Nada más salir del hospital fuimos a un hotel que había reservado él mientras yo estaba inconsciente. Era en el centro y tenía 5 estrellas. Nuestras habitaciones estaban al lado, en el 5º piso. El hotel tenía piscina climatizada, gimnasio, sala de masajes... Me encantó.
Me dijo que nos quedaríamos una semana y luego nos iríamos a Nueva York. Me pareció genial. Podríamos hacer la ruta 66 y al llegar a Los Ángeles podría ir a visitar a mi familia, bueno... Eso ya lo meditaría en otro momento.
Eran las 23:00 del 1 de abril. Saqué la ropa de las maletas y puse la lavadora con la ropa sucia. Mientras esta funcionaba continué escribiendo lo que me había pasado hasta el momento en Word y al acabar descargué música nueva. La lavadora terminó y pasé la ropa a la secadora.
Cuando acabé bajé al gimnasio. Hacía tiempo que no hacía ejercicio. Para mi suerte estaba vacío. No me gusta hacer ejercicio delante de gente. Tenía suerte de que mi casa de LA tenía un gimnasio. No podría haber soportado ir al de la ciudad. Puse una de mis mejores playlist, "Ejercicio", y comencé con mi rutina de abdominales. Al acabar me puse a correr en la cinta durante 10 minutos. Estiré y subí a mi habitación. Me duché y me puse el pijama.
Me metí en cama y cogí el móvil. Revisé los mensajes. Tenía uno de Marc, que estaba en línea.
- ¿Mañana a las 11?
- Vale, ¿tienes algún lugar pensado para ir?
- A la piscina climatizada, ¿te apetece?
- ¡Claro!
- Hasta mañana Dakota.
- Hasta mañana Marc.
Activé el modo avión y puse la alarma para las 10:30. Mis intentos de dormir fueron nulos. Decidí levantarme y salir al balcón. Giré la cabeza y Marc estaba en el balcón de al lado. Los dos nos reímos. Lo primero que se me ocurrió hacer fue saltar de mi balcón al suyo, pero estábamos en un 5º piso...
- ¡Espera! - le dije. Salí de mi habitación en sudadera y pantalones cortos y con el pelo medio mojado. Él ya me esperaba en la puerta.
- ¿Jugamos a Pokemon Go? - pregunté.
- ¡Sí! - dijo sonriente - ¿de qué equipo eres?
- Valor de nivel 17, ¿tú?
- Valor de nivel 15... - dijo picado.
- Desde aquí le llego a un gimnasio. ¿Combatimos?
Nos pasamos toda noche jugando al Pokemon. La verdad, no sé cuánto tiempo porque me quedé dormida en su habitación.
ESTÁS LEYENDO
DAKOTA
AdventureUna adolescente ideal, saca buenas notas, hace deporte, toca el violín. La hija perfecta. Todo estaba genial hasta que por un indestacable motivo de los muchos que se llevaban acumulando durante años decide romper su rutina. Irse. Nada volverá a ser...