rubio fija la vista en un punto inespecífico sobre la mesa y a pesar de fruncir el entrecejo su mirada solo refleja lo dolido que se encuentra.

—Realmente lo hizo. –pregunta en un susurro, aun sin levantar la vista, rezando en su mente para que le digan que no, que era solo una broma.

Pero no, en su lugar recibe la respuesta que se negaba a escuchar. El mayor asiente y Hoseok se apresura a hablar.

—Sabes que puedes quedarte aquí el tiempo que desees Nam, no te desanimes.

—Claro. –guarda silencio unos segundos antes de agregar- saben no me siento muy bien iré a descansar un rato más.

—Nam...

Escucho al mayor llamarlo pero no se detiene. Camina con pasos apresurados y se encierra otra vez en la habitación de Hoseok.

La buena relación con su padre había acabado meses después de que su madre se muriera, y a pesar de las tantas peleas que habían tenido, por algún extraño motivo creía que algún día recuperaría al padre que había tenido durante su infancia, aquel que le había contado una de sus historias favoritas sobre un padre e hijo que escapaban con alas creadas por ellos, que un día su padre le pediría que le perdonase, él aceptaría y de nuevo se convertirían en el soporte del contrario.

Tal vez Nam había volado demasiado alto, tal y como Ícaro, tan cerca del sol que la cera de sus alas se derritió y como en la leyenda cayó al mar...y ahora luchaba por no ahogarse.

Alone ➳ Kim NamjoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora