Felicidades!!

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Fueron pasando los días y Aria seguía yendo después de comer a la biblioteca para cumplir el castigo, por las tardes los chicos y Jane iban allí para hacer los deberes y de paso hacerla compañía. Nicolás la ayudaba mucho colocando todos los libros en los estantes, los chicos se daban cuenta de que esos dos iban a ser pareja, que Aria seguramente era la mate de Nicolás. Se estaba haciendo costumbre que después de terminar en la biblioteca fueran al patio de Jane a pasar el rato. También conocieron a la abuela de Aria y les pareció encantadora, Verónica era feliz viendo a su nieta así con sus amigos.

En casa de Nicolás...

Llegó el día de saber si Aria era su mate, estaba nervioso aunque sentía que era ella, que era su compañera de vida; estaba preocupado por el miedo que ella tenía por los lobos.
Fue a la cocina y vio a sus padres y a la enana.

- Hola buenos días! - dijo Nicolás sentándose.

- Buenos días! - dijo su madre.

- Hola muchachote! - dijo su padre dándole una palmada en la espalda. - nervioso por saber si Aria es tu chica?

- Entonces piensas que es ella? - dijo su madre.

- Eso creo.

- Si lo es, no le digas de repente que eres un hombre lobo, podría rechazarte por miedo. Tú conquistala, dale la seguridad de que nunca la harías daño, pasa tiempo con ella y seguro que cuando se lo digas no tendrá miedo.

- Gracias mamá.

- Tranquilo chaval, todo saldrá bien - dijo su padre.

Nicolás asintió terminando de desayunar.

- No te olvides del regalo - dijo su madre sonriendo.

- Lo llevo en la mochila, creéis que le gustará?

- Claro que sí, a que chica no le gustan las pulseras- dijo su padre.

- A lo mejor le parece extraño, sólo nos conocemos de hace dos semanas.

- Tú dáselo se podrá contenta ya verás.- dijo su madre abrazándolo emocionada - Ya lo tenéis todo preparado en casa de Aria?

Cuando lo soltó fue a dar de comer a la pequeña y sonó el timbre.

- Son Aitor y Darius, ya me tengo que ir.

Abrió la puerta, se despidió de ellos y se encaminaron al Instituto. Cuando llegaron no vieron ni a Aria ni a Jane, puede que se les pegara las sabanas; estaban a punto de entrar y las vieron correr en su dirección.

- A quien se le han pegado las sabanas? - dijo Nicolás viéndolas jadear y poner las manos en las piernas curvandose.

Ambas se levantaron a la vez señalándose mutuamente.

- Felicidades Aria!! - dijeron Aitor, Darius y Jane dándola un abrazo de oso.

- Gracias chicos!!

Nicolás miró a Aria y lo supo; era su compañera de vida.

- Aria podría hablar contigo? - dijo sonriendo.

- Claro - dijo ella sorprendida.

Se apartaron un poco del grupo sin ver que todos sonreían.

- Pasa algo Nicolás?

Él sacó la cajita y mientras se la daba dijo:

- Feliz cumpleaños!

Aria miró la cajita sorprendida y luego a él.

- Cogela es para .

Ella lo hizo y cuando la abrió vio una pulsera con una media luna preciosa de oro.

- Bueno, te gusta? - dijo nervioso.

- Es preciosa Nicolás! - dijo ella asombrada. - no sé qué decir.

- que la aceptas, eso no estaría mal - dijo Nicolás sonriendo.

Aria lo abrazó efusiva sorprendiéndolo.

- Gracias Nicolás, me encanta!

Nicolás si que estaba encantado con ese abrazo. Aria se apartó diciendo:

- Me la pones?

- Claro.

Se fijó en sus ojos verdes, estaba contenta. Cuando se la puso vio que la quedaba bien y tenía una sonrisa de oreja a oreja, al principio Aria se quedó extrañada porque solo lo conocía de hace poco pero como nunca le habían echo ningún regalo, a parte de su abuela y mucho menos algo tan bonito, quiso quedarselo. Sonó la sirena, Aria le dio un beso en la mejilla dándole las gracias otra vez y se fue corriendo a clase. Nicolás se giró viéndola correr sin poder quitarse la sonrisa, notó que los chicos ya no estaban y se encaminó con las manos metidas en los bolsillos silbando hacia clase.

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