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(En revisión)

Conducir hasta la casa de Gabe se me hace más complicado de lo que pensaba. Mis piernas no paran de temblar y el coche se me cala en más de una ocasión.

Cuando por fin aparco  me doy unos segundos antes de salir del coche. Respiro profundamente y me replanteo dar media vuelta y salir corriendo de aquella situación. Entonces recuerdo los feroces ojos de Jessie, su expresión amenazadora y toda idea de huida queda descartada. No sé de lo que sería capaz la pelirroja si se entera de que los he traicionado.

Cojo mi mochila del asiento del copiloto y me encamino hacia la casa sin darle más vueltas. 


Cada minuto que pasa se me hace más largo, no aparto la vista de la puerta y me parece oir en varias ocasiones el motor de una motocicleta.

Cuando quedan solo cinco minutos para las doce decido levantarme del sofá.

-¿Estas bien? -me pregunta Gabe.

-Si, solo voy al baño -le sonrío débilmente y comienzo a caminar.

Apoyo las manos a los dos lados del lavabo y dejo correr el agua.

Comienzo a sentir náuseas y unas ganas increibles de llorar, decido salir antes de que eso pase.

Al llegar de nuevo al salón la mayoría de los chicos están tirados en el suelo o sofá, demasiado borrachos como para ponerse en pie.

Decido ir a la cocina a por un vaso de agua, cuando abro el grifo me parece oir una motocicleta aparcando pero le hago caso omiso pensando que puede ser mi imaginación, otra vez.

Me termino el vaso y lo dejo en el fregadero pero antes de que pueda darme la vuelta para salir de ahí alguien me abraza por detrás con un brazo, con la otra mano me coloca el pelo sobre un hombro dejando mi cuello expuesto. Roza sus labios con mi oreja al susurrar felicidades y después deposita un ligero beso en el  cuello.

Miro rápidamente al reloj que cuelga en la pared, un minuto para las doce.

Me giro y apoyo la espalda contra la encimera quedando así cara a cara con un chico de ojos grises y unos labios increiblemente carnosos.

No sé muy bien que decir asi que doy un paso adelante y le abrazo.
Me acaricia la espalda mientras escondo la cara en su pecho, inhalo su familiar perfume a rosas y humo y lo abrazo con más fuerza.

-Te dije que vendría -susurra -sé que te he fallado muchas veces, pero hoy no podría, porque me importas mucho Alex, quiero que seas cosciente de ello.

Subo la vista para mirarle a los ojos, parecen cansados.

-Solo sé de amor si es contigo -continúa -date cuenta de una vez que eres lo mas importante para mí, pero soy un completo idiota que hace daño a lo que más quiere, solo te pido que me perdones.

Parece realmente arrepentido así que esmpiezo a hablar:

-Llevo toda la semana pensando en si debería hacerlo, todo el día todo el tiempo, creeme -dejo de abrazarle y doy un paso atrás para poder mirarle -has sido la persona que más me ha hecho llorar y en ocasiones me has hecho sentir insignificante -abre los labios para decir algo pero le interrumpo -déjame hablar. No sé por qué en tampoco tiempo sentí tanto, no sé que ví de diferente en tí que me impulsó a quererte, llevo toda la semana pensando que fuiste un error, pero por otra parte...-miro al suelo por unos instantes para luego volver a fijar la vista en sus ojos -te quiero, no sabría decirte por qué, quizás porque eres diferente, en ocasiones has demostrado que te importo de verdad y que me quieres, o tal vez es porque estás loco -sonrío -el caso es que siento tantas cosas por tí que duele, pero duele mucho más cuando no estoy contigo -su expresión seria se desvanece -quiero perdonarte, estar como antes, pasar página y olvidar todo pero prometeme que no me fallarás, porque sé que aunque me destruyeras yo seguiría enamorada de ti, y ese sería mi fin.

Trevor parece algo confuso por el final de mi discurso pero aún así avanza hacia mí acorralándome contra la encimera, me acaricia la mejilla con una mano y se inclina para besarme.

Parece que ha pasado una eternidad desde la última vez que le besé, extrañaba esa forma en la que su mano se aferra a mi cadera y la otra acaricia mi nuca. Su lengua acaricia cariñosamente la mía y no puedo evitar sonreir cuando se separa.

Siento un repentino deseo de él, tal vez sea por el tiempo separados pero le encuentro terriblemente atractivo, se lo hago saber posando una de mis manos en su bragueta.

Me mira a los ojos y una sonrisa pícara aparece en su rostro.

Me coge de la mano y me dirije escaleras arriba, por el rabillo del ojo veo a Gabe apretar los puños cuando pasamos por delante de él.
Pero estoy demasiado cegada por Trevor como para pensar en los motivos de su reacción.

La habitación de Trevor me es ya muy familiar, cierro la puerta cuando paso.

Me acerco con rápidez a Trevor y tiro del dobladillo de su camiseta para sacársela, pronto su perfecto abdomen queda al descubierto.

Le vuelvo a besar y por primera vez noto que yo tengo el control.

Me quito la camiseta y le obligo a retroceder hasta la cama, me tumbo encima suyo y continúo besándole y repartiendo besos por su cuello. Sus manos van directas al broche de mi sujetador y lo quita con facilidad, vuelve a tomar el control y con un ágil movimiento acabo debajo suyo. Me acaricia el abdomen pero se detiene con un brusco movimiento cuando pasa junto a mi ombligo.

-¿Y esto? -su voz suena preocupada.

Miro la zona donde reposa su mano y descubro un moratón.

-Ah eso, me lo hizo Gabe -me doy cuenta tarde de mi mala elección de palabras.

Trevor se levanta de la cama, tiene la mandíbula apretada y sus manos forman puños. Me incorporo en la cama.

-¿¡Qué te ha hecho ese gilipollas!? -grita echo una furia -¿te ha pegado? -antes de que pueda responder camina hacia la puerta -voy ha matarlo.

-¡No Trevor! Espera -se gira para mirarme -hemos estado en el paintball y una de las balas que disparó Gabe impactó con demasiada fuerza y me creó ese moratón -me doy una palmada en la frente -vuelve conmigo a la cama pofavor.

Vuelve a cerrar la puerta y camina de nuevo hacia mí.

En media hora me estoy mordiendo la palma de la mano para que nadie de la casa me oiga gemir el nombre de Trevor cuando llego al límite, poco después él hace lo mismo, me da un rápido beso en los labios antes de tumbarse a mi lado. Su brazo tatuado rodea mi cintura y apoya la cabeza en mi pecho desnudo.

Empiezo a pensar que es imposible que Trevor y yo nos mantengamos distanciados, por muchas peleas que haya o por muy peligrosa que sea su doble vida, es algo que me gusta y me asusta a la vez.

Empiezo a pensar que es imposible que Trevor y yo nos mantengamos distanciados, por muchas peleas que haya o por muy peligrosa que sea su doble vida, es algo que me gusta y me asusta a la vez

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♚Reyes y Peones♔ #RP1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora