Capítulo 16

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La luz del sol se filtraba a través de mis párpados. Me tapé con la sábana calentita y seguí durmiendo hasta que oí una risa. Abrí los ojos y me adapté a la luz. Eira estaba allí dejando una bandeja en la mesita. Ella me miró y sonrió. Yo me incorporé en la cama y cogí el vaso de zumo de naranja que ella me ofreció.

《¿Cómo estás?》me preguntó inclinando la cabeza.

《Mucho mejor. ¿Dónde estoy?》pregunté al ver la habitación claramente de alguien importante. Casualmente me sonaba muchísimo. Parecía la de Max pero todo estaba bien ordenado.

《En mi habitación. Max quería llevarte a la suya pero creí que era mejor para ti, levantarte con otra chica y no un raro como él.》me explicó y me hizo risa la manera en la que hablaba de él.

《Eira... Felix casi me mató.》le dije cautelosa.

《Lo sabemos.》dijo ella rabiosa. Eira me puso la bandeja delante de mi. 《Come todo lo que quieras. Voy a avisar a Max de que ya te despertaste.》me dijo y se fue.

Me froté los ojos al ver la bandeja. Tostadas, mermelada, croissants, chocolate... No sabía de donde lo había sacado pero hacia demasiado que no comía de esta manera. Fui a por el croissant y el chocolate. Eira volvió y me sonrió mientras se fue a abrir la puerta. Me bebí todo el zumo que quedaba y ví a Max venir hacia mi. Me limpié la boca.

《Buenos días. ¿Has dormido bien?》me preguntó sentándose a mi lado.

《Sí.》contesté dejando a un lado la bandeja. Él la miro arqueando una ceja.

《¿Eira...?》preguntó Max irónico.

《¿Sí?》se asomó por la puerta del baño.

《¿De donde sacas toda esta comida?》preguntó animado. Por primera vez parecía un adolescente de su edad.

《¡No te incumbe, Lund!》gritó abriendo el agua de la ducha.

Él se rió y a mi se me escapó una sonrisa. Max me miró más dulce una vez la puerta del baño se cerró. Como no tenia las gafas me costaba verle claramente. Él pareció notarlo y se sacó una réplica de mis gafas de su bolsillo.

《Gracias.》le dije colocandomelas.

《El profesor Albin vendrá a verte.》dijo después de un rato.

《¿Quien es?》pregunté tapándome con la sábana.

《Es uno de los fundadores de la organisación. Él enseña Sistema Informático.》me explicó.

《¿Y por qué vendrá?》pregunté con el ceño fruncido.

《Bueno... Los profesores no sólo son nuestros maestros. Ellos tienen diferentes funciones. Albin Engen quiere preguntarte sobre lo de ayer.》me dijo cauteloso.

《¿Cuándo vendrá?》le pregunté.

《Iremos nosotros a su despacho. Después de que te duches.》dijo cuando Eira salió de la ducha ya vestida.

《Todo listo.》me dijo Eira sonriéndome.

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《Siempre sospeché de ese chico.》dijo el señor Engen paseando por la habitación con su mano en su barbilla. Después de un rato sin hablar se sentó en su sillón. Su despacho era un desastre bohemio ordenado. Una pared era completamente de cristal y las vistas eran espectaculares. Todas las paredes eran de madera de roble. Los muebles eran de madera también pero de diferentes colores, como azul, verde, rojo...

《Se merece morir de la misma manera.》dijo Max de pie con los brazos cruzados. Podía sentarse a mi lado en la otra silla pero él estaba furioso y no podía contenerse.

El código olvidado ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora