Me encontraba en un sitio oscuro y pequeño. Algunas prendas de vestir me rozaban los brazos desnudos y al alzar mi vista sólo podía ver entre algunas rejillas. Mi nariz estaba pegada a la puerta de ese sitio. Mi corazón estaba muy acelerados y tenía ganas de llorar. Afuera, pude vislumbrar al Director Olsen, que portaba un arma que había sido descargada hacía unos segundos. La había descargado en mi madre, que yacía sin vida en el suelo. No podía verla pero lo sabía. Yo lo había visto todo.
Entró un hombre en la sala. Por cómo iba vestido era un agente de Gamma. En ese momento no sabía quién era, pero muy pronto aquel hombre me salvaría la vida.
— ¿Ya ha terminado, señor? — preguntó Steve, dirigiéndose al Director Olsen.
— La caza de traidores sólo acaba de comenzar, agente Thompson. Reúna a los demás y diles que comiencen con la subdirectora. Que no quede nadie del equipo vivo. — ordenó él, con superioridad. Acto seguido, salió de allí, sin ni siquiera girarse.
Steve se quedó mirando el cadáver del suelo, aunque su rostro no mostraba ninguna emoción. No sabía qué estaba pensando en ese momento. De repente, levantó su vista y me miró directamente a los ojos. Mi corazón dio un salto y empezaba a congelar las prendas de a mi alrededor. A diferencia de lo que yo pensaba que haría el agente, él se puso el dedo índice en los labios, indicándome que estuviera en silencio.Tras ello, se fue por la puerta al igual que Olsen.
Después de ésto, mi mente se nubló y apareció otra escena, esta vez en un callejón.
Allí, estaba mi hermano, Elijah. Tenía un corte muy feo en la mejilla y tenía los ojos llorosos.
— Perdóname, peque. Pero es necesario, de verdad —me explicaba con la voz rota.
Apareció un niño rubio, que parecía más mayor que él. Estaba nervioso.
— Si lo vas a hacer, ¡Hazlo ya! Van a venir pronto a por nosotros y debemos estar lejos para entonces. — gritó desde el principio del callejón.
Elijah me miró a los ojos y puso sus manos en mi cabeza. Me dio un beso en la frente, lentamente, como si no quisiera separarlos de mi cabeza.
— Recuerda que yo siempre te querré. Tú no te acordarás de mí pero yo sí de ti. Siempre seré tu hermano mayor y te buscaré en cuanto estemos a salvo, te lo prometo.— expresó con dificultad. Después de eso, todo se volvió negro.
Por fin pude despertar. Me encontraba tumbada en el suelo de la celda en la que me había encontrado al falso Sam rodeado de sangre. Intenté levantarme, aunque me costaba ya que tenía todos los músculos de mi cuerpo muy entumecidos. Me dolía mucho la cabeza, que me daba pinchazos por todos lados.
— ¿Dónde...? ¿Ahora qué? — preguntó una voz confusa a mis espaldas, que parecía que acabase de despertarse de una siesta. Reconocí la voz inmediatamente, así que me giré drásticamente para observarlo. Allí se encontraba Sam, mi gran amigo. Él tampoco me había visto porque se encontraba de espaldas a mí, pero yo lo reconocí de inmediato.
Empecé a llorar desconsoladamente, debido a la tensión que había soportado. Sin embargo, al verle a él la alegría empezaba a brotar dentro de mí y yo no sabía si reirme también. Puede que me estuviese volviendo loca después de todo.
Él se giró tras escuchar mis primero sollozos. Tal fue sus sorpresa inicial que no podía articular ninguna palabra, sólo mirarme con lo ojos como platos.
— ¿Cómo has llegado...? — empezó a decir hasta que me abalancé sobre él para abrazarlo. No quería separarme de él y volverlo a perder. Él me correspondió el afecto y ahí estuvimos, abrazándonos arrodillados en el suelo. Era una estampa bastante extraña. De pronto, recordé que podía ser Theo de nuevo y me separé de él.
— Respóndeme a ésto— pedí mientras él se extrañaba por la repentina ruptura del abrazo.— ¿Cómo me apodaste el primer día? Apodo que me solías decir a menudo.
— ¿Ya no te acuerdas, mi querida Reina de las Nieves? — contestó con su sonrisa peculiar y bromista— Qué rápido te has olvidado de mí, ¿Eh?
Con ello pude comprobar que, efectivamente, me encontraba frente al verdadero Sam. Eso sólo hizo que aumentara mi euforia. No podía dejar de sonreír y las lágrimas ya habían dejado de brotar de mis ojos.
— ¿Y los demás? ¿Habéis venido a rescatarnos? ¿Como están? ¿Qué ha pasado en estos tres meses? — preguntaba casi sin respirar. Yo le tapé la boca ante tal avalancha de cuestiones.
— Sí, hemos venido a rescataros. Debemos salir ya de aquí, por viene algún agente enemigo — opiné con decisión — Vamos, ¿Puedes levantarte?
— Claro, ¿Por quién me tomas? — respondió con aires de superioridad. Luego me tendió la mano cuando estuvo de pie — Ven, yo te ayudo.
Acepté de buen grado su ofrecimiento y me levanté del suelo.
— Te voy a llevar al coche y ya luego vuelvo a ayudar a los demás — expliqué sin rodeos— Vamos a darnos prisa por favor.
— No pienso dejarte sola. Yo estoy bien y tú pareces que te ha pasado un camión por encima. No podrías combatir con los del Escuadrón Delta si te los encuentras — dijo, dándome la contraria y con los brazos cruzados. Al escuchar la palabra "Delta" me entró un escalofrío al acordarme de Theo y lo que me había hecho. Sam se percató de ello.
— ¿Qué ha ocurrido? — preguntó de forma muy seria.
— Luego te cuento — expresé, no quedándose él muy convencido. Sin embargo, yo no quería hablar ahora de ello—Sé que no vas a querer irte, así que vayámonos ya y ayudemos a Oliver y Beth por si se encuentran en problemas.
— De nuevo, el Escuadrón Alpha estará unido, después de tanto tiempo — dijo sonriente Sam.
Ahora, quiero incluir un mini-concurso con motivo del aniversario. Ésto va a ser que vosotros, los lectores, vais a elegir el nombre verdadero de Susan. He creado un formulario de google para que podáis votar el que más os guste. Téneis 10 opciones y podéis votar el que queráis. Os lo dejo aquí y también lo podré en comentarios. No hay plazo, ya que no sé cuándo lo utilizaré: https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLSfZ-Dk1P2br0kp3QPawt8X_L0fAyNDVh9ubFQR8-iOudD6wAg/viewform?usp=sf_link
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Proyecto Mejorados (Agente Ventisca N°2)
ActionCONTINUACIÓN DE AGENTE VENTISCA. Han pasado dos meses desde que mis amigos fueron capturados por Gamma. No sabemos dónde están, cómo están ni si siguen vivos. Después de una tranquila estancia en la casa de Caleb, debemos huir de Gamma, quien pone d...