A las 9:30 cogeríamos un vuelo con destino a Phoenix. Se reunirían todos los jefes de distintas partes del mundo allí en dos días. Esa noche no dormí. No pude. Me levanté de cama y salí al balcón. No era la única que necesitaba aire fresco. Marc estaba allí. Al verme volvió a entrar en su habitación. Esperaba que viniese a la mía. Pasaron 5 minutos, 10... No, no iba a venir. Decidí bajar a recepción a por una botella de agua.
Abrí la puerta y lo primero que vi fue a Marc peleándose con un chico que iba vestido todo de negro. El chico iba ganando. Había una pistola a mis pies. La cogí. "¡Dísparale!" Me gritó Marc. No podía. No era capaz. Era un delito. Me arrestarían. Agarré bien la pistola y se la lancé con toda mi fuerza a la cabeza del chico. Se desplomó en el suelo. Me sentía fatal.
Marc lo agarró por las piernas y lo arrastró a mi habitación. Con los cordones de sus Adidas a la silla. Seguía inconsciente. Marc llamó a uno de sus contactos y en 20 minutos aparecieron dos personas que se llevaron al chico. No quería saber a dónde.
- Me has salvado la vida dos veces en un día. - dijo él y vino a abrazarme.
- De nada. - dije algo confusa. No sabía muy bien qué responder.
Después de un largo abrazo y los órganos bien machacados cada uno se fue a su habitación. Recogí todo y media hora más tarde me tumbé en cama y puse la alarma para las 08:00.
Para mí era como hubiesen pasado tan sólo cinco minutos, pero Alex Turner me estaba despertando con mi canción favorita, "Do I Wanna Know?". Me estaba acabando de cambiar y Marc ya estaba llamando a mi puerta. Me puse mis Martens altas negras. Me había puesto calcetines de lana por encima de las rodillas grises con el gorro a juego. Llevaba una camiseta muy grande de un gris más oscuro a modo de vestido. En la cintura me había atado una sobre camisa de cuadros granates y grises. Al acabar de desayunar nos dirigimos al aeropuerto. No quise conducir yo. No me traía buenos recuerdos.
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DAKOTA
AdventureUna adolescente ideal, saca buenas notas, hace deporte, toca el violín. La hija perfecta. Todo estaba genial hasta que por un indestacable motivo de los muchos que se llevaban acumulando durante años decide romper su rutina. Irse. Nada volverá a ser...