No os voy a engañar, no me disgustó para nada, al contrario, hasta me gustó bastante. No estaba tan mal. Decidí hacer turismo por unas horas. Fui al Puente de Coronado y al Balboa Park, que era inmenso. Luego a Old Town y Jolla Cave.
Eran las 19:00 y decidí ir a tomar algo, la verdad encontré un café muy chulo, "San Diego Pier Café". El local estaba bastante lleno. Me pedí un batido de chocolate que estaba buenísimo. El camarero que me atendió fue súper amable conmigo.
Conecté el WiFi del local y tenía muchas más llamadas y mensajes. Los ignoré. Entré en Google y busqué hoteles en el centro de Phoenix, Arizona. Reservé en un hotel por 30€ una noche. Pagué el batido y me fui al coche.
La verdad es que hoy había visto muchos sitios preciosos... De momento no me he arrepentido nada de haber comenzado esta nueva etapa de mi vida. Entré en el coche y puse la música, algo que hizo muy ameno el viaje. Arranqué destino a Phoenix. Me esperaba un trayecto de dos horas y media por delante.
Llegué al hotel a las 21:00. La puerta era giratoria, y tanto a la derecha como a la izquierda había varios encargados de llevar las maletas. El hall estaba bastante chulo. En recepción me atendió una chica muy amable. Me dio la tarjeta de mi habitación y un señor se ocupó de mi equipaje. Subí a mi habitación. Estaba en la 3ª planta. Era la número 371.
Nada más entrar, a la derecha había una puerta que daba a un baño. Luego seguía un pasillo todo de frente y había una cama para una persona con una mesilla. En la pared contraria una ventana, la cual tenía al lado un escritorio. Al lado de este había una tele de pantalla plana con una cafetera y una tetera en los estantes inferiores de la mesa que la sostenía. La habitación no me decepcionaba para nada.
Decidí no deshacer mis maletas. Dejé mi neceser en el baño y me conecté al WiFi del hotel. Funcionaba fatal, así que los mensajes no me llegaron. No me apetecía gastar datos. Me arreglé un poco el pelo, cogí la tarjeta del hotel, la guardé en la cartera y la cogí junto con el móvil para bajar a cenar.
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DAKOTA
AdventureUna adolescente ideal, saca buenas notas, hace deporte, toca el violín. La hija perfecta. Todo estaba genial hasta que por un indestacable motivo de los muchos que se llevaban acumulando durante años decide romper su rutina. Irse. Nada volverá a ser...