Decidimos ir todos a la sala de reuniones. Esta estaba llena de filas de sillas, en la parte de delante había 6 detrás de un escritorio. En ellas nos sentamos Marc, Luke, Henry, Anne, Loreen y yo. Todas las sillas estaban ocupadas menos dos en primera fila. La de Ashley y la de Tom, los cuales vendrían media hora más tarde.
Mientras que los esperábamos estuvimos acordando todo mejor. La verdad, nos vino bien ese tiempo. Tras pasar media hora Ashley y Tom aparecieron. Se quedaron pillados al vernos a todos. Creo que ya veían venir algo. A continuación, cada uno se sentó en su silla.
- ¿Tenéis algo que decir? - comenzó Marc.
- Creo que ya sé quién le mató... - dijo Ashley. ¿Qué? Eso sí que nadie se lo esperaba. Hasta creo que cogió a Luke desprevenido.
Todos nos quedamos callados sin ninguna expresión facial.
- ¡Ha sido Tom! - gritó señalándole, ¿tenemos tres o cuatro años? Por favor... Ridículo.
Este se puso rojo y puso cara de incredulidad. La tía esta aún tenía narices de acusarle a él. Vergüenza le debería de dar...
- ¡Pero serás...! - dijo Loreen a la vez que casi saltaba la mesa y se abalanzaba hacia ella. Digo casi porque me dio tiempo a agarrarla.
- ¡Parad! - gritó Luke.
Marc puso las pruebas encima de la mesa. Argumentó todo tal y como habíamos quedado en hacer. Al final había quedado hasta mejor de lo previsto, sinceramente. Tras 20 minutos de explicaciones, argumentos, teorías certificadas y demás, Marc dio por terminada su exposición.
- ¿Y qué nos vais a hacer? - preguntó Ashley- ¡Sí, lo hemos matado! ¡Qué grandes detectives! ¿Pero a quién se lo vais a decir? ¿A la policía? - continuó riendo.
- Iros de aquí ya. - dijo Marc.
- ¿¡Qué!? - gritamos Loreen y yo a la vez. Ahora mismo la dejaría abalanzarse sobre Ashley o Marc, ya me daba igual.
- ¡Pero no se pueden ir así por así! - dijo Anne muy enfadada.
- ¡Tiene razón! - gritaron Jake y Luke
- ¿Y lo que habíamos acordado? - dijeron Lucy, Lauren y Henry.
Luego se empezaron a escuchar murmullos y abucheos. Marc llamó la atención pegándole un manotazo a la mesa. Loreen saltó de la silla del susto que se llevó, pobre. Se hizo un silencio abrasador.
- Ya he dicho lo que íbamos a hacer. No se merecen más atención. - dijo con el ceño muy fruncido. - Ahora, vosotros dos, largaos para siempre. Como os volvamos a ver por aquí cerca si que os va a caer una buena. ¿Lo habéis entendido?
Asintieron. A Tom le caía una lágrima, iba cabizbajo. Podía apreciarse una pequeña sonrisa maligna en la cara de Ashley. Qué asco me daba...
Bueno, ahora ya estaba todo arreglado. Ya le habíamos hecho justicia a John. Que al final ni los buenos son tan buenos, ni los malos son tan malos. Llevad esa frase siempre en mente.
Marc se quedaría allí, ahora pasaría a ser el jefe. Me dio las gracias por todo lo que había hecho por él y por todos, que para lo que fuese ellos siempre estarían ahí. Loreen seguiría allí, la verdad, al final me había hecho muy amiga de ella. Le prometí que me vería Hannibal, ya que no me dejó de insistir desde que me conoció y supo que me gustaba ver series. Había hecho muchos amigos, que, por lo visto, estarían allí por si alguna vez me pasaba algo.
Ahora sí que se había acabado todo. Me volvería a Nueva York, al fin empezaría una vida nueva llena de aventuras, nuevas amistades, historias... Les iba a echar de menos, no como a mi antigua vida, la cual no me arrepiento de haber dejado atrás con todos mis granos de arena. Una vez entré al avión me puse los cascos, encendí la música y di por empezada mi nueva aventura.
F I N
ESTÁS LEYENDO
DAKOTA
AdventureUna adolescente ideal, saca buenas notas, hace deporte, toca el violín. La hija perfecta. Todo estaba genial hasta que por un indestacable motivo de los muchos que se llevaban acumulando durante años decide romper su rutina. Irse. Nada volverá a ser...