Solo mía, morena

Epilogio

5 años más tarde

*ETHAN POV*

Sábado.

11 de la noche.

Día del cumpleaños de mi padre.

Otro cumpleaños que celebramos en su honor.

Sin él.

Después de terminar la cena, acostar a los niños y dejar a Dana dormida, cómo cada cumpleaños suyo, salgo de mi casa y me siento junto al lago.

-Hola Jacob. Perdona, pero sabes que me cuesta llamarte papá, aún después de que te marchases, me sigue contando hacerlo.

Bueno... Otro año ya que no estás. Me cuesta mucho creer que ya hace 13 que te has ido. Han pasado tantas cosas desde que no estás... Cómo me hubiera gustado tenerte aquí conmigo todavía y que me aconsejaras como ser tan buen padre cómo tu... O por lo menos, que me explicases como va esto.

Pero tuviste que irte antes y no sabes cómo lo siento. Sé que podría haberme quedado a ayudarte, pero mi mente lo único que podía pensar era en salvar a Dana...

Dana... Quién lo diría Jacob, pero gracias a ella soy padre de dos maravillosos niños y bueno, el que viene en camino. El primero cómo ya sabes, se llama como tú y, aunque no lo creas, la ironía del destino ha hecho que sea igual a ti. Sois tan parecidos... Y no me refiero a físicamente, si no a gustos, a su forma de ser y pensar. Sólo tiene 5 años, pero es igual que tu Jacob. Por otra parte está Gaela, mi pequeña de tan sólo 3 años. Es igual que su madre. Preciosa e inteligente.

Aunque no lo creas, ahora te entiendo tanto. Ya sé porque siempre me regañabas a mi. Y es verdad que desde fuera parece que somos los hermanos mayores los que tenemos la culpa. Gaela siempre es la que hace las cosas, ya la tengo calada. Pero es tan lista que siempre hace que parezca que la culpa es de su hermano. Madre mía, lo que me espera a mi con ella... -Dije soltando una risa.

-Y bueno, hoy hemos ido Dana y yo a su cita para la ecografía y, el nuevo miembro de la familia es otro niño. Jacob va a tener que compartir cuarto. Aunque, en realidad, parece bastante contento con eso. Hemos estado hablando Dana y yo sobre el nombre... Se llamará James. Sé que ese nombre a ti te gustaba mucho. A mi también me gusta. Al final parece que tenemos bastantes cosas en común papá. Una pena que no nos hayamos dado cuenta antes.

Han pasado tantas cosas...

Te echo tanto de menos...

Me hiciste mucha falta en mi boda. Fue un día maravilloso. Dana estaba tan guapa. Bueno, no lo estaba, lo es. Y aún con el paso de los años, está cada vez más guapa.

Estoy tan orgulloso de ella... Al final ha conseguido todo lo que se proponía en la vida. Es una escritora bastante reconocida en este país. Lo bueno es que se puede permitir trabajar desde casa y así también cuida a los niños. Tal y como ella quería. De vez en cuando hace firmas de libros en distintas ciudades, lo cuál a los niños les encanta ya que, cómo yo también puedo permitírmelo, dejo a Dereck a cargo del taller, me cojo dos días libres y nos vamos todos un par de días de turismo a esa ciudad.

Digamos que mi vida no ha sido normal, ni la mejor de todas. Pero desde luego, lo que si puede decir, es que desde que la conozco, se ha convertido en una vida maravillosa.

Gracias por todo papá, se que nos proteges desde ahí arriba. A mi familia y a mi. A mamá, a Isis y su familia... A bueno, ¿de eso no te he dicho nada verdad?
Isis va a ser madre de dos preciosos niños, lleva 7 meses de embarazo. Va a traer gemelos, la parejita. Diego y ella están muy contentos e ilusionados, al igual que Gaela y Jacob. Tienen muchas ganas de conocer a sus primos.

Mamá sigue como siempre, echandote de menos, pero ya sabes, liada con sus nietos.

Papá, no se si volveremos a vernos otra vez en algún lado o no, pero por si no lo hacemos, déjame darte las gracias.
Sé que nunca lo he hecho y que perdí la oportunidad hace mucho. Pero gracias a ti soy como soy y tengo la familia tan maravillosa que tengo.

Tengo la suerte de saber lo que es el amor verdadero gracias a mamá y a ti. Y sobre todo tengo la suerte de vivirlo con Dana.
Estés donde estés, espero que sepas que siempre te llevamos con nosotros. Aunque no lo creas.
Y sé que esto te va a sonar raro, ya que no estamos muy familiarizados a decirnoslos. Y yo se que tu sientes lo mismo por mi, aunque no me lo hayas dicho nunca, siempre me lo has demostrado.
Y espero que aunque yo nunca te lo haya dicho, lo hayas sabido ver.

Te quiero mucho, papá.-Dije para acto seguido levantarme y, después de limpiarse las lágrimas, volver a casa.

Cuando entre, revise el cuarto de los niños y les di besos a cada uno, para acto seguido volver al cuarto con mi mujer, la cual estaba dormida en la cama.
Me tumbe junto a ella y, rodeandola por la cintura, la acerque más a mi.

Por fin, volvía este sentimiento que había nacido con ella y que con ella morirá.
Este sentimiento tan maravilloso que me ha llevado a formar la familia que tengo ahora, a conseguir mi hogar.
Y si, es que sólo con ella, esté donde esté, se siente como si fuese mi hogar.