30 Cosas de un perdedor

CAPÍTULO TRECE

—Mierda, Bruce, estás hasta al tope—escuché que dijo Matthew.

Según yo, no había tomado tanto. En el juego de verdad y reto que estábamos haciendo en cada ronda teníamos que estar tomando vodka, pero la verdad yo sentí que a penas y tomaba un trago completo.

—Toma—habló Allison entregándole una toalla a Matthew, y en cuanto me vio continuó—, ew.

Volví a devolver el estómago, una vez más.

No me sentía como si estuviera habitando en algún lugar, sabía que estaba apoyado en el retrete porque así era como lograba distinguir, ya que mi vista también estaba hecha una mierda. Pero en sí, no tenía sentido del tacto y todo el cuerpo me hormigueaba, por lo que comenzaba a reírme.

—Definitivamente esto de las fiestas no te va Bruce.

—Ya se acostumbrará. —Respondió Allison medio riendo y aún poniendo la toalla por mi cara.

A pesar de que ahora estaba hecho mierda, me divertí. Ahora sé por qué es que los adolescente o jóvenes es que suelen hacer esto tan seguido.

Y a decir verdad, no me vendría mal que yo también hiciera esto más seguido.

Sí, puede que sea malo, y tal vez me ponga estúpido por algunas horas, pero miren a Connor, que suele hacer esto y sin embargo sigue estando de pie en el estudio y en el mantenimiento del apartamento.

Oh, Bruce, ahora no sólo dices y haces mierdas, sino también las piensas.

—Aquí estás, por fin te encuentro. —Habló una voz conocida entrando por el baño.

Podría haber reconocido a la persona viéndola, porque la voz ya me era familiar. Pero sin embargo en ningún momento se volteó hacia a mí, y qué les puedo decir, todo lo estaba viendo no en dos... Sino ocho veces más de como debería de ser.

—¿Ahora qué?—escuché la voz irritada de Allison.

—Quiero... Oh, hola Matthew.

No pude ver bien qué expresión había hecho Matthew, pero podía notar que aquella presencia le molestaba, porque de Allison a Matthew, a pesar de que figuraba ser un hombre rudo "No me veas, que te pateo el trasero" él era el más amable y educado.

—¿Puedes irte? Me estás cagando la noche, en serio.

—Allison, sólo quiero que salgamos una vez más. Tú decidirás después de esa noche si quieres que te deje de molestar o... Quieres estar conmigo. —Habló el chico de voz familiar.

Estaba esperando que en algún momento Allison dijera su nombre para por lo menos memorizarlo para el momento en el que pudiera recordar con claridad poder reírme de él por estar tan idiota por Allison.

No es como si fuera algo nuevo que Allison tenga a varios detrás de ella, pues no era fea. Era guapa, muy guapa, su forma de ser era agradable con las personas que se le daba la gana, y... Besaba bien. Muy bien.

Sí, ella está guapa y ahora yo estoy ebrio así que no me juzguen por decir la verdad.

—Déjala en paz. —Habló Matt con la voz dura.

—¿Bruce?—dijo el chico sorprendido.

¿Ven que era conocido? Él ya me había reconocido, pero gracias a mi estado actual yo no podía hacerlo lo mismo con él, incluso las voces se empezaban a escuchar con eco.