En multimedia: Kina - Get you the moon (ft Snow)
Capítulo dedicado a quejivellus 💖
~*~
Ethan
~*~La cargo hasta el baño, la pongo en el lavado y quito su camisa, me río al ver el sujetador que antes había estado ausente y por lo cual hice una rabieta. Pierdo mi cara en medio de sus tetas e inhalo ese aroma que desprende su piel, el cual me seduce de una forma poco comprensiva. Muerdo sus pezones por encima de la fina tela del sostén y la escucho quejarse.
—¿Ves cómo estorba esa cosa? —Espero que esté bromeando.
—Claro, estorba porque estoy yo, aquí —le digo quitándoselo por completo—, porque yo si puedo verlas y tocarlas —le explico tomándolas con mis manos, son tan suaves y tersas, tienen un tamaño normal, ni tan grandes ni pequeñas, caben perfectamente en mi mano, y entre más las toco y las acaricio más duro me pongo.
Con los pulgares dejo círculos sobre sus pezones en lo que el resto de mi palma masajea a su antojo. Ella se remueve en el lavado y traga grueso.
—¿Te gusta?
—Sabes que sí.
—¿Qué tanto? —le pregunto mientras le doy pequeños pellizcos.
—Mucho.
Apenas y acerco mi boca a uno de los pezones y paso la punta de mi lengua, lo hago otra vez en el otro e intercambio hasta que me empuja y empieza a desvestirme muy desesperada. Ella también hace lo mismo.
—Espera, espera —la molesto y la subo una vez más al lavado. Tiro de su cadera haciéndola quedar con su trasero mitad en el granito blanco y mitad al aire. Se apoya con las manos y pongo sus piernas sobre mis hombros. Le doy una repasada y abro más sus piernas—. Te dije que me comería tu coño.
La muy inocente separa más las piernas y me río, nunca se ha sentido cohibida respecto al sexo y la verdad es que con ninguna otra cosa conmigo, yo tampoco con ella, supongo que no hay nada mejor que estar en donde se puede ser uno mismo, sin prejuicios, sin tabúes, sin juzgar.
Me paso la lengua por los labios al ver la humedad de su intimidad, justo en el inicio de su hendidura con la punta de mi lengua inicio a separar sus labios, hacia arriba y hacia abajo y chupo, lo repito en cada maldito centímetro hasta llegar a su interior donde hundo mi lengua lo más que puedo. Subo repentinamente y me tomo mi tiempo masajeando su clítoris con mis dientes, seguido de mi lengua, para luego succionar hasta que chilla y tira de mi pelo y me obliga a mirarla.
—¡Ahora necesito que tu amigo me visite! —exige.
—¡Vaya! cuánta urgencia.
No la hago esperar más, sus deseos son órdenes para mí. Así como la tengo acaricio su sexo con mi miembro y me separo solo un centímetro para ponerme un preservativo. Ya hemos sido demasiado irresponsables para las condiciones en las que vivimos.
Le tomo el pelo de la raíz y lo enrollo en mi muñeca, tiro ligeramente y me hundo sin previo aviso, no dejo ni una sola parte fuera, la quiero hacer chillar hasta que se quede sin voz.
Cierra los ojos y me ayuda a sostenerse, ahora sí, por completo con las manos y mueve sus caderas hacia adelante. Las piernas le tiemblan alrededor de mis caderas.
—Querías que te follara así, ¿verdad?
—¡Ah! —grita cuando empiezo a moverme con rapidez, a bombear como si fuese el jodido demonio, tanto, que ante nuestros movimientos el espejo de alguna forma se desprende del mueble y se hace añicos.
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Peligrosa Atracción III (Siempre)
RomanceTercera y última parte de la trilogía "Peligrosa Atracción"