BOY MEETS WHAT.

- Jimin -

[Jimin]

Después del gran estruendo, desperté sobre una cama cubierta de cristales rotos y pavimento mojado. El olor a gasolina cubría todo el entorno, y descubrí un punzante dolor a mi costado.

Intenté enfocar mi vista hacia algo que no fuera la poca luz que había dentro de.. ¿dónde me encontraba ahora mismo? No podía recordar nada. No reconocía nada de mi alrededor.

¿En qué momento me había incorporado?

El sentimiento de desconcierto ocupo mi mente y mi cuerpo, permanecí con los ojos abiertos intentado encontrar alguna forma familiar entre toda esa confusión, entre todos esos sonidos molestos de sirenas y del olor a combustible.

Entonces vi su silueta y me quedé helado.

- Hobi... - le llamé con una voz rasposa. - ¿Hobi-hyung?

No podía ser Hoseok el que estaba enfrente de mí.

Después de ver esa silueta que estaba siendo aplastada por una parte del asiento del copiloto, todas las memorias cayeron como una pirámide de naipes al ser destruida, siendo seguidas por un sentimiento de culpabilidad y un poco de odio. 

Todos mis recuerdos surgieron como si de una película se tratase, desde el momento en que decidimos ir al club, hasta el encuentro casual con las chicas y, borrosamente como fue que llegue a la camioneta. Hoseok no había estado tan ebrio como lo había estado yo. ¿Entonces porque él estaba sufriendo la peor parte?

- ¡Hyung! - le dije con la voz más alta que mis pulmones pudieran ser capaces de dar. - ¡Hyung!

Quería moverme a su lado, pero algo me lo impedía. Busqué con los ojos entrecerrados aquello que evitaba que me reuniera con mi amigo, él me necesitaba para decirle que ya era suficiente con la broma, necesitaba que me respondiera, que dejará de fingir estar dormido. 

Cuando encontré la razón de la falta de mi movimiento, el poco aire restante en mis pulmones simplemente se esfumó.

El terror que vino después fue indescriptible.

__Flashback__

- Oye, JungKook. ¡Pásame las palomitas! - dijo RapMon junto de mí, quien aún no acaba de comer las que tenía en la boca. 

- ¡No seas pesado! - le dijo Jin quien estaba a sus pies, con la cabeza reposando en su pierna - Primero acábate las que tienes en la boca. 

- Hazle caso a tu Hyung. - le dijo Hoseok-hyung riéndose como siempre era usual en él.

Esa tarde era de las pocas en donde todo era  paz y normalidad en el departamento. Habíamos terminado nuestros deberes en la empresa y se decidió ver una película todos juntos. Cosa poco usual, ya que hasta Yoongi se encontraba fuera de su estudio.

- Wow! - dijo V  emocionado, mientras peleaba inconscientemente con la mano de Hoseok por las gomitas en la bolsa. - ¿Esa cosa acaba de atravesarle la pierna?

____ 

- ¿Puedes decirme tu nombre? - me dijo una voz proveniente de la gran luz molesta que pegaba directamente a mis ojos. 

El escenario había cambiado. Todo estaba mas iluminado, pero el ruido era insoportable para mis oídos. Ya no había más gasolina, no había más vidrios rotos. Pero el sonido de las sirenas estaba aún presente.

- ¿Puedes decirme cuál es tu nombre, hijo? - preguntó la misma voz, que ahora provenía de un hombre. 

- ¿Dónde estoy? - le pregunté asustado.

- Vas en una ambulancia rumbo a emergencias. - me dijo mientras movía algo que no podía ver con claridad. 

- No... no puedo moverme. - De nuevo el terror floreció en mí. 

- Te llevamos inmovilizado de algunas partes, hasta que lleguemos al hospital necesito que me respondas unas cuantas preguntas, ¿de acuerdo?

No contesté. Demasiada información. 

¿Dónde estaba Hoseok?

- ¿Cuál es tu nombre? - volvió a preguntar el hombre. 

- Park... Park Jimin. - respondí después de lo que para mí se sintieron como horas. 

- Muy bien, Jimin, ¿cuántos años tienes?. - Mis ojos poco a poco se iban acostumbrado a la cantidad de luz. 

- 25. 

- Bien. ¿Recuerdas la fecha del día de hoy?. 

- Es... Otoño. - Estaba aturdido, y la fecha no parecía pasar por mi mente. 

- Muy bien. ¿Recuerdas algo del accidente, Jimin? 

- A mi amigo. Jung Hoseok. - Su nombre ardió en mi pecho, si le pasaba algo a mi Hyung no me lo perdonaría. Esa situación era mi culpa. De nadie más.

- ¿Recuerdas algo más, Jimin? 

- ¿Dónde está Hoseok? - le pregunté, con esperanzas de que todo estuviera bien. 

- Sigue abajo del auto.