30 Cosas de un perdedor

CAPÍTULO CUATRO

La noche se pasó rápida.

Todo el rato que estuve en la fiesta estaba con Matthew y con Allison.

La verdad es que no me quejo, pasar el rato con ellos no estaba tan mal.

Prácticamente los obligué a bailar. Ya que aquellos sólo servían para las fiestas "juveniles" y las canciones que ponían no eran nada juveniles.

¿Acerca del tema de Allison?

Ella solo hablaba para decir algo que quisiera hacer, como "vamos adentro" "dame un cigarrillo" "me hartó la música, salgámonos", y yo en ningún momento volví a preguntarle de nada.

¿Yo realmente quería conocerla?

Sólo quería saber si realmente su forma de ser tan agria era así con todas las personas ó sólo con las que no conocía. Tal vez solo conmigo. O el por qué su forma de ser así.

—Tenemos que irnos ya, Bruce. —Dice mi madre acercándose a nuestra mesa. Y es que toda la noche se la ha pasado bailando.

Como dije antes, alma de joven.

—Oh, qué bueno que ya has conocido a Allison. Es tan linda. —Comentó mi madre mirándonos a ambos.

Seguro se confundía de Allison hija de Derek, porque esta Allison hija de Derek era una gruñona malhumorada... Ah, y vomitona.

—Hasta luego, Matthew. —Comenté yo a aquel chico dándole un saludo y cambiando de tema. Quería decirle lo mucho que se equivocaba, y al ver a Allison sonreírle de una manera dulce me dieron aún más ganas de hacerlo. Pero recordé lo que había dicho Matthew, y no la echaría de cabeza.

Aunque no sé por qué es que me estaba absteniendo a echarla de cabeza, si se lo merecía, y yo no iba a decir más que la verdad.

Así que volví a mirar a Allison.

—Hasta luego, Allison. —Dije acercándome a ella para saludarla de beso.

Me sentía extraño. Allison no parecía de las chicas que saludaran con beso y abrazo, si quiera que saludaran. Sin embargo, me correspondió y me dijo:

—Nos vamos a volver a ver, Bruce.

•

—¿Qué tal te fue ayer?—preguntó Connor mientras entraba al comedor.

Ayer no hablé nada con él, ya que prácticamente estaba muerto (no literal, no se asusten). Por más que tocaba la puerta del departamento no abría, y yo no cargaba con llaves. Pero mi buena madre tiene fácil 10 copias de ellas.

—No estuvo tan mal. Adivina quién estuvo ahí.

—¿Hombre o mujer?—habló entre dientes mientras comía una galleta.

Pensé un momento.

—Sexo no defendido, no sé. A veces parece chica, pero por su actitud...—a penas iba a terminar la oración cuando Connor me interrumpe.

—Allison, la que casi te mata de un golpe para nada femenino. —Contestó riéndose

—Mierda, es que en serio. Esa chica tiene una actitud que ay caray.

No mentía, a todos les consta que su actitud era de "mírame y no me toques".

—Ya había escuchado desde antes que Allison es una chica demasiado ruda, y rebelde. Recuerda el montón de mierdas que ha hecho en el colegio, dice que en la calle es mil veces más atrevida.