Me sumergí en una simulación que para ese entonces no sabía que lo era. Estaba en una casa abandonada. Olía a madera mojada y vieja y el viento hacía rechinar las ventanas rotas. Caminé por la estancia y no había nadie. Subí las escaleras y entré a un cuarto. Era un cuarto de chica por el abundante color rosa. Una niña estaba allí mirándome.
"Mátala o déjala vivir."
Sonó una voz en mi cabeza. Tenia una pistola en mis manos. Ella me miraba sin comprender. Volví a guardar el arma. No quería matarla. La puerta se abrió detrás mio y apareció un hombre. Saqué la pistola inmediatamente pero el hombre fue corriendo hacia la niña para abrazarla. Después se giró hacia mi y me entregó una galleta.
"Deshéchala o cometela."
Dijo otra vez la voz. Yo no sabía que hacer. Eira me había dicho que el test quería saber si tu cerebro veía las cosas de una manera racial. Cogí la galleta y pensé en lo raro que era que un hombre me la diera en una casa abandonada y teniendo una niña pequeña que se le veía hambrienta. Lancé la galleta al suelo y preparé mi pistola. Tal y como supuse el hombre me atacó. Le disparé en el cráneo y cayó al suelo.
"Cuídala o abandónala."
Ella miraba a su supuesto padre muerto. Todo era tan difícil y no sabía que hacer. Por un lado cuidarla seria lo mejor. No podía dejar a una niña sola en esa casa. Pero esto era un test de inteligencia y no de cordialidad. La niña seguramente me odiaba por haber matado a su padre y no podía confiar más en ella.
Cogí la pistola y apunté a su cabeza. La niña alzó su cabeza y me dedicó una mirada de odio. Esa era la señal. Le disparé sin pensarlo más. Todo se quedó en negro.Estaba en un estado de coma por unos segundos. Oía una voz que anunciaba que la simulación había acabado y una campana pero yo no me levantaba. Me hundí en un mar de total oscuridad. Ya no oía a nadie, ni mis propios pensamientos.
Tenia unos doce años. Mi cuerpo estaba en proceso de cambio por eso lo supe. Yo estaba sentada en un laboratorio. Una chica estaba sentada conmigo. Ella me daba la mano porque por alguna razón yo estaba nerviosa.
《Tranquila, Janne. Max estará bien.》me dijo con un tono tranquilo y sereno. La miré a los ojos y no dudé un segundo en saber quien era.
《Tengo un mal presentimiento, Eira.》le dije apretándole la mano.
Miré hacia delante y ví un niño tumbado en una camilla de metal con cables conectados a su cuerpo. Era Max sin dudarlo. Los cables emitían un sonido raro y de repente, las televisiones que controlaban su corazón explotaron. Eira y yo chillamos por el susto. Max empezó a temblar y sacudirse. Yo corrí hacia la pared de cristal y golpeé con fuerza. Los cables se desconectaron de su cuerpo y Max dejó de moverse.
《¡MAX!》grité a todo pulmón. Eira me agarró por la espalda. Ella era mucho más alta y fuerte que yo.
Unos científicos corrieron hacia Max y lo examinaron. Por la cara que pusieron supe que seguía con vida. Luego, los tres hombres y la mujer se apartaron de Max asustados. Yo le observé y ví como poco a poco su pelo fue cambiando de color desde la raíz hasta las puntas. Ví a Dorothea entrar en la sala y ordenar que se lo llevarán.
No pude controlarme y corrí hacia la profesora.
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El código olvidado ©
Science Fiction¿Qué pasaría si un dia una nave te llevara al consejo E.P.J.E (Entrenamiento. Para. Jóvenes. Especiales) y te separasen de tu familia? Janne es una adolescente la qual tendrá que aprender cuatro artes para graduarse de esa escuela y ser una pro. Al...