- Yo quiero abandonar, ya me aburre -aclaró él.
- ¿Y a qué esperas?
- A ti.
Vale, eso sí que me cogió distraída. Claro. A eso venía lo de "error". Ya lo pillo.
- No me conoces.
- Sí, desde hace mucho tiempo. Siempre supe que esto pasaría. Ahora podemos pasar nuestra vida viajando por Estados Unidos y nos pagarán genial.
Grano de arena: no planifiques la vida de otros. Ya te llega con planificar la tuya. No decidas por los demás.
- Esto es muy precipitado... No te conozco.
- Pero pronto lo harás - dijo sentándose en la cama y acercándose a mí. Me empezaba a dar miedo.
- Oye Marc... Me has caído bien y eso... Pero la verdad, no sé... - Se alejó de mí, por fin.
- Piénsatelo esta noche... ¿Vale?
- Lo haré, hasta mañana Marc - dije sonriendo
- Hasta mañana Dakota - me devolvió la sonrisa y salió por la puerta.
Vale, vale. Vale vale vale. Vaaaale. Bien. Unos hackers me secuestraron porque Marc quería vivir viajando conmigo. Ya estaba más que pensado. A la mañana siguiente ya no estaría en Colorado. Me escaparía. ¡Genial! Vivo escapando... Pero no tenía otra opción, la verdad.
Hice las maletas y guardé lo poco que había sacado. Me puse unos jeans y me cambié la sudadera. Desde el ordenador reservé un hotel para esa noche en Minneapolis, Minnesota. Busqué un vuelo barato y tuve mucha suerte, salía uno dentro de una hora.
Le dejé una nota debajo de la puerta a Marc que ponía "Sorry". Guardé las maletas en el maletero del coche y me dirigí al aeropuerto, estaba a 15 minutos.
La noche estaba muy oscura. Una niebla densa cubría la carretera y era casi imposible ver. De repente vi unos focos muy potentes que se acercaban cada vez más a mí. Entré en pánico. No supe qué hacer. Me iba a chocar.
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DAKOTA
AdventureUna adolescente ideal, saca buenas notas, hace deporte, toca el violín. La hija perfecta. Todo estaba genial hasta que por un indestacable motivo de los muchos que se llevaban acumulando durante años decide romper su rutina. Irse. Nada volverá a ser...