- No sé qué voy a hacer mi amor - le decía a Kara en mi oficina, cuando habíamos acabado de comer - no es cualquier cosa, me dejo prácticamente en ruinas, además que se llevó a la mayoría de artistas.- No te preocupes ojitos - dijo sentándose en mis piernas y pasando sus brazos por mi cuello - ya encontrarnos una solución ¿sí?
- Por fortuna los chicos de la banda no firmaron con él, eso me hubiera acabado.
- Nada en el mundo va a poder acabarte mi amor- dijo poniendo un pequeño beso en mis labios - yo no lo permitiría. De hecho tengo una idea genial - empezó entusiasmada.
- ¿Qué se te ocurre? - dije aprovechando su cercanía para poner pequeños besos en su cuello.
- ¿Y si te haces mi socio? - Yo levanté inmediatamente la mirada - No me mires así, estoy hablando en serio. Yo podría ofrecerle a mis clientes shows musicales en vivo, tu conseguirías buenos artistas novatos que se presenten en las bodas y compartiríamos las ganancias. Así seguirías teniendo ingresos constantes. Tengo demasiadas bodas en lista, y creo que habrá más de un interesado. Eso sin contar que podríamos estar juntos más tiempo.
- Eso no suena nada mal.
- Y mientras tanto, puedes seguir aprovechando la fama de los chicos, conseguir más giras, y trabajar mucho en su publicidad para que sigan manteniendo lo demás a flote.
- Oye aparte de hermosa tienes neuronas, eso es poco común.
- ¡Mike! - Gritó dándome una pequeña palmada - eres un tonto.
- Pero un tonto que te ama mucho.
- Eres perfecto para mí, te amo.
No sé si fue la anticipación, pero simplemente no pude controlarme, verla aparecer en la puerta de mi apartamento con ese vestido tan sensual, su cabello suelto y esa hermosa sonrisa dejó completamente el romanticismo de lado. La tomé de una mano, y la introduje de un jalón, apoyándola en la reciente puerta cerrada para invadirla con mi lengua sin siquiera saludarla.-Cálmate mi amor - le dije cuando empezó a quitarse su vestido - ¿Estás segura?
- Por Dios Mike ya deja de hablar y bésame, no te detengas.
La levanté con prisa, ella se aferró con sus piernas a mi cintura, mientras yo la pegaba a la pared y apretaba su cola con mis palmas sintiendo la suave textura de sus sexys medias veladas sin dejar de besarla. Necesitaba probar cada esquina de su cuerpo, cada rincón, y verla tan desinhibida y entregada me excitaba a niveles inimaginables. El siguiente en volar fue su sostén, la levanté un poco más de forma que sus senos quedaron en perfecta posición, como para no dejar de besarlos nunca. Comencé a hacer círculos con mi lengua alrededor de sus pezones, mientras ella se arqueaba dándome la mejor visión del mundo.
- Te amo Kara Pusset - dije moviéndola lentamente y bajándola en el sofá.
La impresionante cantidad de velas encendidas, los pétalos de rosa blanca, las copas de vino y la cena caliente se fueron al traste con la combustión del contacto de nuestros cuerpos. Mi camisa recién planchada se sumó al nuevo cúmulo de ropa que se hacía a nuestros pies, gracias al afán de Kara por quitármela. Sin gota alguna de timidez o recelo siguió avanzando con desespero quitándome prenda por prenda hasta que consiguió tenerme completamente desnudo a sus pies.
- Nunca había deseado tanto algo Mike Gallagher - me dijo con una mirada absolutamente hermosa, profunda y cargada de deseo.-Pues tus deseos son ordenes hermosura.
Seguí besándola apasionado, acariciando cada rincón, y desprendiendo su ropa lentamente hasta que pude admirar completamente toda su belleza natural. La besé de extremo a extremo sin ningún tipo de restricción con adoración y con algo de locura, viéndola arquearse para mí lista para que por fin diéramos el último paso. Usé la debida protección y con más delicadeza de la que quería, me fui introduciendo en ese pequeño rincón que tanto deseaba conocer. Fui moviendo mi cadera despacio, dando besos en todo el rostro de mi chica, esperando que se acostumbrara a mi invasión, y ella solo sonreía ampliamente mordiéndose los labios.
ESTÁS LEYENDO
Libremente tuya (Segunda parte de la serie libre)
Storie d'amoreNo amas a alguien por su apariencia, o su ropa, o por su carro costoso. Si no, porque canta una canción que solo tú escuchas. ¨Oscar Wilde¨ La libertad es ese preciado tesoro que todos necesitamos y anhelamos, pero que solo extrañamos cuando lo sen...