Peligrosa Atracción III (Siempre)

Capítulo 12: Miles de kilómetros.

En multimedia: Taylor Swift - Peace

Capítulo dedicado a Deii_Bta  💕

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Blair

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Presiono el teléfono en mi pecho, primero, porque al escuchar a Rebeca decir tal cosa me ha entrado una furia descomunal, ya sé todo lo que se dice en la actualidad, que hay que confiar, que hay que ser maduros, que no hay que crear novelas en la cabeza, tampoco ser impulsivos. Y mucho menos enloquecer cuando estas cosas pasan, pero no es sencillo.

No si estás a miles de kilómetros sabiendo que cuando atrapen a Petroski la supuesta normalidad que has vivido hasta hoy se acabará y la persona de la que estás enamorada irá a prisión por mucho años. No cuando la mujer que lo asecha, porque sé que es ella, por diversión, porque le gusta Ethan, o por pincharme hasta que explote, la que lo hace, es bellísima. No parece un agente de la DEA, parece una miss.

No importa cuánto lo intente, ya me he imaginado más de una escena y siento que me quemo.

No debí colgar, ignoro hasta cuándo podré volver a hablar con él, ¡diablos! Ni siquiera sé si podré volver a verlo. Y están pasando tantas cosas, como siempre. Mi madre está durmiendo en el sofá de la sala, tía Lili y yo no nos hablamos y la señora Marina podría estar viva.

Quiero tomar de los cabellos a Rebeca, ¿y por qué la vio desnuda? ¿Cómo cojones pienso en algo más? ¿Por qué Ethan ha entrado a su habitación? ¿O fue en la suya? ¿Por qué ella estaba desnuda? ¿En qué condiciones estaba él? ¡Mierda, mierda, y más mierda!

—Blair —me llama Kaleb, sí, esa es la segunda razón por la que he colgado. Me ha atrapado. Me arrebata el teléfono de las manos y lo quiebra estrellándolo en la pared, doy un brinquito asustada—. ¿Por qué carajos has hecho esto?

—No he llamado yo, te han llamado.

—Me da igual, ¿hasta cuándo vas a comprender lo que está ocurriendo? ¿Qué más necesitas ver para darte cuenta de que estás viva de milagro, que tu hermano está a no sé cuántos metros bajo tierra? ¿Qué tus amigos pudieron morir también?

—No tienes que recordarme que Nathan ha muerto.

—¿Entonces qué hago? Estoy tratando de salvarte la vida y aunque no tengo muchos ánimos de hacerlo se la estoy salvando a un delincuente de mierda al mismo tiempo. ¿Crees que esto es normal? ¿Piensas que enviar a mi gente con tu noviecito es lo que haría cualquier agente de la DEA con mi experiencia? ¿De verdad crees que ofrecerle el trato que le he ofrecido es lo que nos recomiendan cuando nos preparan?

—No me regañes como si fueras mi padre y como si no supiera todo eso.

—¡Pues parece que no lo sabes! Debería arrestarlos a todos de una jodida vez, incluida tú, debería hacerlos pagar por todos los delitos que han cometido y no ser este buen hombre de mierda que se ha saltado treinta mil reglas para ayudar a una niña a la que le doy igual.

—¡Pues hazlo! Nadie te ha pedido tu ayuda —le grito. No debería, su ayuda es lo que nos mantiene vivos, es lo que nos da la posibilidad de salir bien librados de esto.

—El niñato de tu novio lo hizo, ¿o de eso tampoco te das cuenta? No es más que uno de los cientos de escorias en el país, ¿cómo puedes arriesgarte de esta manera por alguien como él?

—Deja de hablar mal de Ethan, tú no sabes nada de él. ¡Nada!

—Sé lo suficiente, que es un delincuente, un narco, un asesino, un hombre que se aprovechó de una niña de dieciocho años que creía que el mundo del narcotráfico era como en las series que seguramente ha visto en Netflix. Que en vez de protegerla y sacarla, le ha enseñado a disparar, le ha enseñado a matar, ha provocado que abandones la universidad y tu hermano, ha muerto como daño colateral de todo eso. ¿Eso es lo que amas? —termina su discurso con esa pregunta tan tonta.