Inefable.

V E I N T I C U A T R O

La verdad es que no tengo ganas de cruzarme con River, traté de ignorarlo o esquivarlo si nos cruzábamos por el pasillo o en la hora del almuerzo, cena y desayuno. No quiero discutir con él por qué todo se va a ir a la mierda, es obvio que si tenemos la posibilidad de hablar ese tema de conversación va a surgir y las ganas de reprocharle el por que me dejó, también.

El viernes no bajé a la hora de la cena, el aire de la casa era muy tenso y para estar ahí en silencio incomodo con la mirada de la tía Carmen perdida tratando de asimilar que su bebe va a ser padre sin ni siquiera terminar la secundaria, es difícil. Cuando me la crucé tengo que admitir que un poco de miedo tenía por que si ese test hubiera sido mio estaría en la calle, mis padres cortarían cualquier tipo contacto conmigo posible y la obligarían a la tía Carmen que no me dé hospedaje, aunque la única persona que estaría ahí para mí siempre es la abuela. Ella haría de todo como siempre lo hizo hasta ahora para mi, también como para Luca. Sé que habló con Carmen y la ayudo a procesar toda esa noticia de ser abuela a tan solo 40 años, una edad creo yo un poco joven pero es lo que hay, es difícil.

Nicole me pidió perdón por meterme en ese lío y lo acepté, si para Carmen es difícil con solo ser la abuela para Luca con solo ser el padre imaginemos a Nicole que es la madre y la encargada de criar alimentar y educar a ese bebe, como también es el papel que tiene que cumplir Luca, pero ella con mucha mas dedicación.

Aunque tampoco es un lío o un error, un bebe es la cosa más maravillosa que las madres, y padres, pueden tener. Esa persona que siempre te va amar de verdad y nunca te va a defraudar, la que va a estar siempre para vos y vos para él.

Creó que todo eso es lo que mi padre y yo no podemos entender, creo que yo en algo lo decepcioné como hija. Nunca sentí que me allá dado un abrazo de verdad con en amor que un padre le tiene a su hija y tampoco sentí esa protección que se debe sentir. Siempre lo mire como un héroe, por su forma de saber cuando alguien le miente, esa forma de siempre verce fuerte y duro. Me lastima ver a veces como me mira, como si mirase a otra persona con tanto odio que me da miedo.

- ¿Estás lista?

- No te preocupes Luca, hoy quiere caminar.

- ¿Qué bicho te picó?

- Quiero aire- me acerco a la puerta y a él ya que está parado en el umbral- además para conocer el camino, no siempre vamos a ir y venir siempre juntos.

- Tenemos los mismos horarios.

- No voy a aguantar los besos y caricias que se dan con tu novia- lo miro- dan asco en serio.

- Como si vos no lo hicieras...- rueda los ojos.

- ¡No quisieras saber lo que hago!- le grito mientras bajo las escaleras. Llego a la cocina y agarro una tostada con mermelada de arándanos, la empiezo a comer mientras le pongo la azúcar a mi té.

- Buenos días- casi me atragantó al escucharlo, la verdad no lo esperaba.- ¿No vas con Luca?

- Prefiero ir caminando.

No me quiero dar vuelta y mirarlo, si lo hago sé que voy a querés pegarle por la forma en la que me mira con esos ojos tan hermosos.

- ¿También te empagalagaste?- no le respondo, tengo la escusa que tengo comida de la boca y seria de mala educación hablar con la boca llena, aunque a mi eso no me importa pero ahora sí - Azul...

- No- me hago de esfuerzo y m doy vuelta - la verdad no quiero hablar ahora River, si no querés que te discuta mejor callate.

- ¿Y cuándo pensas que es el momento?- levanta una ceja.