El destino está cambiandolo todo.

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Alex tenia los ojos muy abiertos yo notaba como a veces abría su boca para decirme algo pero al final siempre la cerraba porque no sabía que decirme.

-Alex no me digas nada, además no quiero que me hables nunca más, tampoco quiero verte. Esta vez los problemas no iniciaron por mi culpa sino por la tuya- Continué diciéndole.

-¿Qué? ¿De qué hablas Gabriela?-

-Una niña me empujó contra los casilleros y me advirtió que no me acercara más a ti o si no yo sufriría, y solo por el hecho de que nos abrazamos-  Agaché mi mirada -Estoy en peligro por ti.

-Lo siento, Emily está obsecionada conmigo desde que éramos pequños, pero ¿En verdad me dejarás de hablar por eso?- Dijo Alex con un tono triste en su voz.

-¿Y de qué me sirve hablarte si en el único lugar en donde somos los "amigos inseparables" es aquí? Si es así, prefiero ser la chica que no tiene amigos, otra vez-

Alex me miró con una tristeza extrema en sus ojos y salió de mi habitación. Yo misma había dado fin a nuestra corta amistad.

"Ya no llorarás, no te inmutarás, no sentirás" Me decía a mi misma para estar aunque sea mas tranquila porque no podía sacar de mi cabeza la última mirada que me había dirigido Alex.

Comencé a hacer tareas para distraerme un rato y luego comencé a dibujar, me encantaba dibujar. Dibujé unos casilleros, era lo que simbolizaba mi día.

Emily, así se llamaba la niña y sí, si estaba obsecionada con Alex y que mal se debería de haber sentido ella cuando yo lo abracé por lo mismo no la molestaría mas.

En todo el día no había comido nada y eso era un logro para mí, tampoco tenía hambre y eso me hacía sentir feliz.

Tenía mucho tiempo libre aún y decidí meterme a facebook, tenía un poco de inseguridad al hacerlo al recordar que mi última conversación había sido con Sam y yo la había terminado de una mala manera. Y tal como lo pensaba y lo esperaba, si tenía un mensaje de Sam.

Samuel Richardson dice: No Gabriela, no me pone nada feliz que te hayas ido, de hecho estoy muy triste, no medí las consecuencias y por lo mismo me gustaría juntarme contigo porque siento que las disculpas te las debo pedir en persona, además me gustaría decirte algo que debería de habertelo dicho de hace mucho tiempo, pero soy un cobarde.

¿Qué? ¿Algo que me debería de haber dicho de hace mucho tiempo? Sí, seguramente era una broma pero algo me decía que debía de juntarme con él.

Gabriela Haro dice: Yo no quiero volver a esa ciudad, lo siento.
Samuel Richardson dice: Dime tu dirección yo iré a ti, al lugar que sea, necesito pedirte disculpas en persona, además como te dije, necesito decirte algo que debería de haberte dicho de hace mucho tiempo.

Vaya, sonaba desesperado. Por lo mismo le dije mi dirección y me dijo que nos veríamos el fin de semana. Esperaba que no fuera una broma aunque de todos modos no me sorprendería.

Pensé toda la tarde en Sam, él me gustaba mucho y no lo podía controlar, pero era inevitable a veces querer olvidarlo por todo el daño que me había causado.

Llené la tina con agua helada, había leído en la web que eso ayudaba a quemar calorías y decidí hacerlo. Me desnudé y me senté en la tina. Estaba tiritando, el agua estaba muy helada pero me iba a resistir. Recordaba perfectamente que había dicho que haría hasta lo imposible para poder adelgazar. Al salir de la ducha me abrigué, había quedado con mucho frío, ordené los cuadernos que ocuparía al siguiente día en la escuela y luego me acosté.

A la mañana siguiente desperté y me fui directamente al baño para darme una ducha con agua helada, luego me vestí y me cepillé mi larga cabellera lisa, me había quedado tiempo de sobra y no bajaría aún porque mi madre me haría tomar desayuno, cosa que no quería.

-Ya nos vamos- Gritó mi padre desde el primer piso.

Tomé mi bolso y bajé. "Toma, lleva esta comida" mi mamá dijo pasandome una bolsa de papel con una pequeña colación.

Nuevamente me fui callada en el camino junto con mi padre y me despedí de él con un beso como todos los días. Me bajé del auto y. entré al colegio como si nada, no me fije en nadie, era mejor asi.

Fui hasta mi casillero y nuevamente cayó una nota al suelo.

Estás en problemas Gabriela.
Att: E <3

Genial, los problemas habían comenzado. Emily no tan solo era una obsecionada sino también una acosadora. Me atemorizaba lo que podría hacer.

Fui hasta el salón y estaba Alex ahí,solo. Me hubiera acercado a hablarle pero ya tenía problemas por culpa de él, no quería mas.

Me senté sola, aún no tocaban para el inicio de clases. En la sala solo estabamos Alex y yo y eso me incomodaba, me imaginaba que en cualquier momento entraría Emily y se imaginaría lo peor, lo bueno es que no era de nuestro salón.

Tocaron el timbre de inicio de clases y los alumnos comenzaron a entrar rápidamente y luego entró el profesor, lo saludamos, nos sentamos y comenzó su clase.

Tomé atención a su clase, el día anterior había estado muy desconcentrada como para no hacerlo.

Salí al primer recreo y me encontré con Emily esperandome afuera del salón y entrelazó su brazo con el mío como si fuéramos las mejores amigas, no quería hablarle, era seguro que estaba muy enojada. Me llevó al otro extremo de la escuela a un lugar donde no había nadie, solo estabamos yo, Emily y sus amigas.

-No cumplistes mis órdenes Gabriela- Decía Emily con ganas de llorar- Te vi hablandole ayer a Alex en la salida ¡¿Por qué lo hiciste?!-

-Pero él fue el que...que me habló- Dije con miedo porque sabía que a ella le dolería.

-!¿Pero entonces por qué mierda le respondiste?!- Dijo tomando mi cara fuertemente y eso era lo que me sorprendía, su fuerza -¡No quiero que le hables nunca mas!- Me samarreaba del pelo y yo lloraba del dolor.

Ella estaba enojadisima, y por primera vez era válido decir que alguien tenía celos de mí. Emily no podía controlarse y comenzó a arañarme la cara, yo seguía llorando y a veces gritaba por auxilio pero ella decía que me callara y me pegaba cachetadas. Estaba loca.

-Eres una gorda asquerosa, Alex jamás se fijará en ti, jamás, nunca lo hará- Yo lo tenía muy claro y tampoco quería que se fijara en mi pero supuse que me lo decía para la tranquilidad de ella misma.

-¡Auxilio!- Yo gritaba.

-Me tienes harta- Dijo Emily- Susan pasame la cinta adesiva- Se dirigía a una de sus tres amigas que la acompañaban para presenciar su acto de crueldad.

Emily me pegó mucha cinta adesiva en mi boca y luego ella junto con sus amigas comenzaron a pegarme patadas por todo el cuerpo, yo estaba muy adolorida. Emily me tomó de mis manos y me arrastró hasta una pequeña bodega que contenía escobas, paños y entre otros utensilios de aseo. Y me dejaron ahí encerrada y me ataron las manos y piernas, y me dejaron sin que yo no pudiera hacer nada, y ellas no tuvieron ni siquiera un poco de piedad.

Era mi segundo día de clases y ya había tenido bastantes problemas, había roto una corta amistad que había sido muy importante para mí y una loca que estaba obsecionada con el único amigo que había tenido en mi vida me había encerrado en una bodega abandonada de la escuela donde seguramente nadie me encontraría.

 

El espejo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora