Peligro en el cine

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NARRA ELSA:

-¿A que ha estado genial la peli?-preguntó entusiasmada Lily. La sesión acababa de finalizar y ya estábamos saliendo de la sala del cine. Era muy tarde y corría una brisa que me helaba los huesos.
-Pues sí, a mí me ha gustado mucho también. Sobretodo la canción del final, cuando Sally canta un dueto con Jack.-respondí un poco soñadora.-Y a ti, Steve, te he escuchado más de un bostezo.
-Entiéndeme, ya soy mayor para los dibujos animados.-respondió él mientras sacaba las llaves del coche.
-¿Cuándo Susan era pequeña también la llevabas al cine?-pregunté con interés.
-Así es.-expresó Steve.-Aunque nunca fue demasiado infantil, le gustaban las series y películas de dibujos animados. Yo me he tragado cientas de ellas. Son las cosas que deben hacer los padres sin rechistar.

Me gustaba mucho la relación que Steve y Susan tenían. Se podía decir que yo soñaba tener la misma con mi padre y mi madrastra. Sin embargo, seguro que ninguno de ellos me estaban echando de menos. Y yo a ellos tampoco. Lo más cercano a lo que podía llamar familia era al Escuadrón Alpha, además de a Steve y Lily. La familia no tiene por qué ser de sangre, sino también lo son las personas que te cuidan y te quieren.
-Mis padres, debido a su trabajo, no suelen estar tanto tiempo en casa como me gustaría.-comentó Lily un poco decepcionada.-Sin embargo, me han dicho que este verano me llevarían de viaje a Eurodisney. ¡Tengo muchas ganas de ir!
-Yo no he salido de Estados Unidos.-expresé.-Aunque me gustaría conocer Europa la verdad.
-Pues te llevamos y ya está. A ellos no les importarán.-contestó ella. Yo le sonreí por aquella ocurrencia. Cuando eres una niña pequeña ves soluciones a todo, aunque ya cuando se crece no todo es tan fácil.- ¿Tú que vas a hacer este verano, Steve?
-Por ahora, lo único que pienso es en salir vivo de lo que tenga planeado Gamma.-suspiró.-Luego ya organizaré unas grandes vacaciones, eso seguro.
-¿Tienes miedo Steve?-pregunté. Mis amigos eran muy valientes y no dejaban que el miedo aflorase en su interior. Aunque yo intentara no temer a Gamma me era imposible. Tal vez era por mi corta edad o porque vi como mataran a Jason. No lo sabía. Cada vez que pensaba en Jason no podía evitar que el miedo de que mataran a alguien más, cercano a mí, recorriera mi cuerpo.
-Yo no temo tanto por mí como por vosotros. Prefiero morir yo antes que uno de los vuestros.-respondió, evitando mirarme a los ojos.

No hablamos más hasta que llegamos al parking. Las farolas estaban apagadas y eso daba un aspecto más terrorífico al lugar. Hasta Lily apretó más fuerte mi mano y la de Steve.
-¿Puedes conseguir que haya luz?-me preguntó en voz baja Steve.
Yo, sin responderle, dirigí mis manos hacia las farolas que veía gracias a la luz de la luna (que no era mucha) y encendí tres de las cuatro que había visto, ya que conseguí que la cuarta bombilla se fundiera debido a que debí darle demasiada carga. Aún no podía controlar mis poderes tan bien como yo quería.
-Ya supimos quién es la mejorada que quiere Gamma.-expresó una voz detrás nuestra. Se me erizó cada centímetro de mi cuerpo y me dí rápidamente la vuelta.
Un chico de la edad de Elías se encontraba parado detrás nuestra. Era moreno y con los ojos negros como la noche. Su cabello era largo y le llegaba por los hombros. Su complexión no era musculosa pero no nos debíamos dejar engañar por su aparencia. Tres hombres más le acompañaban, cada uno con un arma, aunque él parecía el jefe.
Lily estaba blanca como la cera. Pegó un grito al ver las armas y parecía a punto de echarse a llorar. Se escondió detrás de Steve, titiritando del miedo que sentía en un pequeño cuerpo.
-El Director Olsen te quiere ver Elsa.-dijo el chico azabache. -¿Vienes por las buenas o por las malas?
-Por encima de mi cádaver.-respondió Steve, sacando rápidamente una pistola de su chaqueta. Se puso también delante mía.-Eres Maxon, ¿Verdad? Te reconozco de la agencia.
-Tú a mí me suenas también, pero poco.-comentó al que había llamado Steve Maxon.-Si nos atacas con tu poder Elsa, mataremos a la pequeña. Hay un francotirador que está ahora mismo apuntándole desde una de las azoteas. No querrás cargar con otra muerte a tus espaldas, ¿No?
Miramos hacia Lily y descubrimos, con horror, que en su pecho se encontraba una luz roja, concretamente en el corazón. Ella ya no pudo aguantar más y se puso a llorar aterrorizada.
-Es un farol Elsa.-expresó Steve sin dejar de apuntar a Maxon.-No le escuches.
-¿Quieres arriesgarte y creer que es un farol? Adelante, pero atente a las consecuencias.-respondió tranquilo Maxon.

Me sentí derrumbarme. La muerte de Jason volvió a rondar mi mente. Esa fue mi culpa y yo no quería que Lily también sufriera su mismo destino. Yo no podía dejar que eso ocurriera de nuevo. Debía de ser valiente y salvar a Lily. En esa batalla estábamos en desventaja. Si atacaba matarían a Lily y yo prefería que me atraparan a mí y que dejaran a mis amigos con vida. A mi familia.
De repente, cuando iba a dar el paso, vi a alguien entre las sombras. Casi pego un grito de sorpresa al reconocerlo. Él no podía estar allí después de lo pasado hace dos meses. Sin embargo, era él y, por ello, teníamos una oportunidad de escapar de aquello.
-¡Elsa, quieta!-me gritó Steve al verme salir de detrás suya y caminar hacia Gamma. Me agarró del brazo con fuerza.
-¡Steve, así Lily y tú podréis salir vivos de aquí! ¡Déjame hacer lo que yo creo correcto! Confía en mí.-le grité con fuerza. Intenté que supiera que tenía un plan, que teníamos apoyo. Él pareció captar algo y soltó levemente mi brazo. Yo separé su mano al final.
-Dejámelo a mí.-susurré. Luego me giré hacia los agentes.-¿Cómo sé que los dejaréis vivir?
Maxon, en vez de contestarme, se acercó su transmisor de muñeca a la boca.
-Fuera el francotirador.-explicó por el aparato.-No se necesita finalmente.
Pude ver cómo la luz que apuntaba a Lily desaparecía de su cuerpo. Respiré aliviada.
-Dejarán mis agentes de apuntar a tu amigo cuando te hayamos puesto esto.-explicó él, sacando algo parecido a unas esposas del cinturón que tenía puesto. Sin embargo, éstas cubrían toda la mano y no tenía sitio por el que sobresalieran los dedos. Además, eran de un material diferente al acero.
-Son de goma. -dijo Maxon, como leyendo mi pensamiento.-Es aislante y tus poderes no funcionarán con ésto puesto.
Tragué saliva, nerviosa. Con eso no había contado yo. Me acerqué lentamente a ellos y extendí mis manos hacia ellos para que me pusieran las esposas. ¿Habría sido imaginación mía haber visto a aquella persona entre las sombras? Maldije entre dientes.

Cuando estaban a punto de ponérmelas, algo silbó cuando pasó cerca de mi oreja y se incrustaba en la espalda de uno de los agentes que apuntaban a Steve. Cayó inerte al suelo y Maxon miró sorprendido a aquel cuerpo caído. Ese momento de estupor fue oro para nosotros.
Steve no tardó en disparar a otro de ellos directamente en el corazón y yo ataqué al último con una gran descarga de electricidad. Maxon, después de ésto, me pegó un gran puñetazo en la boca y caí al suelo, muy mareada por el impacto. Lily se escondió debajo de un coche y Steve se abalanzó sobre Maxon y lo derribó rápidamente. Sin embargo, lo que yo no sabía es que él era alguien como yo: Un mejorado .
De repente, sus brazos se estiraron como chicle y enrolló su cuello con ellos. Él le propinó una patada en la barriga y ésta rebotó. Él le sonrió con suficiencia y siguió apretando cada vez más.
Cuando levanté la vista y vi aquello, volví a atacar con mis poderes y los lancé hacia él. Sin embargo, parecía que no les afectaba lo más mínimo.
-Ahora mismo soy de goma, pequeña.-expresó sonriente.-Tu poder no hace nada contra mí ahora.
En ese momento yo no sabía qué hacer. Miré a mi alrededor nerviosa y di con algo que me podía ayudar.
La cogí y le apunté con ella a la cabeza. Steve ha estaba con un color muy extraño en su rostro.
-¿Vas a poder hacerlo? Piensa, ya con tus doce años tendrías dos cadáveres a tus espaldas, ¿Podrás aguantarlo?-comentó él tranquilo. Sabía que yo no era capaz de hacerlo.
Afortunadamente, no tuve que decidir nada.

Maxon profirió un grite de dolor al ver cómo se le incrustaba en el brazo una enorme púa. Gracias a ello, tuve que dejar de estrangular a Steve, que se encontraba casi inconsciente. Maxon miró con odio profundo a Oliver, que se encontraba ahora frente a él.
-¡Pagarás ésto, Oliver!-gritó con furia mientras se sujetaba fuertemente el brazo.
-Antes morirás.-respondió él. Entonces Maxon rió.
-No lo creo.-dijo sin dejar de sonreír. -Gamma podrá curarme y entonces te vas a arrepentir. Todos lo haréis.
Acto seguido, y sin que nosotros pudiéramos detenerlo, desapareció del lugar.

Lily fue saliendo poco a poco de su escondite y yo fui a por Steve, que tenía unas feas marcas moradas en el cuello. Iba a preguntarle muchas cosas a Oliver cuando escuchamos tres voces girtando que conocíamos muy bien.

Proyecto Mejorados (Agente Ventisca N°2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora