John me indicó dónde habían aparcado mi coche. Todo mi equipaje ya estaba en el maletero de este, así que nos despedimos de ellos y bajamos del edificio, esta vez, en ascensor. Encontramos el coche fácilmente a pesar de las pésimas explicaciones de John.
Bueno, no me podía quejar. Era el que prefería que viniese, ya que me pareció al que le podría sacar información más fácilmente, porque si creíais que me iba a quedar sin saber nada de esto, os confundíais rotundamente.
Fuimos a buscar un bar en el que desayunar ya que eran las 10:30 y aún no habíamos comido nada. No quería sacarle información tan pronto o se daría cuenta. Durante el camino me estuvo preguntando sobre mi vida. Le dije exactamente lo mismo que a John, a ambos no les dije nada importante.
Él era de Phoenix, llevaba viviendo allí toda la vida. Cuando se dio cuenta de que existía "esto" (no concretó nada y yo tampoco quise insistir. Aunque una pista ya tenía. Era un juego... Pero bastante radical, la verdad.) empezó a formar parte.
Íbamos a entrar en el local cuando de repente tira de mí hacia abajo y se agacha a la vez. Me mandó callarme antes de que pudiese decir nada. Tras medio minuto se levantó y llamó a John. Tan sólo entendí que había pasado un "Welmatry". Ya tenía dos pistas: AFD y Welmatry.
Por supuesto le pregunté qué había pasado y, por supuesto no me respondió. Entramos en el bar. Mientras desayunábamos encendí mi móvil. Tenía un 78%. No podía entender cuánto duraba la batería de ese aparato. Nada más conectarlo al WiFi del local me aparecieron muchísimos mensajes y llamadas. Esta vez decidí mandarle un mensaje a mi madre.
"Hola, estoy bien. Ahora mismo salgo de Phoenix a mi próximo destino. ¿Qué tal va todo por allí?"
No pasaron ni 10 segundos cuando mi madre se conectó. Para mi sorpresa se volvió a desconectar dejando el mensaje leído. Mi sorpresa duró poco porque al pasar unos instantes me estaba llamando. No dudé en cogerlo.
- Dakota, ¿por qué?
- Lo necesito, mamá
- ¿Qué vas a hacer con las clases?
Las clases. Ni me acordaba del instituto. Estaba en 1º de bachiller.
- No lo sé...
- Pues el director te da de máximo plazo una semana.
- No lo acepto.
Colgué y puse el móvil en modo avión para evitar la llegada de más mensajes. Marc no dudó en preguntar que qué pasaba, pero yo actué igual que él con respecto a lo que fuese en lo que trabajaba.
- Quid pro quo. Tú me dices y yo te digo. - dijo él.

ESTÁS LEYENDO
DAKOTA
AventuraUna adolescente ideal, saca buenas notas, hace deporte, toca el violín. La hija perfecta. Todo estaba genial hasta que por un indestacable motivo de los muchos que se llevaban acumulando durante años decide romper su rutina. Irse. Nada volverá a ser...