Necesito

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Cuando te veo, en los pasillos de la escuela, mi sonrisa se ensancha, mis piernas tiemblan y mi corazón se acelera cuando mi mente trabaja para mostrarme un sinfín de posibles esquemas en los que estamos tú y yo.

Será tu pelo, tu sonrisa o simplemente esa manera que tienes de pensar, porque sé que eres menor que yo y, aun así, tienes una madurez increíble.

Tal vez no tenga sentido lo que imagino, tal vez las revistas para chicas de 15 años digan la verdad y, deba dejar de pensar tanto en el futuro, pero en realidad, cuando lo intento, es cuando menos puedo hacerlo. Sé que puede sonar tonto, pero mis ilusiones crecen cada día, ni siquiera puedes imaginar la sonrisa enorme que se dibujó en mi rostro cuando me hablaste por primera vez.

Vaya, los recuerdos parecen tan lejanos, pero los recuerdo como si fueran lo más importante de mi vida, hasta ahora, claro.

Siempre que quiero escribir, cuando lo hago, cada palabra, quisiera que formara parte de la nuestra propia. ¿Sabes? Hoy quisiera explotar cuán estupenda colisión de meteoritos, siempre hago lo mismo, siempre termino por mostrarme, siempre debo gritar porque callar me duele, me hiere hasta asfixiarme de a poco, pero entonces, sólo entonces, me detengo un segundo, porque siempre que hago eso, se termina todo contacto. Cuando eso sucede, el tiempo pasa para dejarlo atrás, los recuerdos y las nuevas experiencias, me hacen ver de manera diferente las cosas.

No sé si exteriorizar sea lo correcto, unos dicen que sí, que no es necesario quedarte callado para todo, pero en mí, en mi interior sé, ahora, que en estos casos es mejor quedarte callado. Siempre leo que el chico que exterioriza sus sentimientos, termina solo; todas esas películas, donde el chico se cansa de que esa chica se fije en el más popular y, grita sus sentimientos, termina solo, con todo un grupo de chicos idiotas burlándose. Y yo me pregunto ¿Qué tan gracioso es estar enamorado de alguien que no te corresponde por ser quien en realidad eres? Qué tipo de mensaje es ese para un adolescente que apenas está descubriendo esos extraños cambios de humor de los que ni siquiera tiene control, mucho menos cuando está inerte dentro de una sociedad llena de prejuicios, llena de ignorancia que se alimenta de más mensajes negativos y se niega a ver la verdad aunque pasemos tiempo para mostrarles que hay mejores cosas, que hay argumentos para hacerles cambiar su punto de vista.

Como sea, así de difícil es explicar la, en ocasiones, mierda del amor.

Amor, una palabra de cuatro letras que su significado nadie lo entiende, sus consecuencias son peor de desastrosas que los fenómenos naturales, pueden hacerte sentir desde una cascada con arcoiris en su paisaje, hasta un terremoto en el que tú te caes hasta el punto de no poder levantarte.

Amor, quizás no necesite de un significado en concreto, porque siempre será difícil llegar a un acuerdo para esto, ni siquiera yo lo sé, nunca he revisado el diccionario y ver lo que significa, no he buscado por la red para ver lo que la RAE dice de esto.

Pero, volviendo a ti, regresando a lo que me haces sentir cada vez que te veo caminar por los corredores de la escuela, teniendo en cuenta lo que siento cuando tus ojos se fijan en mí y, tu voz se dirige a mi con un saludo, el significado de amor, se plasma frente a mí con una fuerza de la que jamás podría huir.

Lo peor de todo esto, es que cuando estoy lejos de ti, mi mente crea historias de las cuales soy incapaz de alejarme, mi cabeza hace lo que quiere, no respeta mis otros argumentos en los que deshago la idea de que puedan ser posibles. Mi mente, sin dudas, es la que peor me juega.

Crea panoramas lejos de ser reales, lejos de cumplirse y hacerse eternos. Quiero que algunas de esas historias se hagan realidad; necesito que tus brazos me rodeen con fuerza, necesito que imaginemos fantasías únicas, necesito que tu voz se dirija a mí cada mañana, tarde y noche, necesito pasar cada mañana y cada noche contigo, necesito llegar a casa y esperar tu llegada, necesito ver el reloj y pensar que faltan dos minutos para que llegues, necesito pasar días en los que hayan discusiones absurdas y también lágrimas y risas por mis cambios estúpidos de humor cuando viene la regla, necesito que en tus planes, los cuales me sorprenden, esté escrito un tú y yo.

A veces pienso que pido mucho, que no soy capaz de ver la complejidad de lo que quiero, pero... ¿Por qué no puedo elegirte?

Debo decir, y no es por presumir, que en ti se reúnen las cualidades que siempre deseé. Enumerarlas sería escribir una lista bastante larga, sin mencionar que en la parte de atrás de dicha lista, irían las cosas que nos gustan y, serian tantas como tus cualidades.

Defectos, una palabra que yace a un lado de amor. No porque sea un sinónimo o con la que se pueda armar una bonita analogía. Pero debo hacer claro que tus defectos... Vaya, podría vivir con ellos, podría hacerte ver que son tan importantes en ti como tus mismas virtudes, podría hacerte ver que hacen de ti lo que eres, lo que me gusta y lo que me llevó a elegirte.

De todas formas, pasará mucho tiempo para que mis sueños y mis planes ya hechos, contigo, se materialicen. Pues aunque sea tan fuerte está necesidad, debe ser más fuerte la parte en la que pueda decir "los dos"

Supongo que eso lo sabemos desde hace bastante tiempo, siempre el decir, es más fácil que el hacer, así que tendré que esperar. Y si nada ocurre, explotaré, porque si bien, mis ilusiones crecen tanto y tan rápido como la población mundial, también explotan como cuando dejas varias pastillas efervescentes dentro de una botella cerrada con agua.

Soy quien tanto te necesita, sin importar nada más, sólo no permitas que mis sueños se vayan junto con el viento, con la lluvia que azota nuestro día, no te lleves a tu paso lo que me hace feliz, no me arranques tu sonrisa de mi mente, no me dejes aquí, pensando en más historias que no podré escribir, quiero escribirlas, y que en ellas, haya un nosotros. Serán nuestras, nadie sabrá de ellas si así lo quieres, sólo permíteme escribir a tu lado.

Lo necesito hacer.

Sexo[S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora