♚20♔

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-Será mejor que vayamos dentro -dice Trevor al cabo de los segundos-. Nadie viene por aquí pero no quiero arriesgarme a que nos vean.

Le sigo hasta el interior, con las mariposas de mi estómago aún revoloteando. Trevor se quita la sudadera, debajo lleva una camiseta del equipo de fútbol de la universidad, pero algo sobre sale de la cinturilla de su pantalón.

-¿Qué es eso? -pregunto y Trevor sigue la dirección de mi mirada. Da dos pasos atrás y se levanta la camiseta, y justo ahí, en la cinturilla del pantalón, está su pistola.

-Siempre tengo que llevarla conmigo -dice con total pasividad y vuelve a cubrir el arma -, es una cuestión de seguridad.

Trago saliva y noto como se me acelera ligeramente el corazón. Puede que para él sea la cosa más normal, como quien siempre lleva un coletero en la muñeca o un reloj, pero ahora mismo yo me encuentro congelada.

Debo de tener mala cara ya que Trevor camina hasta la cómoda y deja el arma sobre ella.

-¿Sabes qué? Ahora mismo no la necesito -sonríe ligeramente -¿Quieres tumbarte en la cama? Te aseguro que no te vas a arrepentir.

Sonrió tímidamente y me tumbo sobre el colchón. El tacto es suave y mullido, siento que me hundo en él y las sábanas son tan suaves que es como si flotase en una nube.

Trevor se descalza y se tumba a mi lado, después tira de un cordón y el dosel que bordea la cama se abre y nos envuelve.

-De pequeña deseaba tener uno de estos -sonrío ante el recuerdo-. Mis padres nunca me lo compraron.

Trevor me devuelve la sonrisa y entonces me doy cuenta de lo extraño que es verle tumbado en una cama, rodeado por un velo como las princesas de los cuentos.

-¿Por qué no me hablas un poco de ti? -dice y mueve su mano por encima de las sábanas hasta que nuestros dedos se rozan -. Tú sabes mi mayor secreto, pero yo a ti a penas te conozco.

-Eso es cierto -me giro en su dirección, apoyando el peso sobre uno de mis codos -¿Y qué quieres saber?

Trevor me mira con sus ojos grises y divertidos.

-No soy yo quien sabe las mejores cosas sobre ti -dice y enarca una ceja -. Cuéntame tus mejores recuerdos, aquello que te haga feliz.

Por un momento pienso en que quizá quiera que le cuente historias bonitas porque está cansado de tanta tristeza, así que pienso en las cosas más bonitas de mi vida y comienzo a hablar.

Le hablo sobre Niall, sobre la primera vez que pinté en un lienzo, sobre cómo me sentí el día de mi graduación... Cada bonito recuerdo, cada gota de felicidad sale de mi cuerpo esperando contaminarlo todo.

Trevor me escuchar tranquilo, mientras me acaricia el brazo cariñosamente. En algunas partes de la historia puedo ver anhelo en su mirada, tal vez por la vida normal que jamás pudo tener, sin fiestas de cumpleaños ni graduaciones.

-Parece que has sido feliz -dice finalmente.

-No siempre, pero he tenido suerte con la gente que me rodea.

Eso último provoca que Trevor se encoja un poco, pero se recompone tan rápido que incluso creo habérmelo imaginado.

-Tengo una pregunta para ti -digo de repente y él vuelve a parecer divertido.

-¿Ah si? ¿Cuál?

-¿Si eres tan malo con los estudios cómo es que estás en la universidad? -pregunto y Trevor suelta una carcajada.

-Lo cierto Alex, es que esperaba cualquier pregunta menos esa -se pasa la mano por la frente y se retira los rizos -. Es una tapadera.

Abro los ojos y me incorporo un poco.

-¿Bromeas? -pregunto, pero no parece estar de broma.

-Es cierto, hacerme pasar por un estudiante más de la UBA resta sospechas sobre mí. -saca un paquete de tabaco del bolsillo de su pantalón y se enciende un cigarro.

-De todas formas consigues llamar la atención-admito, y añado -: Con todos esos tatuajes.

Trevor enarca una ceja y se mira el brazo.

-Supongo que me gusta destacar -sonríe.

Entonces escuchamos un ruido dentro de la casa, un ruido fuerte. Nos incorporamos en la cama y nos quedamos mirando hacia las escaleras pero no vemos nada.

-Voy a bajar -dice Trevor mientras sale de la cama y coge su pistola -. Tu enciérrate en el baño y no salgas hasta que yo te lo diga.

Asiento con la cabeza y corro hacia el baño mientras escucho como Trevor carga su arma y se dispone a bajar por las escaleras.

Encerrada en el baño miro a mi alrededor, buscando algo que pueda servirme como posible arma. Cojo un jarrón de cerámica con pastillas de jabón dentro, lo vacío y me quedo parada frente a la puerta.

Paso unos minutos en silencio, con el cuerpo paralizado por la tensión, hasta que escucho unos pasos subiendo por las escaleras. Me aferro al jarrón mientras los pasos se aproximan y se detienen frente a la puerta del baño.

Genial, seguro que es Trevor, solo él sabe que estoy aquí.

Entonces, sin soltar el jarrón, abro la puerta muy despacio.

Al otro lado alguien me apunta con un cuchillo justo en el cuello, solo distingo un destello azul, entonces grito.

-¡Alex, me has asustado! -Gabe baja el cuchillo y lo tira al suelo -¿Qué haces aquí?

-¿¡Qué yo te he asustado!? -digo elevando el tono de voz -¡Me estabas apuntando con un cuchillo!

Gabe enarca una ceja al ver el jarrón y yo lo dejo en el suelo muerta de vergüenza.

-No esperaba encontrarte aquí-se sincera -. Pero verás, he estado pensando mucho en ti... Quería disculparme.

Juego con la manga de mi sudadera de forma nerviosa.

-Le conté a Jessie que tú sabías nuestro secreto, debí imaginarme cómo reaccionaría -continúa Gabe -. Te puse en peligro y lo siento mucho.

Me cuesta procesar el hecho de que un RP esté pidiéndome disculpas.

-Está bien -digo, encogiéndome en mi sudadera -. Todo salió bien así que no tienes por qué disculparte.

Gabe sonríe y el piercing de su labio destella.

-Si, me alegra verte bien -susurra y me coloca un mechón de pelo detrás de la oreja.

Me encojo ante su tacto y recuerdo nuestro beso, ese beso desesperado que le di en el parking de la heladería. Todo mi cuerpo se vuelve gelatina.

Gabe se acerca a mí. Sus ojos castaños me miran con una gran pregunta, en su mirada hay un brillo que antes no estaba.

Sus manos se deslizan por la parte posterior de mis muslos y me levanta. Le rodeo la cintura con mis piernas y él me apoya en el lavabo. Gabe acerca su boca a la mía pero nunca entran en contacto.

-¿Quieres esto? -susurra contra mis labios.

-Gabe...-quiero decirle que no está bien, que deberíamos de parar, pero no pronuncio ninguna palabra más.

Me muerdo el labio cuando Gabe me besa una única vez en el cuello, apretándome contra él.

Oigo unos pasos en la escalera, los pasos de Trevor.

-Pues claro -dice Gabe -, debí suponer que estabas con él.

♚Reyes y Peones♔ #RP1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora