♚Reyes y Peones♔ #RP1

♚38♔

Antes de ir a la habitación decido darme una ducha. Debido a las horas no hay nadie en el baño y aprovecho para limpiarme a fondo y sacar toda la mugre y sangre de mi cuerpo. Al salir, me visto con ropa limpia de la mochila y me siento bastante mejor, aunque el brazo me palpita.

Cuando entro en mi habitación descubro a Niall y a Alice durmiendo en la misma cama, abrazados. Sonrío para mis adentros mientras me acuesto en mi propia cama, sin importarme lo que la pareja pueda pensar al despertarse, porque lo cierto es que estoy tan agotada que nada me podría impedir descansar. No obstante tengo varios flashbacks de la noche y me cuesta conciliar el sueño.

No sé cuánto tiempo pasa hasta que siento unos golpes en mi brazo. Me despierto con un gruñido y me doy la vuelta en la cama.

-Alex despierta -es la voz de Alice y eso me reconforta un poco, en ella sí puedo confiar -. Es tarde tienes que levantarte.

Vuelvo a gruñir pero esta vez abro los ojos. Veo a la rubia de pie al lado de la cama, con una sonrisa y sus ojos verdes clavados en mí.

-No me importa, quiero dormir -mascullo y me tapo la cabeza con la sábana.

-¿Tan mal ha ido el fin de semana con Trevor? -pregunta entonces, y siento una mezcla de emociones al recordar todo.

Me destapo un poco y la miro mientras se sienta en su cama, abrazándose las piernas.

-Ha sido intenso -respondo -. Pero nos besamos y... Creo que me gusta.

Alice abre los ojos y se echa a reír, emocionada.

-¿Y por qué parece que eso te da miedo? A ver, entiendo que todo el rollo de los tatuajes es muy oscuro pero... Si te gusta y te sientes bien con él no veo el problema.

-Oh Alice, si supieras el verdadero problema...-pienso para mí misma pero me abstengo a decir nada.

En ese momento la puerta se abre y aparece Niall. Me sonríe con la misma naturalidad de siempre, a pesar de que le he pillado durmiendo con mi compañera de habitación.

-Te traigo un sándwich caliente -es lo primero que dice -, supuse que después de todo el día durmiendo tendrías hambre.

Le sonrío de vuelta, Niall siempre cuidándome.

-Y no te equivocas -me incorporo en la cama y alargo el brazo para que me de la comida. Niall se sienta junto a Alice y yo enarco una ceja. Niall percibe mi gesto y justo antes de que me de tiempo a preguntar, comienza a hablar.

-He escuchado algo en la cafetería, algo muy serio -dice y le conozco lo suficiente como para saber que lo dice de verdad -. Ayer hubo partido de fútbol y Dave Walk, el capitán, no se presentó -al oír ese nombre dejo de comer, pero la mirada de Niall indica que hay más -. Nadie ha hablado con él ni le ha visto desde hace varios días, se ha emitido una orden de búsqueda para encontrarle.

El ambiente de la habitación ha cambiado por completo, volviéndose tenso e incómodo, o quizá solo sea yo.

-¿Creen que le han secuestrado? ¿Cómo a Candy? -pregunta Alice, horrorizada.

-Eso piensan si -afirma mi amigo y se me hace un nudo en el estómago -¿Alex estás bien? Te has puesto pálida.

-Creo que voy a ir al baño -musito en lo que cojo mi teléfono y salgo corriendo de la habitación.

Trevor

El edificio del Chill se alza ante mí, recortado contra la luz del atardecer. La discoteca permanece cerrada y el cartel de neón apagado, pero yo sé que hay alguien que me espera en su interior.

Al llegar a la fraternidad caí derrotado, y conseguí dormir un poco a pesar de las pesadillas. Al despertar hablé con Jessie sobre el estado de Gabe; me contó que tenía fiebre pero estaba consciente, lo cual me tranquilizó un poco. Después me subí a la moto y aquí estoy, frente al Chill, dispuesto a hablar con el Rey y ofrecerle una explicación.

Camino hasta el callejón y me detengo frente a la puerta, enseño mi tatuaje para que los porteros me dejen entrar y camino con paso firme hacia mi destino cuando abren la puerta ante mí. Los oscuros pasillos del Chill me dan la bienvenida, pero no necesito luz para saber a dónde mi dirijo, llevo muchos años ya haciendo esto.

El olor a puro se hace presente desde el otro lado de la puerta.

-El Rey te está esperando Blake -dice uno de los guardaespaldas antes de abrir la puerta y dejarme pasar a la estancia.

Tardo unos segundos en adaptarme a la nueva iluminación, pero cuando lo hago distingo al Rey sentado frente a mí, analizando varios papeles extendidos sobre su escritorio. A parte de él, sus guardaespaldas y yo, no hay nadie más con nosotros, ningún otro RP.

-Llegas tarde -habla el Rey, sin levantar la vista de los papeles -. Ya sabes lo importante que es la puntualidad para mí.

Me pongo muy recto, estirando la espalda y echando los hombros hacia atrás, demostrando que no tengo miedo.

-Perdóneme señor, pero le ruego que me escuche, le traigo noticias importantes.

Entonces el Rey por fin me mira, con sus ojos oscuros serenos pero impacientes.

-Habla pues, ¿Se trata de la Torre a la que te mandé buscar? -sé que se refiere a Bambi y me limito a asentir -. Cuéntame qué ha pasado, no me hagas esperar más.

Le narro la historia, omitiendo la parte en la que Alex está implicada, e inventándome los hechos para dejar claro que Bambi ha rechazado su propuesta.

-No vendrá a la misión -concluyo -. Intentó acabar conmigo cuando se lo propuse, dijo que ya no era fiel a los Reyes y Peones, que ya no te era fiel a ti -espero que el Rey crea en mis palabras sin cuestionar mucho más, al fin y al cabo yo nunca le he fallado.

-Es una lástima -se apresura a decir, cruzando sus gruesas manos por encima del escritorio -. No suelo dar segundas oportunidades, pero su hermano me suplicó por ella. Supongo que esto demuestra de lo poco que sirve la compasión -le da una calada al puro y exhala el humo en mi dirección -. Has hecho lo que se esperaba de ti Trevor, puedes irte, pero antes necesito hablar contigo sobre algo.

Los músculos de mi cuerpo se tensan, no me gustan las conversaciones con Malcom y esta se está alargando más de lo habitual.

-La misión es en unos pocos días -comienza, poniéndose muy serio -. Tu nos trajiste a la hija mayor de los Cassidy, hablaste con Javier y conseguiste la clave de su caja fuerte... Estás siendo muy importante en esta misión Trevor, quiero que lo tengas claro. Al igual de que yo también estoy siendo consciente de tu participación y tus esfuerzos, por ello estoy siendo tan indulgente contigo.

Aprieto la mandíbula pero me mantengo en silencio, no estoy del todo orgulloso de esas acciones que ha narrado.

-Sé que te sigues viendo con Alexia Brooks -dice finalmente, con una expresión jocosa -. No lo estoy teniendo en cuenta por lo que he dicho, y me tomaré la libertad de volverte a avisar, pero ella no debe saber nada de esto ¿De acuerdo? -se apoya vulgarmente sobre el respaldo de su sillón y me mira tras el humo del puro -. Puedo entender vuestros deseos de tener un escarceo amoroso, además la chica es guapa, pero no nos conviene tenerla cerca. Dejaré que te des el capricho un poco más, pero la quiero fuera de tu vida cuando la misión pase, sino me encargaré yo mismo de echarla.

Escucho como algunos de los guardaespaldas se ríen y tengo que luchar para contenerme. Esto es lo que todos piensan, que el Rey se encargará de Alex tarde o temprano, pero no permitiré que eso ocurra.

-Descuida, ella no sabe nada -digo, agachando la cabeza -. Seguiré tus órdenes, pero me gustaría saber algo -subo la vista para mirarle a los ojos, gesto que parece divertirle un poco, como si mis pequeños actos de rebelión fuesen de lo más graciosos - ¿La hija de los Cassidy, está bien?

El Rey enarca una ceja, claramente le parece una tontería que quiera saber la salud de nuestra prisionera.

-Nunca ha estado mejor, te lo aseguro -responde, pero su sonrisa se ensancha de una manera siniestra y un escalofrío me recorre la columna.