037. Todo lo que sé es como amarte.

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[HOSEOK]

Había ansiado sus labios más que cualquier tesoro que el mundo me pudiera ofrecer.

Cada superficie de él era suave, era deliciosa, podría recorrerlas y aún perderme. La sensación de su cuerpo, temblando debajo del mío me hacía perder la cordura, la poca que le pertenecía en su totalidad, era toda suya, toda de Taehyung.

Me tomé mi tiempo besando cada parte de él. Pose mis labios en los suyos, bajando lentamente a su cuello, repartiendo caminos con la punta de mi lengua, escuchando como el menor se relajaba ante mi tacto. Sonreí, feliz, devorando su clavícula, y pecho. Hacía que su pulso se acelerara, lo notaba, se sentía bien estar así con él, de esa forma, era la única que yo conocía, porqué lo amaba.

En verdad lo amaba.

- Tae... puedo sentir los latidos de tu corazón. – le susurré volviendo a subir para encontrarme con su boca, obteniendo solo un gemido de su parte cuando reclamaba sus labios.

- Hoseok... - besaba sus hombros, sintiendo como poco a poco era más difícil ignorar la erección creciente en mis pantalones. – Déjame hacerte sentir bien...

- No... - contesté, centrándome en su cara. – Es mi turno. – encogiéndose como respuesta.

Tomé su boca dos segundos después, obligándolo a erguirse buscando más contacto entre nosotros. No podría mentir, pero los diversos sonidos que provenían de Taehyung me excitaban en niveles inimaginables.

- Dios... - jadeó debajo de mí cuando tomé su erección con mi mano, masajeando lentamente su miembro.

- ¿Te gusta?

La imagen frente a mis ojos era la representación más hermosa y erótica que mis ojos habían presenciado. Admirado. Taehyung era todo mío, cada parte en él me pertenecía en ese momento.

- Oh, por dios, Hoseok. – mi mano aumentó la velocidad en la masturbación, mientras el cuerpo de Tae temblaba. Lo callé con la boca, tomando cada uno de sus gemidos y jadeos para mí.

Sus manos se posan en mi espalda, siento como poco a poco los espasmo de su cuerpo son más frecuentes, tocando poco a poco el éxtasis total.

Lo necesitaba demasiado, casi tanto como lo amaba.

- M-más, m-más... - pedía con sus labios pegados en mi oído, produciendo en mí, un instinto casi salvaje, podría venirme con el simple hecho de escuchar su voz.

- N-no te detengas.

- Por nada en el mundo... - me limité a responder.

Los jadeos de Taehyung se hicieron cada vez más notorios, subiendo de volumen a cada segundo, con ello, lo hacía más mi velocidad, podía sentir las pulsaciones de su miembro en mi mano.

- ¡H-Hoseok! - estaba a punto, rozando el orgasmo.

Busqué sus ojos, encontrándolos como dos estrellas, que me mostraban mi reflejo. Quería decirle y mostrarle todo en cada mirada, pero me quedé expectante en su imagen, lucía hermoso, en cualquier sentido, con sus ojos café cristalinos, su respiración agitada y sus labios ligeramente abiertos.

- Te amo. ¿Me entiendes? – le susurré.

Estalla entre gemidos, jadeos, más potentes. Viniéndose en mí mano, recargando su cabeza entre mis brazos, que aún lo aprensan como un cárcel. Poco a poco bajo el ritmo, dejándolo disfrutar de las últimas partes de su orgasmo.

Verlo de esa forma se había vuelto una de mis drogas favoritas, una que consumiría cada día.

Poco a poco su respiración se recupero, mantenía los ojos cerrados, mientras yo le daba su tiempo, aún fascinándome por él. Pudiendo pasar toda la vida observándolo.

BOY MEETS WHAT.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora