Eleonor

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- No, no puede decir eso, tiene que curarla! - dijo Aria llorando.

- Su abuela tiene el corazón enfermo, aunque está luchando. Haremos todo lo que está en nuestras manos pero tendrás que despedirte. Lo siento Aria de verdad - dijo el doctor.

- Puedo verla? - dijo Aria devastada.

- Claro pero llevarás la vestimenta que te dará una enfermera.

El doctor le dijo a la enfermera que le diera la ropa adecuada y cuando se la puso la llevó a la habitación. Aria la vio con cables y se acercó despacio, parecía que solo estaba dormida. Siempre estaba de aquí para allá y verla así la puso peor. Mientras el doctor habló con la enfermera para que llamara a servicios sociales. Aria cogió una silla y se sentó al lado de donde estaba la cama.

- Hola abuela, tienes que ser fuerte vale? Tienes mucho que vivir - le acarició la cara cariñosamente - te necesito, el doctor dice que a lo mejor no pasas de esta noche pero él no te conoce como yo - decía Aria cayendosele las lágrimas a raudales.

El doctor entró con una mujer.

- Aria puedes salir un momento?

Ella lo hizo.

- Aria te presento a Eleonor, es asistente social. Eres menor y tu abuela está enferma.

- Y qué! Ella se va a recuperar. Cuando lo haga nos iremos a casa y estaremos juntas.- dijo Aria limpiándose las lágrimas.

- Aria - dijo Eleonor - yo también lo creo y estoy aquí para hacerte compañía; no debes estar sola en estos momentos. Me acompañas a por un café?

- Vé, yo estaré aquí cuidándola.- dijo el doctor.

Aria miró a su abuela y se fue con Eleonor a la cafetería. Se sentaron pidiendo un café pero Aria no quería nada, estuvieron hablando de lo que pasaría si su abuela no saliera adelante; tendría que ir a un centro de acogida pero Aria no quería oírla hablar de eso porque Verónica se curaría. Después fueron a la sala de espera y se sentaron, sonó el móvil y vio que era Nicolás; no podía hablar con él, ahora no.

- Es mi novio, no puedo hablar con él ahora - dijo Aria llorando- podría hacerlo usted?- dijo limpiándose las mejillas.

- Claro tranquila, yo me encargo - cogió el teléfono, se levantó y habló con Nicolás.

El doctor salió y dijo a Aria que entrara.

- Abuela, estás despierta! - dijo emocionada.

Verónica la miraba intentando hablar.

- No hables, solo recupérate sí? Te amo mucho lo sabes, verdad? - dijo mientras la acariciaba la cara.

Pasó un tiempo corto y aparecieron Nicolás, Jane, Aitor y Darius; vieron a través del cristal a Aria sentada mirando a su abuela y cogiéndola de la mano. Aria levantó la mirada y los vio; se levantó dándola un beso en la frente y salió. Nicolás la abrazó con fuerza y a ella se le escapó un sollozo.

- Tranquila pequeña, se pondrá bien - la dijo susurrando.

Aria asintió y después la abrazaron los demás; pasaron a verla sin hacer ruido y Verónica se dio cuenta de quiénes eran.

- Porque no vas con ellos a la sala de espera? - dijo Eleonor - tú abuela se a vuelto a dormir, en cuanto se despierte te aviso.

Todos fueron hacia allí y Nicolás sentándose puso a  Aria en su regazo.

- Verónica es fuerte Aria, no te preocupes - dijo Jane.

- Y esa mujer que estaba allí quién era? - dijo Darius.

- La asistente social - dijo Aria - dice que soy menor de edad y no puedo estar sola.

- No tenía que haberme ido, tenía que haber estado contigo - dijo Nicolás - lo siento.

Aria le dió un achuchón - tú no podías saberlo, no se te ocurra sentirte culpable.

Estuvieron hablando un rato más y vieron llegar a Eleonor, todos se levantaron como un resorte.

- Tranquilos chicos, se a despertado otra vez y a pedido hablar con Nicolás.

Todos se miraron extrañados, Nicolás fue hacia allí dejando a los demás sentados y a Aria confusa; que querría su abuela de él?

- Hola Verónica, me han dicho que quería hablar conmigo - dijo Nicolás entrando a la habitación.

Ella le indicó que se acercara.

- Tienes que escucharme atentamente Nicolás - dijo Verónica agarrando su mano - tienes que saber la historia de mi niña.

Nicolás asintió, Verónica empezó por contarle la muerte de su hijo. Él ya lo sabía pero no dijo nada, también le dijo cuando la dejaron con ella; ahí fue cuando le dijo que Clarissa era su madre y Meredith la hermana de Aria. Nicolás estaba boquiabierto, nunca se lo hubiera esperado, después le contó como renegaban de ella y la culpaban de lo que pasó con Leroy. Nadie sabía que era la hija pequeña de la Senadora, le contó todas las veces que Aria había intentado que Clarissa hablara con ella y cuando lo hacía solo era para decirla crueldades. También lo que Clarissa había echo en el instituto presentando a otra como su hija siendo totalmente falso. Y como se había encarado a ella por la mañana cuando Aria la había ido a buscar. Nicolás estaba impresionado, estupefacto, anonadado, su propia madre renegaba del amor de su vida, ahora estaba furioso. Ahora entendía esa fijación que tenía Meredith con Aria, odiaba a su hermana por lo que pasó con su padre; no entendía como podían culparla de eso y se acordó de la primera vez que Meredith la llamó asesina.

- Tienes que prometerme que cuidarás de mi niña, ella no tiene la culpa de lo que pasó - dijo Verónica - ya a sufrido demasiado con los desprecios de Clarissa y Meredith.

- Tranquila Verónica, no hable más, los dos cuidaremos de ella - dijo Nicolás viendo que se estaba agitando.

- No hijo, yo no podré cuidarla más, sé que mi corazón no va aguantar. a Aria que la amo y que esté donde esté, estaré... con... ella...

Nicolás vio como Verónica cerraba los ojos y las máquinas empezaron a pitar.

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