NARRA CALEB
Zoe y yo nos quedamos de piedra, sin movernos del marco de la puerta, cuando vimos a Elías ahí, tumbado y sin moverse ni hacer ningún ápice de habernos escuchado. Parecía estar dormido, ya que veíamos su pecho descender y ascender lentamente.
— No quiero acercarme — murmuró Zoe con los ojos cerrados. Ver a alguien conocido y querido en ese estado debería dar demasiado impacto como para querer verlo desde más cerca. De pronto me vinieron imágenes de mi casa incendiándose, llevándose a dos de las personas más importantes para mí. Tal vez Zoe veía a Elías de una forma paternal, ya que él las había rescatado de Gamma antes de que nosotros llegásemos.
— ¿Te quieres quedar aquí mientras yo me acerco?— le ofrecí. Ella asintió y la dejé en el suelo con cuidado.
Cuando estuve al lado de él, me fijé más detenidamente. Sí, parecía dormido pero demasiado. Era como si estuviese en una especie de coma o algo así.
— Elías, ¿Puedes escucharme? Soy Caleb— le susurré, cosa espontánea y que cuando uno está al lado de otro que duerme, susurra. Sin embargo, en ese caso debía gritar aunque no me atrevía por si llamaba la atención de agentes enemigos.
Al ver que no había respuesta, le zarandeé un poco para ver si así despertaba. Ni siquiera cambió el gesto de la cara. Parecía un muñeco sin vida, aunque respiraba. Me estaba dando muy mal rollo estar en esa situación. Estaba intentando encontrar una manera de poder despertarlo cuando un grito me sacó de mis pensamientos.
— ¡Cuidado! — gritó Zoe con terror, casi al mismo tiempo en el que yo sentí un fuerte golpe en mi mandíbula, mandándome despedido unos metros de la camilla. No me había dado tiempo a reaccionar y sentí otro golpe más en la espalda, haciendo que gritara y que me costara moverme.
— Que tranquilo se ve al chaval así ¿Eh? Desde luego, ha sido un acierto el dejarlo así— habló una voz masculina. Me giré y vi a un joven cuyos brazos eran larguísimos, como si se hubiese estirado cual chicle. Con uno estaba aguantando a Zoe contra la pared, aguantándola por el cuello y asfixiándola así. Con el otro me apuntaba con mi pistola, que había caído tras mi impacto con el suelo.
— ¿Eres del equipo Delta? — pregunté con esfuerzo. El chocazo me había dejado un poco mareado.
—Sí, mi nombre es Maxon. Creo que algunos de tus amigos ya me conocieron en aquel cine— respondió con tranquilidad. Luego pareció darse una sorpresa — Un momento, tú debes de ser el hermano de aquella niña pequeña que me encontré allí. Entonces, eres el hijo de aquella pareja a la que mató Sasha en el incendio. Qué bonita coincidencia.
Su tono reflejaba lo divertido que le parecía todo aquello. Eso sólo hizo que me entrara una gran rabia en mi interior. Quería acabar con ellos, uno a uno. Quería vengarme por lo que me habían hecho. Mi respiración estaba aumentando su ritmo frenéticamente.
—¿Quieres pelear contra mí? ¿Quieres venganza? ¿Y si te dijera que no voy a parar hasta que encuentre a tu hermana y le haga sufrir?—Se estaba poniendo desafiante. Le gustaba esa situación.
Yo siempre había sido un niño tímido y calmado, al que le gustaba estar al margen de todo. Sin embargo, había parte de mí que había muerto en aquel incendio.
— No entres en su provocación, Caleb. Por favor... — expresó Zoe con un hilo de voz. Su cara se estaba poniendo morada por la falta de aire. Sabía que tenía que hacerle caso pero mi parte emocional no me lo permitía.
Me levanté, sin miedo a que me disparara porque sabía que no lo haría. Él quería jugar conmigo antes de matarme. Era así de sádico. Al verme hacerlo, sonrió divertido.
— Chico valiente —opinó complacido. Acto seguido, soltó a Zoe, que cayó al suelo con un ruido sordo, tosiendo y dando bocanadas de aire con gran necesidad. Después de eso, Maxon soltó mi pistola y la revoleó contra la pared.
— Sin armas, solo tú y yo — explicó. Yo así estaba en desventaja, ya que mi poder sólo me camuflaba y no servía para pelear. Era muy bueno con la pistola pero no conseguiría cogerla antes de que Maxon me consiguiera matar. Había caído en su trampa.
Entonces, me di cuenta que fui un idiota, que la venganza había nublado mi razón. Era un chico sensato, no tenía que dejarme dominar así, no lo podía permitirlo. Iba a consumar mi venganza, sí, pero no un acto suicida. Desgraciadamente no sabía cómo salir de ese embrollo.
Él me atacó, lanzando con gran velocidad su mano cerrada hacia mí. Sin embargo, su brazo quedó suspendido en el aire, subiendo hacia el techo en vez de desplazándose hacia mi. Unos instantes más tardes, un archivador fue lanzado contra el integrante del equipo Delta, sin que le diera tiempo a reaccionar lo suficientemente rápido para esquivarlo. Gracias a ello, se dio un gran golpe con la pared.
Miré para la puerta, aunque ya sabía quiénes me habían salvado la vida. Allí se encontraban Jack, Elsa y Zoe, recuperada. Zoe había conseguido que el brazo no me diera y Jack le había atacado con el archivador.
Cuando alzó la vista Maxon, ya todos estábamos dispuestos y preparados para la lucha. Yo había recuperado la pistola y le apuntaba con precisión al corazón. Se rió del panorama que tenía con una gran carcajada.
— No debía haberme pasado de listo esta vez. Subestimé vuestra capacidad — expresó, asintiendo con la cabeza.— Ya os iremos cogiendo uno a uno. Pronto caeréis, al igual que la alianza que tenéis entre vosotros. Gamma es mucho más fuerte que una panda de niñatos que se creen superhéroes.
Disparé contra él pero fue demasiado tarde. Él ya había desparecido de allí y, con ello, parecíamos tener vía libre para irnos.
Miré a Elías, que seguía en el mismo estado en el que nos lo habíamos encontrado, ajeno a la lucha que había habido recientemente. No podía mirar a mis amigos. ¿De qué servía tener a un compañero lo demasiado egoísta que sólo pensaba en sí mismo? No había actuado como un buen aliado y Zoe casi había muerto por mi culpa. Por mi estúpida arrogancia y ganas de venganza. Si seguía actuando así sería un lastre para el equipo.
— Caleb, entendemos que quieras ir contra ellos, pero así no puedes actuar. Casi te matan, ¿Y si no llegamos a tiempo? Hubieras muerto, al igual que Zoe — empezó a regañarme Jack, como si fuera un hermano mayor. Yo seguía con la cabeza baja —Todos queremos lo mismo Caleb. Lo conseguiremos si seguimos juntos, como un equipo. Sé que no quieres involucrarnos en ello, pero lo vas a hacer quieras o no. Debes pensar mejor las cosas. Recuerda, somo ahora una familia ¿No?
Él me puso la mano en mi hombro, en seña de apoyo, haciéndome saber que no estaba solo. Zoe y Elsa me miraban con dulzura. Levanté la vista hacia Jack, que me sonreí de manera fraternal.
— No lo volveré a hacer. Lo prometo. — asentí con arrepentimiento.
— Eso es lo que quería escuchar — afirmó Jack— Ahora, vamos a encontrarnos con Susan y Oliver. Aquí ya hemos buscado en todas partes y no hay nadie ni nada más. Esperemos que hayan tenido suerte en su expedición.
— ¿Qué hacemos con Elías? — preguntó Elsa, señalando a nuestro querido amigo.
— Eso no es problema — respondió, quitándole gravedad al asunto— ¿Me ayudas, Zoe?
Tras bajar a la planta baja, caminamos hacia la salida con la esperanza de que ya todos nuestros amigos se encontraran fuera de ese maldito recinto.
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Proyecto Mejorados (Agente Ventisca N°2)
ActionCONTINUACIÓN DE AGENTE VENTISCA. Han pasado dos meses desde que mis amigos fueron capturados por Gamma. No sabemos dónde están, cómo están ni si siguen vivos. Después de una tranquila estancia en la casa de Caleb, debemos huir de Gamma, quien pone d...