Capítulo 1: ¿Saliendo del fuego o quemándonos más?

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En multimedia: M83 - We Own the Sky

Empezamos con la tercera parte, está dividida en dos (no que vayan a existir cuatro partes en vez de tres, sino que esta misma tercera parte tiene dos etapas) y será narrado por ambos (Ethan y Blair)

"Primera parte: La última prueba"

"Primera parte: La última prueba"

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Foto de BabiPM

~Blair~

Me he desplomado, como un animal salvaje que es cazado, siento la hierva rozando sin parar mi piel, el ardor es casi insoportable, escucho todo el alboroto que hay a mi alrededor, pero yo solo puedo permanecer junto a Kim. Ya no salen lágrimas de mis ojos, estoy sintiendo tanto en este preciso instante que me he quedado quieta, no estoy ni parpadeando.

El dolor asciende desde mi pierna herida hasta mi pecho. ¿Por qué estoy aquí? Es en lo único que pienso, ¿por qué fui a esa fiesta de fraternidad? ¿Por qué me dejé envolver por aquel gris magnético? ¿Por qué he elegido este infierno, en vez del cielo? ¿Cómo he llegado hasta esto?

Envolver la mano fría de Kim me provoca temblores. ¿Por qué justo ella? ¿Por qué siempre pierdo a los que más quiero?

Otra detonación se escucha cercana y una ola de polvo se levanta cubriéndome, toso, fuerte, escandalosamente, me cuesta respirar. Y aprieto la mano de Kim con más ímpetu, ¿mi hermano está vivo? ¿Mateo logró llegar? ¿Dónde está Ethan? ¿Los demás siguen luchando por sus vidas? ¿Kaleb nos ha abandonado?

Pienso y pienso y pienso, me hago miles de preguntas en menos de un segundo, no puedo moverme, no tengo ya ni ganas ni esperanzas. Aprieto la mano de Kim una vez más y giro hacia ella, hacia la rubia de ojos verdes.

—Kim —susurro—, Kim —hablo más alto—, Kim, Kim, Kim —grito—. ¡Kim! —quiero decir su nombre hasta que ya no tenga voz, quiero que me escuche de alguna forma, que sepa que no la dejé abandonada, que me quedé con ella, que la acompañé hasta el último segundo—. Lo siento, Kim, siento mucho todo esto, tú no merecías este final, tú merecías llegar a salvo, luchar por otra vida, conseguirla junto a Mateo. Ni siquiera sé si él esté vivo, Kim, por favor, por favor —suplico.

Miro de soslayo hacia mi alrededor, me siento perdida, expuesta, no tengo ideas ni ningún plan, no sé qué hacer, nunca lo he sabido. Trato de concentrarme, de ubicar de dónde hemos venido para continuar hacia el sur.

Me pongo de rodillas y el humo que me rodea no me permite ver con claridad, tardo demasiado en despejar un poco mi mente y concentrarme. Miro a Kim cada cierto tiempo, en mi cabeza sigue viva, en mi interior sigo creyendo que si la llevo conmigo podremos salvarla, que el helicóptero está ahí, esperando por nosotras, que somos las únicas que faltamos.

Peligrosa Atracción III (Siempre)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora