Un año después...
Mi mirada se encontraba perdida en la ventana del auto mientras los kilómetros pasaban cada vez más rápido. El cielo estaba teñido del usual color dorado de una típica y hermosa tarde de otoño en Seúl. Los edificios habían quedado olvidados desde hace mucho, dándole paso a grandes caminos de asfalto que me conducían a casa.
Me encontraba en paz, podía respirar tranquilamente y sentir el frío viento despeinando mi cabello, el aire filtrado apagaba el sonido proveniente de la radio, que tocaba una desconocida canción para mis oídos. Todo ese año había pasado muy rápido, y ante aquel pensamiento sonreí.
A veces la vida es amarga, dulce, tierna o dura, hay buenos momentos y noches enteras de susurros cargados de tristeza, pero día a día tomaba la mano de la persona que mas amaba en el mundo, y con su sonrisa sabía que todo, aun sin importar si era insignificante o complicado fuera, resultaría.
Giré mi mirada hacia Hoseok que conducía con la mirada fija en la carretera. Su mano estaba sostenido la mía, y no podía pedir más, simplemente así era feliz como nunca lo había sido.
- ¿No extrañaras Seúl? – me preguntó cuando sintió mi mirada en él. Negué con la cabeza, sosteniendo mas fuerte su mano.
- Por el momento pienso disfrutar este año de descanso, e ir a todas partes. – le contesté, con una sonrisa en mi boca, en mis labios, en mi mente y corazón.
Después de aquella noche en donde habíamos regresado a nuestro primer dormitorio, hicimos un comeback que resultó ser el que nos llevó a encabezar muchos charts mundiales, abriéndole al grupo enormes oportunidades que jamás habíamos llegado a siquiera pensar. Un año después habíamos decidido tener un descanso, siendo libres para poder probar nuevas cosas, estar en lugares donde nunca habíamos estado, hablar con personas importantes y caminar en silencio con nuestras familias, amigos.
Pero para mí lo mas importante fue el hecho de haber experimentado todo eso con Hoseok, levantándonos hasta tarde, comer helados viendo una película extraña y platicando noche tras noche, para mí era el cielo en pocos metros cuadrados de nuestro nuevo departamento compartido, haciendo música en ratos libres y bailando en la cama, despertándome con mi aroma favorito y las primeras luces del día.
Jung Hoseok se había convertido en un principio en mi mejor amigo cuando llegue a la ciudad, dándome siempre una mano de ayuda, palabras de aliento cuando la realidad fuera demasiada dura; él había compartido conmigo pequeños detalles como miradas escondidas y roces por debajo de la mesa, dando pequeños pasos conmigo en todo el camino hasta este momento, en donde podía mirarlo, y decirle en todas las formas posibles, con todas las palabras que conociera, que se había vuelto la persona más importante en mi vida indudablemente.
- ¿Le has avisado a tu papá que vamos en camino?
- No... - respondí, sacando mi celular de mi mochila y revisando la hora que marcaban los primeros minutos de las seis de la tarde. – Vamos a tomar una escala primero.
- ¿Ah, sí? – soltó una risa. – Yo sabía que traías algo entre manos, TaeTae. ¿Puedo saber hacia donde nos dirigimos?
- Es una sorpresa. – me excusé, sonriéndole a mi fondo de pantalla, donde una foto de ambos relucía.
- ¿Sabes que yo estoy conduciendo, verdad? Tarde o temprano tendrás que decírmelo.
- No realmente, ¿podrías dejar de hablar? Estoy intentando tomarnos una foto. – le regañé, mientras intentaba tomar una foto decente, pero como era mi vieja costumbre, terminó siendo borrosa, y terminé amándola.
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BOY MEETS WHAT.
FanfictionLo que parecían pequeños gestos tan familiares para Hoseok y Taehyung, eran solo el inicio a algo nuevo - que ninguno de los dos- sabía como enfrentar. ¿Celos? ¿Miedos? Si estuviesen juntos tal vez pudiera ser mas sencillo, pero no lo era, no cuando...