Libremente tuya (Segunda parte de la serie libre)

1. Inesperado.

*Hola a todos, regresé.

Aquí les dejo el primer capi. Recuerden que es necesario leer la primer parte de la historia: Libre para amarme. Espero que les guste! besos Lau.

Si antes me había sentido atraído, y curioso con ella, ahora, con lo radiante que se veía, estaba maravillado, encantado de tenerla agarrada de mi cuerpo, mientras yo conducía ágilmente por las calles de Londres que eran tan familiares y acogedoras para mí.

El destino estaba empeñado en movernos a su antojo, como marionetas. El primer día que la conocí, ambos huíamos de algo, yo no supe de qué huía ella, y nunca en la vida ella se habría imaginado de qué huía yo. Aunque en ambos casos el corazón había estado involucrado.

Casi un año después, por una nueva casualidad, y en el mismo lugar conocí el nombre: Simón, así se llamaba el imbécil que la dañó. Me sentí extraño cuando me lo contó, ella no tenía por qué darme explicaciones, y yo tampoco tenía por qué darle las mías. Pero ambos lo hicimos, era la primera vez que lo contaba abiertamente desde que pasó, pero extrañamente las cosas con ella eran así, extrañas, espontáneas y lo más extraño de todo era que eso me gustaba.

Cuando nuestros mundos se conectaron por primera vez mi vida era un total desastre. Peor de lo que nadie pudiera imaginar, y lo más gracioso era que lo último que quería ver, era una mujer y mucho menos una que necesitara ser consolada.

Aquí va la explicación...

Un año atrás...

-Creo más en el futuro de Conan atendiendo en el bar, que en tu disquera de pacotilla- soltó, acompañando su frase con su habitual carcajada, a la que ya debía estar acostumbrado. Pero no, siempre dolía.

- ¡Querido!, no hables así de Mike - me defendía como siempre mi madre - gracias a su trabajo estamos mucho mejor que antes.

- ¿Trabajo? ¿Qué trabajo? eso nunca será ...

- Lo siento mamá, se me quitó el hambre - dije y subí a paso rápido a la habitación de Hally, sin escuchar el resto de su frase.

Él era así, arrogante, machista y autoritario. Aún con mis 30 años de vida, no perdía oportunidad de fastidiarme. Como el mayor de cuatro hermanos, siempre tuve sobre mí más responsabilidad y peso que cargar, él nunca me había querido, o bueno no tanto como a mis hermanos, todo lo que tenía en la cabeza de él, eran los regaños, reproches y presiones. Y ni hablar de la música, para el señor Tayler Gallagher, era una deshonra que uno de sus hijos se dedicara a algo tan ¨mediocre¨ como eso. No me respetaba, ni siquiera con el hecho de que por mi trabajo, se pagaban gran parte de los gastos de la casa, que él no cubría por estar haciendo quién sabe qué cosas, con su dinero.

- ¿Puedo pasar? - preguntó Gael, estando ya adentro. Yo solo pude sonreír y señalarle un lado de la cama (con edredón de princesas) en la que estaba acostado. Ella era mi más grande orgullo, tenía 22 años y era la gemela de Conan, estudiaba medicina en la Universidad de Manchester y de todos mis hermanos era con la que más compartía por nuestra cercanía. - No deberías hacerle caso a papá Mike, sabes que es un cascarrabias. - dijo sentándose a mi lado.

- Lo sé Gael, pero no puedo tolerarlo, simplemente no tiene por qué ser así.

- Pero si no ha cambiado en tantos años, ¿por qué crees que va a hacerlo ahora?- dijo sarcástica y yo sonreí. Ella era muy bonita, cabello largo, rubio y ondulado, y ojos penetrantes y azules, un poco más baja que yo y con una sonrisa perfecta siempre dibujada en su rostro, casi nada podía hacerle perder su optimismo.

- Sé que tienes razón, ¡pero es mi cumpleaños! Por lo menos por hoy, debería dejarme en paz. ¿Cómo va a decir todo eso en medio de la cena?, luego de tanto tiempo sin estar todos reunidos.