19. Ojos de infierno

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Luego de un viernes maravilloso en la boda de Lola, nos encontrábamos todos reunidos, comiendo una deliciosa lasaña preparada por Kara en nuestra casa de Dublín, ella y yo habíamos decidido viajar con los chicos y pasar el fin de semana en casa con ellos.

- Su papá y yo tenemos algo que contarles - dijo Nathaly, en mitad de la comida, y todos levantamos la cabeza para mirarla como reclamando por la fastidiosa interrupción - diles cariño - le dijo a papá emocionada mientras él miraba sin una pizca de interés.

- Nathaly está embarazada - soltó como si nada, y en el espacio se escuchó un bufido general mientras ella aplaudía sola como una tonta.

- Mi pequeña pecosa ¡vas a tener otro hermanito! - dijo a la niña buscando un poco de apoyo mientras ella nos miraba como preguntándonos si era posible.

- Pobre alma - dijo Gael.

- No vayas a empezar Gael - le advirtió mi papá soltando pesadamente su tenedor - estoy harto de que ataques a Nathaly.

- Los niños no tienen la culpa de venir al mundo papá, son los actos irresponsables de los adultos los causantes de que vengan a sufrir, y no sé a qué parte de tu inteligencia ¨superior¨ - dijo haciendo comillas con los dedos - se le ocurrió que de ustedes dos puede salir algo bueno.

- Gael no es tu puto problema - dijo golpeando la mesa - es nuestra vida y veremos qué hacemos con ella.

-¡Pero claro! Esa ha sido siempre tu clave, vivir tu vida y ya ¿no? - Dijo Gael poniéndose de pie - Sin impórtate lo que sintamos ¡TUS HIJOS! No puede haber alguien más egoísta y más cínico en la vida que tú - jamás la había visto tan enojada - Has tenido 4 putas oportunidades de ser un buen papá y las cuatro las has mandado a la mierda ¿es necesario seguir intentando? ¿Quieres otro pequeñín aguantando la porquería de ser que eres?

Ninguno de los presentes vio venir la bofetada que le puso en el rostro. Kara (que era la que estaba más cerca de ella) se puso en medio de los dos retando a mi papá a que la golpeara a ella.

- Va a arrepentirse Tyler - le dijo Kara con profundo rencor - estos chicos no son más que un puñado de amor, que usted ha desaprovechado toda su vida, pero algún día va a pagarlo todo.

- Y quién va a cobrarme ¿tú? - escupió acercándose a ella.

- No te atrevas - dije con fiereza y Conan se alistaba también para intervenir.

- Sólo son una partida de desagradecidos, toda mi vida me he matado trabajando para que pudieran sobrevivir, ¿y así es cómo me pagan? ¿Prefiriendo a una desconocida?

- No tienes límites - dijo Conan para sorpresa de todos - ella y su familia en unos meses han hecho más cosas por nosotros que tú en toda tu vida.

- ¿Solo porque tienen más dinero? - dijo él girando hacia Conan.

- No papá, solo porque tienen más amor - dijo dejándolo paralizado - nos han hecho sentir en familia de nuevo.

Conan tomó a Hally de la mano y se fue rumbo a la salida mientras todos lo seguimos.

- ¡Ustedes dos siéntense! -Dijo Kara regañándonos a Conan y a mí - son desesperantes.

- Pero ¿Y si se cae? - dije sobreprotector.

-Si se cae pues se levantará - dijo Gael cruzada de brazos - es la única forma de que aprenda. Son un par de cobardes.

Verlas era algo hermoso, Gael y Kara enseñaban a la pequeña azafrán a montar en bicicleta mientras Conan y yo las veíamos sentados en el andén de nuestra calle en Dublín. Después del encontrón con mi papá (como siempre Kara y sus buenas ideas) tuvo la ocurrencia de comprarle un bicicleta a Hally y que juntos le enseñáramos a montar.

Libremente tuya (Segunda parte de la serie libre)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora