Everything about you ♥ Larry Stylinson |Niam|

Niam success.

Niall POV

Liam no estaba. Desde la noche de la ceremonia no había vuelto a saber más de él. El equipo seguía sus entrenamientos habituales, y Harry iba con una emoción diferente a cada entrenamiento.

Louis siempre lo esperaba en el banquillo para empezar a calentar con él, y con “calentar” me refiero a calentar en todos los sentidos.

No paraban de besarse, tocarse y hacerse gestos, solo cuando no estaba el entrenador, claro.

Alguien me abrazó por detrás, y sentí un inmenso alivio cuando me di cuenta de que los brazos que me rodeaban eran los de Liam.

—Hola, pequeño—susurró pegando su boca en mi oreja, produciéndome escalofríos.

—Ho-hola—tartamudeé. Su lengua recorriendo el lóbulo de mi oreja no me permitía pensar con claridad, y menos pronunciar palabra.

Él sonrió apartando su boca y girándome en sus brazos de manera que estuviéramos frente a frente.

—Estás precioso hoy. ¿Has decidido apuntarte al equipo?

Fruncí el ceño. ¿Qué demonios tenía que ver una cosa con la otra?

—Gracias y…no. ¿Qué tiene que ver que esté...?—me cortó a mitad de la frase pegando sus labios a los míos, dejándome sin respiración. ¿Por qué aquella muestra de afecto repentina?

Cuando se separó un brillo malicioso ocupaban sus ojos.

—Liam…¿qué ocurre?

—Es solo que me he dado cuenta de que no te he besado lo suficiente, y tampoco te he preguntado lo más normal…

—¿Lo más normal? ¿A qué te refieres?

El entrenador apareció repentinamente, pero no nos vio. Simplemente se dedicó a observar a los que estaban en el campo de juego.

Liam, con una sonrisa traviesa, comenzó a correr como loco hacia los vestuarios, tirando de mí.

Todo estaba oscuro, y solo podía oírse nuestras respiraciones irregulares entre beso y beso. Había arrojado la camiseta a un lado y había conseguido deshacerse de la suya limitando nuestro roce durante unos segundos. Luego volvió a pegar su boca a la mía, saboreándome, y con sus manos, sintiéndome.

Minutos después nos encontrábamos en las duchas, sin dejar de besarnos.

—Niall…—soltó un jadeo en mi oreja, y pude nota como mi erección se endurecía aún más.—Te quiero...quiero que estés conmigo, y quiero...

Él sonrió. Se me cortó la respiración.

— ¿Sí...?

Me besó la boca de nuevo, y luego el cuello, y subió hasta mi oreja, mordisqueándome el lóbulo.

—Voy a hacerte el amor muy lento…sin prisas. Quiero disfrutar de cada milímetro de ti. Quiero conocer el sabor de tu piel, de tu aliento, de cada parte de tu cuerpo. Porque te amo, Niall. Porque eres lo mejor que me ha pasado durante todo este tiempo.

Me separé de él y lo miré a los ojos.

— ¿Por qué me dices esto como si fuese a acabarse?—lo miré preocupado y algo asustado. — ¿Es qué va a serlo? ¿Es el fin?

Él sonrió.

—No, mi pequeño. Esto es solo el principio.