No sé como, pero Ethan y yo conseguimos llegar a su... Digo a nuestra habitación sin separar nuestras bocas ni un sólo segundo.
Una vez allí, Ethan se deshizo de mi ropa, para mi gusto, muy lentamente. Necesitaba de él urgentemente, necesitaba sentirle, saber que estaba aquí, conmigo y que siempre lo estaría.
Cuando quedé en ropa interior, llegó mi turno de quitarle a él la suya, aunque yo tarde mucho menos que él. Después, una vez que ambos estábamos en ropa interior, Ethan me tumbó en la cama y poco a poco, fue subiendo por mi cuerpo dejando un camino de besos húmedos hasta llegar a mi cuello.
-No sabes lo preciosa que eres y lo afortunado que soy de tenerte-Me susurró al oído para después dejar un beso en mi cuello.
-Y tú no sabes cuánto te quiero-Dije para unir nuestros labios en un apasionado beso.
Él instintivamente bajó las manos por mi cuerpo, hasta que una de ellas se coló dentro de mi ropa interior. Madre mía, cuánto necesitaba esto.
-Dios Ethan, te quiero, no sabes cuánto...-Dije bajando mis besos a su cuello.
-Joder nena, yo también te quiero-Dijo para acto seguido, deshacerse de las últimos prendas que quedaban en nuestro cuerpo en un abrir y cerrar de ojos.
Luego posicionó su miembro en mi entrada y yo sólo pude cerrar mis ojos para disfrutar de todas las sensaciones que invadían mi cuerpo. Pero no sólo sensaciones de placer, sino también me amor y cariño.
-Morena, mírame. Por favor, mírame a los ojos mientras nos fundimos en uno nena-Me suplicó mientras rozaba su nariz con la mía.
Yo abrí mis ojos y, al encontrarme con los suyos, una sonrisa pícara apareció en su cara, para segundos después, entrar en mí en una sola embestida que nos hizo gemir a ambos.
Yo rodeé su cintura con mis piernas y él empezó a aumentar el ritmo poco a poco. Y aunque ya habíamos hecho el amor miles de veces, ésta vez se sintió distinta. No podíamos mantener las manos quietas el uno del cuerpo del otro y nuestras bocas cada vez que podían se unían desesperadamente.
No sé cuánto tiempo pasó, hasta que empecé a notar como algo se formaba en mi barriga, para segundos después llegar al éxtasis al mismo tiempo que Ethan. Con una sonrisa en nuestras caras, Ethan me besó y me dijo cuánto me amaba. Para después abrazarme a él y quedarme dormida muy profundamente.
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-Eh bella durmiente, creo que es hora de comer algo-Dijo Ethan pagado a mi oído, para después depositar un beso en mis labios.
Instintivamente una sonrisa aparece en mi cara al pensar en lo que pasó antes de quedarme dormida. Ethan haciéndome el amor.
-¿Qué hora es?-Pregunté intentando con todas mis fuerzas abrir aunque sea un ojo
-Son las cinco de la tarde
Y entonces mis ojos se abrieron de par en par.
-¿Qué son que? ¿Porqué no me has levantado antes Ethan?
-Esta mañana te he encontrado en mi patio, y por la cara que tenias no creo que hayas dormido en toda la noche, te hacía falta descansar preciosa. Pero claro, tampoco abuses de mi buena voluntad. Estás hecha toda una dormilona y he de decir que amo verte dormir pero... Si te dejaba dormir más no ibas a pegar ojo en toda la noche-Dijo acercándose a mi y depositando un beso en la frente-Anda ve al baño y date una ducha rápida, en el salón te está esperando un plato de gofre con chocolate recién hecho.
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Solo mía, morena
Roman d'amourDana: una chica bastante inexperta en el tema de los chicos, es una chica simpática, amable, divertida y loca. Es morena, ojos mieles, pelo largo rizado, de estatura normal... Ethan: un chico posesivo, gruñón, pasional y demasiado caliente. Moreno...