CAPÍTULO QUINCE

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—¿Pasa algo?—hablé por el teléfono.

Después de que había regresado al apartamento había encontrado a Connor acostado en su cama durmiendo junto a sus tampones regados. Sí, no pude evitar tomarle una foto.

Y Gen, ella había decido hablar con papá acerca de todo el asunto que la había hecho alterar.

Así que bien podía salir y nadie se habría dado cuenta de que había llegado antes de lo esperado, ya que el rato que salí con Hillary no fue mucho.

—Estoy aburrida, deberíamos salir. ¿Por qué no salimos?—habló Allison, con un silencio de fondo. Lo que quería decir que no había fiesta alguna.

—¿Estás aburrida y no has hecho una fiesta? Me sorprendes.

—Matthew no está, así que yo no puedo hacerla sola. ¿Quieres hacerla conmigo?

—Paso.

—Mejor pasa por mí a las ocho con diecisiete.

Miré el reloj.

—Allison, son las ocho con dieciséis.

—Aquí te espero. —Dicho esto colgó.

Rebusqué en los mensajes que tenía de Matthew, ya que en uno de ellos me daba bien su dirección (que ya había olvidado).

Tomé el Jeep de Connor y fui por Allison.

Espero y no se enoje, pero en los tiempos en que arreglaban mi auto me acostumbré a su Jeep.

Estaba llegando y Allison ya me esperaba en los primeros escalones de la casa de Derek y Larissa, fumándose un cigarrillo.

—Uh, llegas tarde—habla acercándose a la puerta del copiloto y aplastando el cigarrillo con la suela de su bota, después de esto se sube.

—Vivo a media hora de aquí. No iba a llegar a la hora que me dijiste.

—Como sea—rodó los ojos y continuó—, deberíamos de pasar al muelle, venden unas hamburguesas riquísimas ahí.

Y nos dirigí a donde ella había dicho.

Sinceramente, no había pensado a dónde iríamos antes, ya que ella ha sido la de la idea de salir.

El muelle no estaba nada mal, bueno, he ido pocas veces, pero el ambiente es agradable. Antes de llegar al muelle, hay unos cuantos puestos de comida, y cuando ya estás realmente en el muelle la vista es agradable.

Mientras íbamos en el Jeep hacia el muelle, Allison buscó algunos discos para poner. Aunque que yo supiera Connor y ella eran de gustos diferentes, así que no creo que encuentre algo bueno que poner de acuerdo a sus gustos.

Siete: tus gustos son tan feos, que sólo conozco a Fall out boy de los discos que tienes. ¿No tienes algo más... Pesado?

—Tengo herramientas. ¿Te sirve?

—Gracioso. —Rodó los ojos mientras intentaba ocultar un sonrisa.

—En realidad, no son míos. Tampoco este Jeep. —Hablé mirando hacia al frente.

—Tampoco los bóxers que te obsequié con tanto cariño, y sin embargo los agarraste.

—¿Sabes? Debí ponértelos en la cabeza. —En cuanto terminé de hablar ella no aguantó más y comenzó a reír.

Seguí manejando mientras Allison iba tarareando Uma Thurman, con el volumen no muy bajo no muy alto.

30 Cosas de un perdedor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora