-No puedo creerme que vaya a ver una película para niños pequeños de nuevo. Ya tuve suficiente contigo y menos mal que creciste.-Se quejó Steve mientras se ponía su chaqueta.
-No seas mentiroso, que te escuché decir anoche que querías que volviese a ser pequeña.-expresé con una sonrisa pícara.
-Siempre tienes oídos para lo que te importa, pero cuando te decía que fregaras los platos no me escuchabas nunca.-comentó Steve con un suspiro.
-Se llama oído selectivo.-contesté encogiéndome de hombros.
-¿Estás preparado ya?-gritó Lily desde la entrada.
-¡Ya bajo!-exclamó Steve.
-Tened cuidado por favor.- supliqué.
-No lo dudes ni un segundo.-respondió y, acto seguido, me dio un beso en la cabeza.
Bajé con él hasta la entrada, donde Elsa y Lily ya estaban, listas para salir.
-¡Que os lo paseis bien!-exclamó la Señora Parker.
-No hagáis mucho ruido al llegar, que estaremos durmiendo ya.-recordó el Señor Parker. Él era clavado a Caleb, con el mismo pelo castaño y rizado y los ojos marrones. Sin embargo, era mucho más serio que él, al igual que poco hablador.
-Sí papi.-respondió Lily mientras se inclinaba para darle un beso a su padre. Él hizo lo mismo.
Pensé en lo que hubiera pasado si yo no tuviera poderes y viviera como una chica normal con una familia también normal. Entonces recordé las palabras que le dije a Elsa: " Debemos dejar de mirar el pasado para poder atender al futuro". Yo tenía que ser la primera en seguir mi consejo. Aunque no podía dejar de sentirme un poco apenada.Tras la despedida, los cinco nos pusimos a cenar en la cocina la rica comida que había preparado la Señora Parker (nada que ver con la de Steve).
-¿Qué queréis hacer cuando termineis el instituto?-preguntó de repente el Señor Parker, dirigiéndonos una mirada a Jack y a mí.
-Yo quería ser un espía como mis padres desde que era pequeño. Para eso me he estado entrenando tanto, pero después de todo ésto ni de broma.
-¿Y tú, Susan?
-Lo mismo digo, aunque no me importaría dedicarme a la microbiología. Me llama bastante la atención. -respondí un poco soñadora.-Tú podrias hacer algo relacionado con la economía, Jack.
-Es una buena idea.-respondió pensativo.
-Pues Caleb se quiere dedicar a la música, ¿Verdad? Toca el piano desde que tenía siete años-comentó la Señora Parker sonriente.
-¡No hace falta que lo sepan Mamá!-exclamó avergonzado Caleb. Ella rió al verlo así.
-Nunca te he escuchado tocarlo desde que estamos aquí.-expresó Jack.
-Eso es porque no cojo el del salón, sino otro más pequeño que tengo en mi cuarto y al que se le puede poner auriculares. Me concentro así mejor.-explicó.
-¿Por qué no nos tocas alguna canción ahora?-pregunté llena de curiosidad.
-Venga Caleb, toca algo para tus amigos. Además quiero volver a escucharte tocar. La casa estaba demasiado silenciosa desde que te fuiste.-animó el Señor Parker.
Al final Caleb suspiró y accedió un poco de mala gana.El piano del salón era uno de cola, de un precioso negro en el que podías ver tu reflejo si te asomabas en su lisa superficie. Los dedos de Caleb se movían con elegancia por las teclas y parecía disfrutar del tacto de cada una de ellas. Se le veía muy feliz, como nunca antes lo había visto. La pieza de Bach, que a mis ojos parecía imposible de interpretar, era una hermosa canción. Al terminarla, todos aplaudimos entusiasmados. Él bajó la mirada con timidez, aunque no dejaba de sonreir.
Tras este pequeño concierto salí a tomar el aire un poco. Ya era un poco más de medianoche y en la calle no se veía a nadie. Puede que a los demás eso le pareciera siniestro, pero a mi me daba paz y tranquilidad.
En el vecindario de Caleb había un gran parque, lleno de árboles y con un camino de piedra que hacía más fácil andar por ahí. A mi me encantaba ese lugar e iba todas las noches.
Iba tranquila por el parque, disfutando de la brisa que corría y que movía mi larga melena cuando, de pronto, escuché unas pisadas detrás mía. Me empecé a poner nerviosa y, al darme la vuelta, ya preparada para atacar, me topé con Jack.
-No vuelvas a hacer eso.-expresé enfadada.
-No era mi intención asustarte.-Se encogió de hombros y miró a nuestro alrededor.-Siempre te ha gustado la soledad.
-Me ayuda a pensar.-respondí secamente, empezando a caminar de nuevo. Sin embargo, Jack se puso a caminar a mi lado, con lo cual la soledad desapareció.
Estuvimos un rato en silencio, mirando hacia lados opuestos del parque. Finalmente, Jack fue el primero en dirigir la palabra.
-¿Cómo llevas lo de Jason?-preguntó. Me pareció gracioso que me lo preguntara cuando había pasado ya dos meses de su muerte.
-Bien.-contesté sin mirarle.-Soy la que mejor lo lleva al parecer.
-¿Lo conocías mucho?- siguió preguntando. Ese interrogatorio me estaba empezando a fastidiar. Yo quería mi soledad y mi silencio.
-No. Ninguno lo conocíamos muy bien en verdad.-Comenté.
Estuvimos unos segundos más en silencio, hasta que Jack se paró en seco.
-¡Esfuérzate un poco Susan!-gritó de repente, lo que hizo que casi pegara un salto del susto.
-¿Esforzarme en qué? ¿A qué viene eso?-pregunté confundida.
-Estoy poniendo todo de mi parte para que volvamos a ser amigos otra vez y tú respondes seca y distante, como si yo te molestara.
-¿Y qué quieres que haga? ¿Qué te exprese lo que siento ahora mismo? ¿Qué me ponga a llorar por lo asustada que estoy o por la muerte de Jason? Vas listo si crees que eso es lo que voy a hacer.-grité molesta. Yo tenía ganas de decirle que sí me molestaba, que quería estar sola. Pero eso no iba a ayudar en esta situación.
-¡Pues sí!-exclamó-Eres como una bomba de relojería. Guardas todo lo que sientes hasta que, de pronto, explotas y la pagas con cualquiera.
-Gracias por el cumplido.-rugí-Por si no lo sabías ésto no hubiera pasado si tú hubieras confiado en mí antes y me hubieras contado todo. Seguiríamos siendo amigos como antes, o incluso más unidos.
-Estoy intentando remediar ese error ahora mismo, por si no te das cuenta.-respondió malhumorado.
-Sí, estás haciendo un gran trabajo.-respondí irónicamente.
-Estás siendo una estúpida.
-Y tú un imbécil.
Jack respiró hondo y apretó los puños.
-Mira Susan.-dijo un poco más calmado.-Sé que estás mal por la muerte de Jason o porque sigues teniendo miedo de que le hayan hecho algo malo a Sam y los demás. Por mucho que intentes esconderlo no funciona. Algo te atormenta desde que estamos en casa de Caleb pero no sé lo que es. Te estoy dando la oportunidad de desahogarte.-dijo a la vez preocupado y confiado.
Tuve un momento de indecisión. Pensaba que se refería a mi sueño. Eso era lo que me llevaba atormentando varias semanas. Sin embargo, en vez de contarle lo que me pasaba, contraataqué, que es lo que hacía cuando me sentía vulnerable.
-Desahogarme, claro. Eso es para débiles. Yo puedo sola con mis problemas y punto.-bufé molesta, dándome la vuelta para irme.
-No es de débiles.-expresó Jack, cogiéndome de la cintura con brusquedad y poniéndome enfrente de él. -Es de personas. Tú sola no puedes con todo aunque quieras. Te prometo que haré todo lo posible por ayudarte pero tú debes poner de tu parte, ¿Trato?Estábamos los dos frente a frente. Nuestras narices casi se rozaban y había muy poco espacio entre nosotros. Yo tenía la respiración acelerada por el enfado que me había ocasionado (O, quizás, por otra cosa diferente a esa) y mis manos reposaban en sus hombros. No se escuchaba nada a nuestro alrededor, salvo los árboles, que se movían por la brisa nocturna, y la única luz que había era la de las farolas. Ninguno de los nosotros dos parecía querer moverse. Él seguía teniendo sus manos sobre mi cadera y yo no hice nada para quitarlas, cosa muy extraña en mí.
-Trato hecho.-murmuré al final con un hilo de voz. Nuestras caras cada vez estaban más cerca...Unas pisadas en la hierba nos hizo separarnos rápidamente. Nos acercamos sigilosamente y , de detrás de un árbol, salió Caleb, con las mejillas encendidas.
-Lo siento.-Se disculpó, bajando la mirada hacia el suelo.-Yo también quería dar un paseo y pensé en alcanzaros pero creo que no ha sido buena idea.
-No pasa nada. Ya está solucionado todo.-respondí nerviosa, aunque intentando no parecerlo.-Vayamos a dar una vuelta por el parque.Hice que Caleb se pusiera en el centro y así Jack y yo estuviéramos separados. ¿Qué acaba de pasar? Me pregunté mentalmente. Estaba confundida. Sin embargo, una columna de humo a lo lejos hizo que saliera de mis pensamientos.
-Parece fuego.-comentó Jack preocupado.
-Chicos, hay que ir rápido hacia allá. -dijo Caleb, blanco a más no poder.-Cerca de ahí se encuentra mi casa.Para esta segunda parte publicaré cada Miércoles y Domingo, con el objetivo de tener más regularidad. Además, tengo que revisar la primera parte para corregir las faltas que pueda tener y demás. ¡Espero que os haya gustado estos dos primeros capítulos!
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Proyecto Mejorados (Agente Ventisca N°2)
ActionCONTINUACIÓN DE AGENTE VENTISCA. Han pasado dos meses desde que mis amigos fueron capturados por Gamma. No sabemos dónde están, cómo están ni si siguen vivos. Después de una tranquila estancia en la casa de Caleb, debemos huir de Gamma, quien pone d...