En multimedia: Shawn Mendes - Wonder
~Blair~
La imagen de Mark cayendo al piso se repite una y otra vez sin parar en mi mente, la bala entrando a su cabeza, la sangre salpicando por todos lados, la risa de los demás, la angustia de quienes eran sus amigos. ¿Nos traicionó? ¿En serio lo hizo? No puedo creerlo, no puedo aceptarlo y aunque no podamos hablar entre nosotros, sé que ni los chicos, ni Kim o Ethan pueden creerlo.
Mark siempre formó parte, siempre dio ideas, planes, siempre participó en cada cosa que decidíamos, me ayudó cuando estaba en sus manos y cuando no, lloró a mi hermano, estaba muy entusiasmado con encontrar a Ethan cuando lo creíamos muerto. Mark era familia. ¿Cómo pudo? ¡¿Cómo¡?
La sangre no deja de salir de su cabeza y miro a Ethan buscando una explicación. Me niego rotundamente a pensarlo como un traidor, ¡Dios mío! Es que era nuestro amigo, lo sabía todo, pero, solo eso podría explicar como es que nos han atrapado de esta manera, como es que se enteraron de que estábamos en aquellas cabañas, como es que nuestros planes siempre terminan mal.
¿Por qué lo hiciste Mark? ¡Por qué!
Ethan solo niega con la cabeza y hay mucho dolor reflejado, porque seguramente piensa igual que yo, ¿cómo? ¿Dónde? ¿Por qué? Y aún así no deja de quemar por dentro verlo tirado en el suelo sin vida. De todos, fue el más amable conmigo cuando los conocí, pensé que era bueno... pensé...
Un mareo insolente se apodera de mí, todo el lugar me da vueltas, no quiero ni pensar en quién será el siguiente, no tengo control sobre mi cuerpo, se estremece cada vez que ese hombre habla.
Ahora incluso pienso que es mejor que Nathan ya esté descansando de este maldito castigo. Y, por más que intento encontrar una luz, una esperanza, entre más veo a todos y pienso en lo que acaba de pasar, menos ganas tengo de intentar al menos hacer algo. Trato de creer que los padres de Norma notarán su ausencia y llamarán a la policía.
Aunque esa esperanza tampoco es muy viable, a estas alturas del partido no me sorprendería nada que los policías que se hagan cargo sean también secuaces de Petroski.
Otro de sus malditos perros fieles se nos une y se lleva el cuerpo de Mark. No me siento nada bien, el mareo empeora con cada minuto que transcurre. Petroski ha salido de la bodega, aunque estamos rodeados por sus secuaces. Llamo a Norma un par de veces, no hace ningún movimiento, la idea de que está muerta crece cada vez más en mi interior. Intento fijar mi vista en la pared. No puedo verlos, ya no.
—Tranquila, no sé cómo, pero te voy a sacar de aquí —me susurra Ethan.
Sí, quiero salir de aquí más que nada en el mundo, pero no quiero ser la única que sobreviva, ¿cómo podría vivir así? Sola en el mundo. ¿Cómo podría una persona seguir respirando con tanto dolor acumulado en su pecho?
La siguiente en entrar es mi madre y todas mis alarmas se encienden, si la tenía separada de nosotros es porque... ¿nos ha traicionado también? ¿Van a matarla frente a mí? No, joder, apenas y acabo de recuperarla. Ella me mira con pesar, no, no, no. ¿Qué has hecho mamá?
Viene atada de pies y manos y Petroski la apunta con un arma y mamá empieza a llorar.
—Por favor... —me atrevo a suplicar.
—Eso... por favor... por favor, Tessa, cuéntale a tu hija por qué estás aquí —le sugiere Petroski.
—Vicent... por favor...
—¿Por favor? Mira Blair, que no sabes la gran historia, pero si ella no quiere contarlo, lo haré yo. Tu madre en realidad desde muy joven me conoce, nos enamoramos, ¿puedes creerlo? Yo era un ruso recién llegado, con muchas ansias de formar mi imperio y mi propia organización. Tu madre no quiso esperarme porque siempre le ha gustado más los billetes que otras cosas, así que pensó que el pelele de tu padre haría fortuna más rápido haciendo el bien, pero... no fue así.
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Peligrosa Atracción III (Siempre)
RomansTercera y última parte de la trilogía "Peligrosa Atracción"