Capitulo 2

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Los tres empezaron buscar ansiosamente con la mirada por sus alrededores, pero no lograron ver su paradero.

-Pero si estaba a mi lado. -dijo Bliss con un tono desesperado -Pensé que seguía conmigo.

-No te preocupes -dijo Trevize notando la angustia de Bliss -seguro está jugando por allí. Tú sabes cuán curiosos son los niños. Más bien busquémoslo, debe estar jugando por allí.

Diciendo eso se dirigió hacia la puerta de la sala donde se encontraban, se asomó por el pasillo y miró en ambas direcciones sin poder encontrar ninguna pista que le diga por dónde se podría haber ido Fallom.

-Vamos a tener que dividirnos -dijo Trevize a Pelorat que se encontraba justo detrás suyo igualmente mirando en ambas direcciones del pasillo -Tú te iras con Bliss en esa dirección y yo tomaré esta. El primero que la encuentre grita.

-En marcha -dijo Pelorat obedeciendo las órdenes impartidas y caminando presuroso en la dirección indicada. Bliss caminaba nerviosamente detrás suyo.

Trevize por su parte caminó en la dirección opuesta del pasillo, pasando al lado de innumerables puertas que permanecían cerradas. Llegó al final del pasillo donde encontró otro pasillo que lo cruzaba transversalmente en ambas direcciones. Estuvo un rato mirando hacia ambos lados intentando nuevamente decidir cuál sería el camino correcto. Ambas direcciones eran totalmente idénticas, con puertas cerradas a ambos lados, y luces tenues que manaban suavemente del techo, sin un foco definido. Todo estaba inmaculado, como si nada pudiese ensuciar esa pulcritud, como si nadie hubiese visitado esos pasillos desde el día de su construcción. Sumido en sus pensamientos escuchó un grito que provenía del otro lado del pasillo, y pudo reconocer en él, la voz de Pelorat. Inmediatamente corrió por el pasillo que le había traído, pero esta vez en dirección contraria. En dos minutos recorrió todo el trayecto que había tomado casi veinte minutos, y se encontró nuevamente con otra bifurcación. Nuevamente se encontró en el problema de escoger, por lo que recurrió a llamar a sus amigos para poder guiarse con la voz. Gritó fuertemente el nombre de ambos y a los pocos segundos escuchó la respuesta de su llamado. Con eso ya tenía claramente la dirección de donde procedía e inició nuevamente su carrera hacia la fuente de ese llamado. En su carrera pasaba por las repetitivas puertas en el tenuemente iluminado pasillo, y su ansia de llegar era tan

grande que cruzó sin ver al lado de una de esas puertas que se encontraba abierta. Cruzó sin ver y fue la voz de Pelorat en sus espaldas lo que detuvo su carrera en seco. Trevize regresó sobre sus pasos hasta el lugar donde se encontraban sus amigos y pudo reconocer que Bliss sostenía entre sus manos la flauta que había pertenecido a Fallom.

-Encontramos su flauta -dijo Bliss mostrándola -pero no logramos encontrar a Fallom, a pesar de que lo hemos llamado

-Sí -dijo Trevize -escuché los gritos, por eso vine. ¿Ya revisaron todo el lugar?

-No hay rastro de ella. Hemos intentado entrar en otras habitaciones pero todas están cerradas. Sólo esta se encontraba abierta. -respondió Pelorat.

-Entonces Daneel cumplió con lo que había dicho.

-No puede ser -dijo Bliss recordando las palabras de Daneel -No creo que lo haya hecho tan pronto.

-Tal como dijo, su mente positrónica estaba totalmente agotada y necesitaba una mente humana dónde descargar todo su conocimiento y conciencia -corrigió Trevize -Lo noté muy cansado, como si hubiese estado esperando por nuestro encargo por mucho tiempo. Yo creo que la urgencia era muy grande.

-Pero no es posible -siguió diciendo Bliss -no puede violar la primera ley. No puede hacerle daño a un ser humano, y Fallom aunque tenga sus transductores, sigue siendo humano.

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