Capítulo 34

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-Vampiros...


Eso es lo único que sale de la boca de Isis. No... No puedo ser. Los hombres lobos y los vampiros se odian.

Esto es lo que guarda Erick... Ha hecho un pacto con los vampiros, eso está prohibido para un hombre lobo. Los vampiros son el enemigo.

Dios, Ethan ahora si que están en peligro.

Erick estaba claro que iba a por él. Pero ahora con los vampiros es el doble de peligro. Él era el alfa de la manada que mato a su lider.

Joder, eso es. Eso es lo que Erick habrá utilizado a su favor. La sed de venganza de los vampiros.

No hay nada más que una a dos enemigos que un enemigo común.

-Isis... Tu hermano...

-Lo sé...

-Tenemos que hacer algo -Digo volviéndome hacia la ventana.

Más vampiros siguen y siguen avanzando hasta allí.

-Dana, tu no estás en condiciones de hacer nada. Estás muy débil y... -Entonces me giro para hablarle.

-Como esté ahora no importa Isis, yo...

Algo en la mirada de Isis hizo que me callase. Me giré hacia la ventana y entonces entendí la preocupación que reflejaban sus ojos.

Un grupo de unos 5 vampiros se dirigían hacia la casa. Hacia nosotros.

-Joder. Isis, caso de emergencias.

-¿Qué?

-CASO DE EMERGENCIAS JODER. Tenemos que ir todos a la habitación más escondida de esa casa... ¡Ya se, al baño! Tienes que llevar a todo el mundo al baño.

-¿Y tú que harás? No cometas ninguna locura Dana...

-No te preocupes yo sólo voy a cerrar todas las ventanas y todo lo que vea que pueda ayudarles a entrar. Haz lo que te pido por favor.

Isis asiente y sale lo más rápido posible del cuarto.

Yo hago lo mismo y andando lo más rápido que me permiten mis piernas, voy habitación por habitación cerrando todas las ventana y echando todas las persianas para dificultarles al máximo la entrada aquí. Reviso que todas las llaves de la puerta están echadas y luego me dirijo a la cocina para coger algo con lo que podamos defendernos. Gracias a dios Ethan tiene todos sus utensilios de cocina hechos con plata. Según una vez me explicó, los pidió hacer a conciencia por si alguna vez le atacaba alguna estando él sólo en casa. Agarro todo lo que puedo y me dirijo al baño, cuando me acuerdo de que dejé la ventana de mi cuarto abierta.

Suelto todo lo que llevo encima frente al baño y le digo a Isis que lo meta todo adentro y que cierre la puerta, que vengo enseguida.

Corro lo más rápido que puedo a la habitación y me dirijo hacia la ventana. Estoy apunto de cerrarla cuando un cuerpo aparece justo a otro lado de la ventana. Mete su mano a través de ella y me agarra del cuello. Dios, no puedo respirar.

Intento gritar para llamar a Isis o a alguien que pueda venir a ayudarme, pero no sale nada de mi garganta. Sola ante el peligro.

Llevo una de mis manos a mi cuello para intentar aflojar su agarre, mientras la otra va a la ventana. Si consigo cerrarla o por lo menos hacerle daño para que me suelte será un milagro.

Cada vez voy teniendo menos fuerzas. Cuando veo que lo de la ventana no funciona ya que mi fuerza no es suficiente, intento llegar al cierre de la persiana, si consigo bajarla rápido, a lo mejor consigo que el golpe desprevenido me de unos segundos para liberarme.

Solo mía, morenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora