Cuando llegamos a mi habitación miro el maquillaje y la ropa de hace unas horas aún tirados por todas partes. Recuerdo a Alice pasándome un pintalabios rojo y yo rechazándolo.
Si tan solo hubiese hecho caso a la Alex del pasado... Si me hubiese quedado aquí viendo películas ahora no tendría ningún problema.
Trevor se sienta sobre mi cama y comienza a quitarse las botas. No puedo evitar acordarme de aquel día en que el vimos juntos Moulin Rouge, aunque claro está, aquel día ninguno iba borracho.
Abro mi armario de par en par y saco un pijama de ovejitas azules que me regaló mi madre hace un par de navidades. Está algo desgastado y tiene un agujero en una de las piernas, pero me da igual, este pijama significa hogar, significa familia. Trevor enarca una ceja cuando lo ve pero no dice nada, cosa que agradezco ya que no sé si estoy preparada para recibir críticas.
Mi equilibrio falla y me apoyo en una de las paredes para no caer, al parecer el alcohol me está afectando más de lo que pensaba. Entonces Trevor suelta una risita y le dedico una mirada de confusión.
-Estás borracha -afirma, con la sonrisa de un niño pequeño.
-Tu también -le señalo , algo molesta.
-Si, pero yo no soy Alex "La perfecta" -se burla y hace comillas con los dedos al decir eso último.
-¡Eh que yo no soy perfecta! -medito mis palabras durante unos segundos, ¿Acabo de humillarme yo sola?
-Tienes razón -continúa Trevor y se tumba sobre mi cama somo si fuese la suya propia. Cruza los brazos bajo la cabeza y la camisa se le sube, dejando a la vista parte de su abdomen -. Tienes un claro problema con el alcohol y... con la organización. -señala la habitación con ropa, maquillaje y pinceles por todas partes.
Recuerdo su habitación, perfectamente ordenada y limpia.
-Cállate -le espeto y le lanzo uno de los vestidos que me estuve probando con Alice -. Eso es un golpe sucio.
-Para sucia tu habitación -contraataca-. Me pregunto que diría tu madre.
Eso me hace recordar el día que Trevor y mi madre se conocieron. Fue un mal momento, acababa de enterarme de lo de la apuesta.
-¿Recuerdas la cara de mi madre cuando te conoció? -digo, aguantándome la risa -. Me escribió más tarde para pedirme explicaciones.
Trevor abre los ojos por la sorpresa y se echa a reír. Está claro que el alcohol hace más graciosa la situación.
-No debo de encajar en su prototipo de yerno -se mofa Trevor y se acomoda en la cama.
-Debe de ser su instinto maternal -digo ya en un tono más calmado -. Algún sentido arácnido le dice que eres distinto.
-Si puede ser... Las madres no fallan con eso -apunta él, y por un momento me pregunto cómo será su madre, si se llevará bien con ella y si sabrá que su hijo es un RP -. Además una persona normal no invitaría a un RP a entrar en su habitación.
Me recojo el pelo en una coleta mientras él habla. La luz de una de las farolas le ilumina la cara y los rizos, parece tan inocente...
-Acabas de salvarme -repito -. Creo que ya hemos demostrado lo suficiente que confiamos el uno en el otro.
Me quito los zapatos y los lanzo al otro lado de la habitación. Trevor se ha quedado en silencio, pensativo.
-¿Me ayudas? -le digo y señalo la cremallera de mi vestido.
Trevor asiente una sola vez y se levanta. Se coloca a mi espalda y siento el calor de su cuerpo. Es bastante más alto que yo, y mucho más corpulento. Pasa sus dedos por mi nuca para colocarme el pelo sobre un hombro, siento chispas allí donde me toca y me obligo a concentrarme. Desliza sus manos por mi espalda mientras baja la cremallera y me provoca un cosquilleo, su respiración caliente choca contra la piel sensible de mi cuello y me estremezco. La cremallera llega a su fin y aprieto el vestido contra mi cuerpo para que no caiga.
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♚Reyes y Peones♔ #RP1
Teen FictionTodo apunta a que Trevor es un universitario normal, hasta que Alexia descubre que pertenece a una de las bandas más peligrosas de Londres, los Reyes y Peones. Cuando Alex conoce el mayor secreto de Trevor la delincuencia y el peligro se vuelven hab...