Peligrosa Atracción III (Siempre)

Capítulo 16: Sorpresa, sorpresa.

En multimedia:Sanders Bohlke - The Weight of us

Capítulo dedicado a lina9210 💖

~Blair~

******

Pensé que esta clase de momentos tardarían en llegar al menos un par de días más, que como la vida empezaba apenas a sonreírnos después de todo lo que hemos vivido el último año, al menos nos permitiría a Ethan y a mí, volver a nuestra lejanía inevitable lo más normal posible.

Pero, al ver las luces de las patrullas y a Kaleb en la entrada principal del hotel totalmente eufórico, moviendo los brazos frenéticamente y gritando a todos los que se le acercan, entiendo que, las cosas seguirán bajo el mismo ritmo mientras nos empeñemos en hacer nuestra voluntad.

¿Quiero llorar? Sí, claro que quiero porque la corta felicidad que hemos experimentado en veinticuatro horas vuelve a convertirse en un suplicio, en una agonía lenta y poderosa.

¿Voy a llorar? No, ya no hay tiempo para eso.

—¡Puta mierda! —escucho decir a Ethan—, ¡maldita sea!

—¿Cómo nos ha encontrado? No lo entiendo. Nadie sabía que estábamos aquí.

—No lo sé. Mierda y más mierda.

—¡Ethan! —chillo nerviosa.

—¿Atacamos? —pregunta Ashton ya con su arma en una mano, veo cómo varios autos aparecen desde otras calles, personas caminando como si nada empiezan a sacar sus armas y la policía no tarda nada en darse cuenta de lo que está pasando. Ellos también apuntan hacia nosotros.

Ethan me mira unos segundos indeciso mientras todo se descontrola aún más afuera, si ataca, las probabilidades de salir heridos son altas, si ataca y nos atrapan y no salimos heridos seguro Kaleb hará efectiva la orden de prisión y todo se volverá más complicado incluso con la nueva negociación que tenemos en nuestro poder.

Necesito que Ethan esté libre, al menos libre en L.A, con su gente, en su sitio, en su mundo, tiene que llevarse a Marina con él y concluyo en que la única manera de evitar un derrame de sangre innecesario y que él tenga tiempo de huir y marcharse, es que yo baje de este coche y camine por voluntad propia hacia el otro bando.

—¡No! —chilla enojado antes que siquiera lo proponga. ¿Cómo es que me adivina el pensamiento?

—Ethan, tú mismo me dijiste que debo regresar.

—Pero no así, no voy a dejarte ir con un hijo de puta que seguro está furioso y aparte huir mientras aguantas su rabieta de mierda. Yo quería dejarte en Seattle personalmente, defenderte si es posible de ese infeliz y de quien sea.

—No es necesario, tú sabes que no me hará nada.

—Señor —lo llama Ashton, ambos volteamos a ver hacia el frente, los policías se están acercando y los hombres de Ethan se preparan para disparar.

—Ethan, por favor, sigue mi plan esta vez, voy a bajarme y nadie disparará. Lo más seguro es que Kaleb me lleve enseguida a donde se suponía que tendría que estar hoy oculta, así que tienes que recordar que todos los papeles de los que te hablé, la evidencia y demás están detrás del mueble entre la nevera y el lavaplatos. 224832 es el código —susurro.

—Blair —me llama.

—Me quiere a mí.

—No puedo irme sin saber qué pasará, si te tratará bien o se pondrá sus moños de hijo de puta y agente por fin. Es mejor si te acompaño, necesito saber en qué condiciones regresas.