Capítulo 9

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Me tumbé en la cama despacio y delicadamente. Aproveché de que no había nadie a mi alrededor y me quité el pantalón y el jersey. Todo estaba lleno de moratones redondos por mi cuerpo. Caminé hacia mi taquilla una vez que me vi el cuerpo. Cogí un pijama y lo lancé en la cama. Me puse la parte de arriba y mientras intentaba meter la cabeza en él, oí la puerta abrirse. Miré rápidamente a la persona mientras me tapaba todo lo que es íntimo. Era mi compañero de habitación. Él mismo del que no sé cómo se llama.

Él me miró sorprendido pero luego desvió la mirada. Aproveché y me puse los pantalones del pijama antes que él pudiera ir a su cama. Tiré la ropa sucia en el cesto para lavar y volví a la cama. Que vergüenza. Pensé. Por suerte él no dijo nada y le agradecí mentalmente. ¿Por qué no me habla? Me preguntaba constantemente. Me sentía muy incómoda así que empecé yo.

《¿Cómo te llamas?》le pregunté incómoda.

《Edvin.《dijo en un gran suspiro.

《¿Cuántos años tienes?》

《16.》me contestó tumbándose hacia el otro lado.

No le pregunté nada más ya que parecía que él no quería comunicarse conmigo. Me dormí en un  minuto por el cansancio.

Hoy tocaba inteligencia y esta vez no era sobre ningún juego. Teníamos que estar delante de una pantalla y recordar los símbolos que nos aparecían. Todos pasaban demasiado rápido pero de alguna manera me pude acordar de la mayoría. La profesora Dorothea me felicitó y me subió el nivel. Ni siquiera había sido buena en el "fácil". Intenté hacerlo lo mejor que pude pero solo acerté la mitad del nivel superior.

Felix me pidió otra cita para la hora de comer y aunque tenía entrenamiento con Max, acepté.
La verdad es que después de ser golpeada por cientas de pelotas a la vez, no me apetecía para nada repetirlo.

La cita era en la azotea. Algo me decía que estaba prohibido ir allí pero no dije nada. Parecía que Felix les gustaban los sitios prohibidos. Las vistas eran impresionantes. Estábamos envueltos por un fiordo. Me estremecí cuando noté sus manos en mis caderas. Me aparté rápido y lo miré fingiendo una sonrisa. Él me guiñó un ojo y se apoyó en el muro de seguridad.
Nadie dijo nada y la sensación era horrible.

《El lugar es precioso.》dije para iniciar una conversación.

《Cómo tu, princesa.》me dijo y tuve que aguantar las ganas de vomitar y lo substituí por una sonrisa forzada.

《¿Qué tal las clases?》le pregunté cambiando de tema.

《Bien.》contestó sin ni siquiera preguntándome de vuelta.

Él me miró y se acercó poco a poco. Me quedé rígida al ver como esto parecía una escena de primer beso. ¿Quería besarlo? Era mi novio y eso era lo que hacían los novios, así que lo hice. Le correspondí el beso. Era bastante húmedo y aunque no me gustó para nada la manera en la que me forzó con su lengua, no dije nada. Los dos nos separamos y tuve que forzar otra sonrisa.

《Tengo que irme. Te veo luego, princesa.》me dijo marchándose.

Me quedé sola en la azotea pegándome mentalmente. Acababa de dar mi primer beso con alguien que me ha abandonado justo después. Caminé hacia la salida sintiéndome como una mierda. No tenía más oportunidades de hacerlo y creo que esa fue la razón por la que lo hice. Nunca encontraría ningún chico como él. Nadie podría quererme.

Volví al comedor y me senté con Antonia y Axel. Me encontré con Max y él me miraba enfadado. No me extrañó ya que no le dije nada y no fui a sus clases.
Él me volvió a mirar y se levantó de su silla para caminar a paso rápido hacia mi. Rogué para que la tierra me tragara en ese instante.

《Vamos.》dijo él cogiéndome del brazo y llevándome fuera del comedor.

Me disculpé con la mirada a mis amigos que me miraban sorprendidos. Los dos quedamos solos y el me empujó ligeramente hacia la pared. Lo miré enfadada por haber hecho el espectáculo en frente de todos.

《Ya puede ser buena esta vez.》me dijo cruzándose de brazos.

《Felix quería...》justo cuando se me sale de la boca sé que ha sido un error.

《Pues si prefieres a ese imbécil ni te molestes en venir.》dijo muy tranquilo y con los ojos oscuros. Ahora me daba miedo.

《No volverá a pasar. Lo juro.》le dije sintiéndome mal.

《Hoy a la noche nos volveremos a ver. Tienes que entrenar para aprobar.》dijo y luego se fue.

¿Por qué todos me dejaban plantada para luego irse? Se me quitó el hambre y fui directa a la clase de disparo. Llegué, por supuesto, la primera y me senté en el suelo y esperé a que todos llegasen. Él profesor Ruud vino y se sorprendió cuando me vio en el suelo mirando un punto sin concretar.

《Quedan diez minutos para que la clase empiece. ¿No quieres disfrutad el tiempo de libertad?》me preguntó sonriendo de lado.

Me caía muy bien y había algo en él que me transmitía cercanía. Él se acercó a mi y se sentó a mi lado. Yo me quedé algo incómoda pero no dije nada. Él se acomodó y luego me miró.

《Estás preparada. Solo tienes que confiar en ti. No seas la Janne que crees que eres.》me dijo en un tono muy cercano.

《Ni siquiera sé quién soy.》digo más para mi que para él.

《Cógela.》me dijo entregándome una pistola. Yo la cogí.
《Ves, puedes hacerlo. Cierra los ojos.》los cerré como él me dijo.
《Imagínate a un enemigo viniendo hacia ti. Es alguien a quien odias.》me dijo levantándome del suelo aún sin abrir los ojos.
《Quiere matarte y lo hará si tu no lo matas antes.》me dijo distanciándose de mi.
《¡Abre los ojos!》me gritó.

Yo los abrí y ví como una silueta venía corriendo hacia mi. Sin pensarlo dos minutos, disparé y la silueta paró. Me acerqué a mirarla pero el profesor Ruud se anticipó. Él cogió la silueta de un material extraño y miró a donde le había disparado. Él me hizo un ademán para que lo siguiera y viera donde estaba el agujerito. Le había dado en el corazón.

《¿Sigues pensando que no estas preparada?》me preguntó levantando una ceja.

No contesté a la pregunta y me quedé mirando al maniquí estupefacta. Aún tenía la pistola en mi mano y me sorprendí que por un momento parecía como si estuviera acostumbrada a tener una. Me deshice de ella cuando vi a todos los alumnos entrar en la clase. El señor Ruud, cogió al muñeco y lo quito del medio.

Localicé a mis amigos y fui hacia ellos sin pensarlo. Antonia separó su mirada de Axel y se centró en mi. Ella borró su mirada feliz y la cambio por sería y preocupada.

《¿Dónde estabas?》se adelantó Axel y Antonia lo fulminó con la mirada.

《Yo... Estaba con él profesor Ruud.》dije.

《Ah... ¿Qué pasa con Max?》ahora preguntó Antonia.

《Mm... Bueno...》intenté explicarle pero el profesor nos llamó a todos.

Los tres nos fuimos hacia él. Salvada por la campana. Me senté al suelo como todos y escuche la clase. Siempre consistía en algo nuevo. A veces estudiabamos las partes de una arma y luego pasábamos a la práctica. 

☆J. R. Third

El código olvidado ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora