Capitulo 22

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1 mes después.                  

Ambas reímos levemente.

-No lo puedo creer, hubieras visto a Robert ¡me quería morir!-contó vivian riendo.

-Yo lo vi amiga, fue muy estúpido de su parte-contesté.

En eso entro Robert. El mensajero de la empresa, el cual es un pretendiente de vivian. Pronto serán novios, esta claro.

-Hola señoritas-saludó amablemente Robert. Un tipo de 28 o más. Alto, fortachón. Cabello negro al igual que sus ojos. Muy simpático.

Vivian automáticamente se sonrojo. Yo la vi divertida.

-Hola Robert-saludó vivian tímida.

-Hola-le dije yo sonriéndole. 

-4 para ti-me dio 4 sobres blancos-y nada para ti-le dijo a Vivian y ella hizo puchero-lo siento-se lamentó sonriéndole Robert a Vivian.

Ella frunció el ceño fingiendo tristeza y él le devolvió la mirada triste. Yo solo veía la situación un tanto divertida, e ignore el pensamiento de que estaba estorbando. Lo sabía, pero no me iría.

Ella se mordió los labios y él se los lamio.

 ¡Bésense! ¿Qué esperan?, pensé.         

Vivian me hecho una rápida mirada y le asentí con la cabeza. Ella se levanto de la silla que estaba enfrente de mi escritorio y tomo la mano de Robert. Lo jalo y salieron de mi oficina.

Sonreí y volví a mi trabajo. Cosa que hacia hace aproximadamente 30 minutos, pero vivian entro aquí a contarme lo que había sucedido anoche.

Me llego un mensaje de texto. De justin.

<Avalanna no se puede quedar mas conmigo>

<¿Por qué?>

<no tengo casa ______, y esto de vivir en un hotel no esta funcionando ni para mi, ni para ella>

<Llévala a casa a las 8 de la noche>

Deje el celular en la mesa y seguí con mi trabajo. No pude terminarlo porque vivian entro a mi oficina corriendo y dando saltitos como si fuera una chica de 15 años.

-¿Qué sucedió?-pregunte. Sabía que había pasado algo con ella y Robert.

-¡Finalmente!-exclamó ella aun saltando.

-¿Finamente que?-pregunte no sabiendo a que se refería.

-¡SOMOS NOVIOS! –gritó sonriendo. ¡Que felicidad!

-¡Felicitaciones!-la felicité alegre.

Ella salió sonriente de mi oficina.

Me levanto de mi silla y me acerco al gran ventanal de mi oficina que me da vista a toda la ciudad. Personas y más personas. Corriendo, hablando, besándose. Niños jugando, perros callejeros andando de aquí a allá. Autos, motos, buses. Me doy cuenta que el mundo sigue en pie. Aunque yo este estancada con algo, el mundo no se detendrá ni por una milésima de segundo. Aunque uno desaparezca el mundo no se detendrá por ti.

Me siento sola, muy sola. Si, tengo a Caitlin, a Sandra, a Vivian, a mi hermana, a mi familia. Pero me siento sola. Estoy en esos momentos en que miras a tu alrededor y estás con mil personas y tienes la sensación de no tener a nadie contigo, aunque técnicamente si lo están. Ahí, apoyándome. Pero no lo siento asi.

Al salir del trabajo voy a una cafetería que esta a unas cuadras, es muy bonita y acogedora. Al entrar me siento en una de las mesas y rápidamente la mesera se acerca.

Familia fraternal | Secuela de &quot;Pero... Él es mi primo&quot;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora