Unas horas antes...
Nicolás dormía cuando le sonó el despertador, hoy iba a un nuevo Instituto junto con dos amigos suyos, que por cierto, eran hombres lobos. Él era el futuro alpha, su amigo Aitor el futuro beta y su otro amigo Darius el futuro omega ya que sus padres todavía seguían siendo los que mandaban. Tenía 17 años, vivía con sus padres y su hermana pequeña de dos años a la que adoraba. Sus padres eran inmensamente felices y quería estar así cuando encontrara a su mate y compañera eterna. Aunque esperaba que tuviera más de 16 años y no lo reconocería sino fuera así. Su amigo Aitor había tenido la suerte de encontrar a su mate, se llamaba Jane y era humana. Iba al Instituto al que iban a ir los tres así que Aitor estaba muy feliz de estar más tiempo junto a su amada. Así que se levantó, se duchó, se lavó los dientes y se vistió; después bajó a desayunar encontrándose a su madre haciendo el desayuno mientras observaba a Tracy que chapurreaba dando golpes con la cuchara tirando todo el potito manchando todo. Nicolás sonrió, su madre se dio la vuelta.
- Hola cariño! Sientate, tienes todo en la mesa.
Nicolás cogió un tazón, la caja de cereales y echó unos cuantos; cogió la leche y la echó también.
- Hoy vais al Instituto nuevo, tienes todo preparado?
- Sí mamá! - dijo señalando la mochila.
Estaba terminando cuando llamaron al timbre, Nicolás abrió la puerta y ahí estaban Aitor y Darius que le esperaban para irse. Saludaron a su madre, Nicolás le dio un beso en la mejilla y se despidieron. Estaban por llegar cuando observaron a todas las personas que había por allí mirándolos sin ningún disimulo.
- Vaya, me parece que hemos causado sensación - dijo Darius.
En ese momento vieron a Jane y llegó hasta ellos besando a Aitor; mientras que en las caras de algunos se reflejaba la sorpresa.
- Hola chicos! Bienvenidos.
- Hola Jane! - saludaron Nicolás y Darius.
- Es que no se cortan, sé que somos nuevos pero no somos la nueva atracción de feria - dijo Darius un poco molesto.
- Tranquilo Darius, se les pasará aunque por lo que veo el grupo de Meredith os está echando el ojo.- dijo Jane poniéndose delante tapando todo lo que podía a Aitor, a él le hizo gracia; la abrazó, le dio un beso en la mejilla y dijo:
- Tranquila amor, sabes que soy solo tuyo.
- Esas chicas son unas arpías, se insinúan a todo chico que se les cruce por delante, son crueles y si ponen sus ojos en alguno de vosotros no van a parar hasta obtener vuestra atención. Oh, mierda! vienen para acá! - dijo Jane apesadumbrada.
Vieron a Meredith y su grupo detrás acercarse; Jane observó como Meredith se acercaba poniéndole ojitos a Nicolás. Y pensó " uff pobre Nicolás, la que le a caído encima". Cuando llegaron hasta ellos, Meredith puso su voz más melosa, a Jane se le revolvieron las tripas y dijo:
- Hola, Bienvenidos yo soy Meredith la líder de este grupo-
Mientras decía esa perorata de las presentaciones, los chicos se miraban asombrados por como se les habían acercado. También dieron las gracias a la Luna por no darles a ninguno de los dos a una mate como ellas.
- Y vosotros sois...? - seguía hablando Meredith sin percatarse de que ninguno la escuchaba.
Cuando pasaron unos minutos y seguían sin hablar, Meredith se acercó más a Nicolás rozándole con el dedo índice la camisa mientras seguía poniendo ojitos. Nicolás se apartó un poco.
- Soy Nicolás, él Darius y el que está con Jane se llama Aitor.
A pesar de señalarles cuando les nombró, Meredith no había dejado de mirarlo ni un instante.
- Podría enseñarte el Instituto Nicolás; estoy a tu entera disposición - dijo mientras le miraba de arriba a abajo mordiéndose el labio inferior.
" Por el amor de la Diosa Luna, está chica es como la describió Jane"- pensaba Nicolás mientras le recorrían escalofríos por todo el cuerpo.
- No gracias; puedo ver el Instituto solo.
Meredith hizo un mohín pero al ver que no le funcionaba, sacó un trozo de papel y un boli para apuntar algo.
- Toma lindo, mi número de teléfono, puedes llamarme a la hora que quieras.
Se lo dio, le guiñó el ojo y se marchó seguida de su séquito.
- Menuda... - empezó a decir Nicolás.
- Perra? Maleducada? Mala persona? Hay muchos adjetivos en la cual calificarla - dijo Jane cruzándose de brazos.
- Vaya, parece que te cae mal, eh?- dijo Darius enarcando una ceja.
Jane encogió los hombros.
- Mi amor, te hizo o te dijo algo malo? Puedo ir allí y aclararle un par de cosas - dijo Aitor cogiéndola la cara con mucho amor.
- No, cariño, a mí no me a hecho nada.
- Entonces a quién? - dijo Nicolás.
- A medio Instituto y el otro medio lo tiene en la palma de su mano, la mayoría chicos. Claro también es verdad que al ser la hija de quien es creen que les va a ir mejor; a parte de que se regala bastante fácil por lo que habéis podido ver.
- De quien es hija?- dijo Darius
- De la Senadora Strauss.
- QUEE??? - dijeron los tres a la vez.
- Si, la Senadora Strauss, la que tiene muchos guardaespaldas y esos coches que la siguen...- dijo Jane volteando los ojos.
- Y la deja salir así? No tendría que dar buena imagen?
- Para ella dá muy buena imagen- dijo Jane.
En ese momento sonó la sirena y se encaminaron hacia dentro. Los acompañó a recepción esperando a que la secretaria les dijera a que clase tenían que ir durante el curso. Fue una pena que no les tocara en la misma clase que ella, cuando llegó la hora del almuerzo les buscó y les preguntó:
- Como os a ido?
Darius y Aitor salían con las sonrisitas, todo lo contrario a Nicolás que se le veía bastante molesto.
- Vamos Nicolás, no a sido para tanto- dijo Aitor sonriendo.
- Callate Aitor, no tiene gracia - dijo Nicolás.
- Bueno bueno; que a pasado?- dijo Jane intrigada.
- Meredith no a parado de mirarle en clase, la han llamado la atención varias veces pero no hacia caso y lo peor de todo eran las notitas- dijo Aitor levantando las cejas una y otra vez.
- Mejor vamos a fuera y sentemonos en una mesa- dijo Jane dirigiéndolos hacia una mesa, después siguieron con la conversación.
ESTÁS LEYENDO
Eternos
WerewolfAria es un chica de 15 años que vive con su abuela ya que su madre y su hermana reniegan de ella porque la culpan de la muerte de su padre...