Proyecto Mejorados (Agente Ventisca N°2)

¿Qué fue?

En multimedia dejo un nuevo trailer que me hicieron de Agente Ventisca, ganado en un concurso y hecho por @portadaslili. Es simplemente increíble. ¡Espero que os guste!

Abrí los ojos de par en par. La luz de la lámpara del techo me deslumbró unos instantes y tuve que apartar la mirada un poco. Intenté moverme pero me di cuenta, con horror, que tenía las manos atadas a la camilla en la que me encontraba. La sala era blanca entera, sin un atisbo de color en el ambiente.
Agudicé el oído, creyendo escuchar ruidos provenientes del exterior. Se escuchaban gritos lejanos, dolorosos y que me atravesaban como un cuchillo. Intenté desatarme las manos, pero me era imposible. Me estaba poniendo cada vez más nerviosa y el sudor me empezaba a gotear por la frente.

-Sabes que no vas a poder escapar de aquí y sigues intentándolo. No te rindes, ¿Eh?- comentó un chico que había aparecido en la puerta. Era más mayor que yo, con el cabello castaño y los ojos del mismo color. Varias pecas inundaban su rostro y estaba bastante serio. Además, tenía el porte de un militar y el semblante de ellos.
-Sabes que nunca lo hago, Theo.- expresé un poco dolorida. Mi voz sonaba mucho más grave y parecía varonil. Era extraño.
-Sasha quiere saber si vas a colaborar de una vez por todas.-fue lo único que dijo.
-Antes muerto que trabajar para Olsen.-escupí. El chaval suspiró cansado.
-¿Escuchas aquellos gritos?-preguntó tranquilo.-Sabes que ahora van a venir a por ti y yo estoy intentando ayudarte y ahorrarte así el sufrimiento. Sería lo más beneficioso, piénsatelo.
-¿Ahora vienes a compadecerte de mi? Qué bonito.-dije irónica.-¿Dónde estabas cuando perdí a mi familia? ¿Cuando tuve que huir con tan sólo trece años? ¿Dónde estabas cuando murió Alice, desangrada y tirada en aquel páramo? ¡Tú solo te preocupas por ti y no me vengas como si a mi me alegrara tus visitas! Eres un desgraciado.
Mi corazón empezó a latir con fuerza y había ido subiendo mi voz de tono a medida que había formulado aquellas preguntas. Tenía mucho guardado en mi interior.

Su cara empezó a tornarse en una mueca de furia al mismo tiempo que apretaba sus puños fuertemente. Sus ojos echaban chispas de rencor hacia mi.
-Tú no sabes por lo que hemos pasado Maxon, Sasha y yo.-murmuró intentando parecer sereno.
-Ni tú lo que nosotros hemos aguantado, asqueroso traidor.-repliqué con desdén.
De repente, empecé a sentir un gran dolor por todo mi cuerpo. Mi cabeza parecía explotar y era como si me la aplastaran con fuerza. Mis músculos se tensaban tanto que era imposible aguantarlo. Me faltaba el aire para respirar y parecía que no podía cogerlo por más que quisiera. Era como si miles de agujas se me clavaron en cada centímetro de mi cuerpo. Sentía a la vez frio y calor.
-Soy más fuerte que tú.-empezó a decir.-No vuelvas a hablarme así.
De mi garganta salían numerosos gritos de dolor y terror que no podían ser callados. Estaba perdiendo la conciencia poco a poco. Todo se tornó en negro...
Mientras me hundía en la oscuridad escuché algo parecido a agua cayendo.

Al incorporarme en el sofá me encontré que estaba tremendamente empapada. Gotas de agua caían desde las puntas de mis cabellos y pude notar agua en mis labios. Escuché un ruido detrás mía.
Al girarme me encontré con Oliver, colocando una jarra vacía en la mesa de la cocina. Todo estaba oscuro salvo la luz de la luna, que se colaba por la persiana.
-¿Me acabas de echar una jarra de agua encima?-pregunté medio impactada.
-Así es. Empezaste a gritar y no se me ocurrió otra forma de despertarte. Deberías darme las gracias.-respondió de forma serena Oliver.
-Creo que zarandeándome hubiera bastado también. -repliqué mientras observaba mi ropa empapada. Pronto se formaron costras finas de hielo alrededor de los lugares mojados.
-No hubiera sido igual de divertido.-opinó jocoso.
-¿Te he despertado con los gritos?-pregunté un poco adormilada aún. Él se sentó en uno de los sillones.
-No estaba dormido. Tu amigo el agente se tomó mi última pastilla para dormir, con lo cual llevo sin pegar ojo toda la noche.-respondió molesto.
-¿Tanto te cuesta dormir por las noches? ¿Problemas de insomnio?-me sorprendí. Él puso una sonrisa triste en su rostro.
-Simplemente tengo pesadillas si no tomo ese medicamento. No quiero revivir cosas pasadas y por eso no duermo esta noche.-explicó.
-¿Pesadillas sobre qué? ¿Algo a lo que temes? No me lo esperaba de ti.-pregunté intrigada. Ahora mismo no veía a Oliver como el chulo y antipático de hace unas horas.
-Todos tenemos algo que nos atormenta.-expresó con la mirada puesta en el suelo.-Y de una forma u otra, encontrará la manera de volver a tu cabeza. Además, tú parecías tener también una.
Pensé que él no había respondido a mi pregunta pero lo dejé pasar. No era muy bonito que la gente sepa tus debilidades y tus miedos. Y eso era algo de lo que yo entendía.

Me puse a pensar detenidamente en mi sueño. Esa pesadilla era diferente, demasiado. La había notado demasiado real, no como si yo fuera una mera espectadora de los acontecimientos. Yo era parte de ello. Ese dolor que había sentido antes no era un recuerdo, ni mucho menos. Y esa voz...esa voz no era la mía. Era la de Elías, estaba segura de ello.
-Oliver.-intenté llamar su atención, ya que parecía estar metido en sus pensamientos.-Lo que me ha pasado no era un sueño, era como si...yo hubiera estado en la mente de Elías. Como si yo hubiera sido parte de él por unos instantes.
Mi compañero nocturno abrió los ojos de par en par.
-¿Estás segura? ¿O es que estás delirando?-me preguntó impresionado. Yo asentí.
-¿Puede haberse puesto en contacto conmigo? Pero hasta sabiendo lo de su poder me cuesta aceptarlo. Puede que lo haya soñado pero era demasiado real. Lo he vivido.-reflexioné.
-Elías es uno de los más poderosos mejorados que hay. No sé cómo se ha puesto en contacto contigo pero podría haberlo hecho. Estáis conectados de alguna forma. Su poder es mucho más fuerte de lo que crees.-explicó nervioso.-¿Qué has visto? ¿Algo que pueda indicar dónde puede estar?
-Estaban en un cuarto blanco, con otro chico.-intenté hacer memoria.-Le llamó traidor y él le hizo algo para causarle mucho dolor. Yo lo sentí y era horrible...¿Sabes dónde pueden estar?
Oliver se puso a dar vueltas en el salón, aunque intentado no hacer ruido para no despertar a los demás.
-Se me ocurre un sitio, pero no estoy seguro y equivocarnos nos saldría caro. Además, no sé si podríamos llegar hasta allí.-contestó pensativo.-¿Y ese chico cómo era?
-Creo que tenía pecas, era lo que más me llamó la atención.-respondí reflexionando.-Era castaño y de vuestra edad más o menos.
-Theo.-nombró de inmediato Oliver.
Me sonaba ese nombre mucho. Además, su aspecto me era vagamente familiar.
-Es del equipo Delta, junto con Sasha y Maxon.-explicó Oliver, como si me hubiera leído la mente. Sin embargo, no me sonaba sólo por eso.
Entonces se me vino a la cabeza una pregunta de la que necesitaba rápidamente una respuesta.
-¿Quién era Alice?-pregunté.
Su rostro se ensombreció y sus ojos mostraban una mirada apenada.
-No tengo ni idea.-respondió dándome la espalda.-Y ahora duerme, que mañana será un día duro. Y por cierto, si vuelves a gritar te clavo una de mis púas en la garganta, ¿Entendido?
Ya volvía a ser el Oliver de siempre.
-Por cierto.-añadió.-Quiero que mañana me digáis lo que pasó con Jason. Sé que sabéis algo y necesito enterarme.
Intuía que no había pasado por alto las miradas que nos habíamos echado Elsa, Jack y yo, así que asentí y me fui al sofá.

Me tumbé en el sofá y miré hacia el techo. Pensé en lo que dijo Elías, que había perdido a su familia. Es verdad que me duele bastante no recordar del todo quién era mi familia antes de conocer a Steve pero en ese momento creía que era lo mejor. Al menos no sufría tan fuerte esa pérdida. Y por eso sentía lástima por Elías.
-Entonces...¿A dónde nos dirigimos mañana?-escuché a mi lado. Jack estaba medio incorporado en su sofá.-Es imposible pegar ojo con vosotros dos hablando.
Yo sonreí cariñosamente a Jack.
-Esperemos que a un sitio muy interesante.
Y no me equivocaba.