NARRA JACK
Nos habíamos quedado los cuatro solos, al irse Oliver a quién sabe dónde. Pensar en el día siguiente me provocaba dolor de barriga y un agobio muy intenso. No podía decir que estuviese aterrado hacia tal experiencia pero sí bastante preocupado. Incluso parecía que Elsa estaba menos asustada que yo. Sin embargo, debía hacer honor de mi aspecto de chico despreocupado e intentar no aparentar mi miedo.
Cuando los cuatro estábamos ya preparados para dormir, apagué la lámpara y nuestro cuarto se fundió en un negro intenso. Los cuatro ocupábamos un cuarto, ya que el otro se lo pidió Oliver para él sólo, así que nos tocaba compartir aposento.
Me estaba costando mucho poder dormir. Escuchaba los pequeños ronquidos de Caleb a mi derecha y la respiración tranquila de Susan en la cama de mi izquierda. Abrí los ojos, harto de no poder descansar a gusto, y casi pegué un grito al ver como unos ojos verdes me miraban con gran curiosidad.
— Menos mal, creía que era la única que estaba despierta — dijo en voz baja Elsa, dando un pequeño suspiro y colocándose de lado para poder verme mejor.
— Será la casa ésta, que no nos acostumbramos a estar aquí. Un país extraño, casa extraña, gente extraña...Las causas de nuestro insomnio son muy variadas.— respondí, mirando hacia el techo.
Se sucedieron unos cuantos segundos antes de que algunos de nosotros abriera de nuevo la boca.
—Dime, Jack...¿Qué somos?— preguntó Elsa de repente. Esa pregunta me vino por sorpresa y yo no sabía muy bien qué responder a ello.
— ¿A qué te refieres? — inquirí sorprendido. Yo era de los que también se ponían muy filosóficos por la noche y, al no poder dormirme, miles de preguntas se arremolinaban en mi cabeza aunque pocas veces encontraba respuesta para ellas.
— A ver... — empezó a decir, pausándose unos segundos para pensar cómo explicármelo.— Somos personas diferentes a las demás, chicos que tienen poderes, es decir, individuos raros en todos los sentidos...¿Cuál es el origen de nuestros poderes?
— Es algo que queremos averiguar en este viaje. Es verdad que hay mucho misterio alrededor de nosotros que no llegamos a comprender ninguno pero que esperemos que se resuelvan esas dudas dentro de poco. Puede que sean innatos, fruto de algún experimento o que se nos diera ese poder con una finalidad.—expliqué dudoso, sin saber muy bien cómo seguir la explicación.
— ¿Qué finalidad pueden tener nuestros poderes? — preguntó con interés la pequeña. Me sorprendía cómo alguien tan pequeña podía cuestionarse esas cosas pero, sin embargo, esa chica era alguien muy singular y mucho más madura que gente que yo conocía del instituto. Incluso que yo mismo.
— Pues...puede que para salvar el mundo, hacer una raza de superhumanos, mejorar a la especie...Todos los argumentos de las películas y libros de ciencia ficción son válidos para nuestra situación, la verdad. Puede que seamos unos afortunados al tener poderes. — reflexioné, acordándome de toda una lista de comics que me encantaban. Nuestra realidad era algo digno de una película.
— Yo siempre he creído que tener poderes era algo malo, que me habían castigado por cualquier cosa del pasado o para castigar a mis padres por algo que hicieron. Mi madrastra me miraba con odio y siempre quería deshacerse de mí para que los dejara en paz a mi padre y a ella. Él, lejos de defenderme, me maltrataba. Por ello siempre pensaba que era un ser monstruoso que debía ser eliminado. Sin embargo, llegó Bonnie y... me salvó de aquel lugar y me enseñó que en realidad era una chica especial.— se sinceró la pelirroja. Aunque estuviese oscuro podía notar que su garganta estaba aguantando las lágrimas tras la declaración.
— Olvídate de ellos, Elsa. Ellos eran los monstruos por hacerte eso y tú debes sentirte especial, porque eres maravillosa y no solo por tus poderes. Aunque no los tuvieras, seguirías siéndolo. Ahora somos tu familia y cuidaremos los unos a los otros, ¿Vale?— me sinceré con ella.— Cuando termine todo esto te puedes venir conmigo y mi tía a vivir a la ciudad con nosotros. Si algún día la encuentro...
Tardó un tiempo en decidirse a decir algo.
— Jack...¿Alguna vez terminará esta pesadilla?— preguntó.
— Por supuesto que sí. Ya verás.
Nos quedamos dormidos tras nuestra conversación, haciendo que no escucháramos unas pisadas torpes, que tropezaban con todo, procedentes del salón y que se dirigieron hacia el cuarto vacío. No fuimos los únicos que sufrimos una mala noche.
Sé que no es muy largo, pero ya estoy escribiendo el próximo. Son las once menos cuarto de la noche y por fin encontré un hueco para escribir ;)
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Proyecto Mejorados (Agente Ventisca N°2)
ActionCONTINUACIÓN DE AGENTE VENTISCA. Han pasado dos meses desde que mis amigos fueron capturados por Gamma. No sabemos dónde están, cómo están ni si siguen vivos. Después de una tranquila estancia en la casa de Caleb, debemos huir de Gamma, quien pone d...