Aria estaba en la biblioteca colocando libros, miró la hora y ya tenía que irse así que terminó de recoger los deberes metiéndolos en la mochila, cuando salía por la puerta vio a Nicolás esperándola.
- Hola Nicolás! Que estás haciendo aquí?
- Como hoy no te hemos hecho compañía, irías a tu casa sola y quería acompañarte, he hecho mal?
- No, no, me gusta que lo hayas hecho! Vamos! - dijo Aria echando a andar.
Durante el camino estuvieron hablando de sus gustos, sus sueños, Nicolás habló de sus padres, su hermana pequeña y todos sus amigos. Ella habló de su abuela, de como conoció a Jane y después se hicieron amigas. Nicolás se paró, Aria se dió cuenta de que él estaba quieto mirándola y se acercó.
- Estás bien? - dijo tocándole el brazo.
Nicolás seguía mirándola, la cogió la cara y juntó sus labios con los de Aria, se apartó un poco para ver su reacción.
- Me gustas Aria, me gustas mucho.
Aria solo podía mirarlo hipnotizada.
- Puedo besarte de nuevo? - dijo Nicolás.
Aria seguía sin hablar pero asintió. Nicolás se acercó más a ella volviendo a besarla, despacio, disfrutándolo. Se apartó unos milímetros acariciando sus mejillas con los pulgares.
- Eres tan bonita! - dijo Nicolás mirándola soñador.
Aria sonrió un poco avergonzada, habían sido sus primeros besos y sentía mariposas en el estómago.
- Aria, sé que nos conocemos de hace poco pero me gustas mucho y me gustaría que dijeras que sí.
- Sí a que? - dijo extrañada.
Nicolás se jugaba mucho con esto, estaba en frente del amor de su vida y estaba muy nervioso por si decía que no, vio que Aria seguía mirándolo atenta, sonrió.
- Quieres ser mi novia?
- En serio?- dijo Aria sorprendida.
- Muy en serio.
- Tú también me gustas - dijo ella sonriendo de oreja a oreja.
- Eso es un sí? - dijo él.
Aria asintió y Nicolás la levantó abrazándola mientras ella se agarraba a su cuello.
- Gracias pequeña!- dijo Nicolás.
Mientras seguía abrazándola un poco más, cerró los ojos pensando que al fin tenía a su compañera de vida con él, para cuidarla, amarla y hacerla feliz toda la vida. La besó un poco más y bajándola dijo feliz:
- Muy bien, novia mía deberíamos caminar, tienes que llegar a tu casa.
- Es verdad no quiero que mi abuela se preocupe - dijo Aria cogiéndolo de la mano y caminar.
Cuando estaba a punto de abrir con la llave, la puerta se abrió descubriendo a Jane, Aitor, Darius y su abuela gritando.
- Sorpresa!!!
La cogieron del brazo y fueron pasandosela para felicitarla y abrazarla. Cuando llegó a su abuela dijo:
- Perdóname mi niña, ya sé que no te gusta celebrar tus cumpleaños pero estos chicos me han convencido porque te mereces celebrarlos.
Aria les veía con esa cara y su abuela la miraba con esos ojos llenos de esperanza que no pudo decirles que no, todos volvieron a abrazarla.
- Abuela, se han presentado estos chicos?
- Jane me a presentado a su novio Aitor y a Darius pero el jovencito que tienes al lado nadie me lo a presentado.
- Soy Nicolás - dijo él dándola un abrazo.
- Aria podrías echartele de novio! - dijo Verónica sonriendo.
- Abuela!! - dijo Aria como un tomate.
- De hecho - dijo Nicolás acercándose como si fuera a contar un secreto - ya lo somos - terminó más feliz que una perdiz.
Después de que todos los felicitaron, Aria se fue con su abuela a la cocina.
- Ay mi niña, este cumpleaños se te ve tan feliz, tienes a esos amigos y un novio. Quiero toda la felicidad del mundo para tí, tu padre también lo querría.
- Gracias abuela.
Llevaron picoteos, pinchos de tortilla, sándwiches y las cocacolas a la mesa entre todos. Comieron entre risas, conversaciones y bromas, Aria y su abuela se quedaron sorprendidas de todo lo que comían los chicos. Después cogieron la tarta, encendieron las velas y cantaron el cumpleaños feliz. Se lo comieron todo y ayudaron a recoger la mesa y limpiar los platos. Verónica se fue a su cuarto para dejarlos disfrutar mientras daba gracias por poder ver a su nieta feliz.
ESTÁS LEYENDO
Eternos
WerewolfAria es un chica de 15 años que vive con su abuela ya que su madre y su hermana reniegan de ella porque la culpan de la muerte de su padre...