Mi nombre es Dakota

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Bajé en ascensor y salí del hotel. Eran las 21:30. Decidí tomar la calle de la derecha y continuar recto. Tras caminar 500 metros me topé con un primer restaurante, no me tenía buena pinta así que decidí continuar. A 100 metros había otro, me pareció super pijo así que decidí continuar.

20 minutos andando y no había encontrado ninguno que me llamase la atención, así que decidí cogerme un sándwich mixto en un bar y tomármelo por el camino.

Llegué al hotel a las 22:00 y subí a mi habitación a ponerme el pijama. Cogí el móvil y puse la alarma a las 9:00 de la mañana para hacer turismo por ahí, había visto varios sitios muy chulos que me había creado curiosidad.

Saqué mi portátil de la mochila, me tumbé en la cama y lo encendí. Lo conecté al WiFi, el cual no había mejorado su calidad (fui un poco estúpida al pensar que eso iba a suceder). Aún así, poco a poco me empezaron a llegar e-mails, los cuáles no me paré ni a leer. Abrí un Word y comencé a contar esta historia. Más concretamente, mi historia.

1. ¿Quién soy yo?
Mi nombre es Dakota. Soy alta y delgada, tengo el pelo castaño con californianas y mis ojos son azul turquesa. Tengo 17 años. Me gusta el deporte, la moda, y todo eso, ya sabéis... Vivía en una casa al lado de la playa en Los Ángeles con mis padres y mi hermano pequeño, Carl. La verdad, mi vida era el prototipo de vida ideal, con esa que sueña la mayoría de adolescentes... Pero yo no pertenecía a esa mayoría.

2. ¿Cómo era mi vida antes?
Por la mañana iba a andando a clase con Jake, mi mejor amigo.
Me llevaba genial con todo el mundo, la verdad. Tenía un grupo de mejores amigos muy bueno. Pero no, no tenía novio. La verdad ese tema no me interesaba mucho de momento...
En clase era la alumna ideal, a la que todos los profesores amaban.
Llegaba a casa sobre las 15:30 y ya estaba mi hermano, Carl. Éramos muy íntimos, nos lo contábamos todo.
Esperábamos a que viniesen nuestros padres y comíamos. A la tarde salía a correr, quedaba con mis amigas, estudiaba... Lo que fuese, siempre hacía algo. Y para terminar el día cenaba y veía alguna que otra serie si tenía tiempo, si no me iba directamente a la ducha y luego a dormir.

3. ¿Qué me ha llevado a hacer esto?
Pues la verdad son muchos motivos juntos. No fue un sólo grano de arena, estos se llevan acumulando durante años. No sería capaz de resumiros todos los problemas de mi vida en un par de hojas, los resúmenes no se me dan nada bien. Pero esto sí os lo diré: la perfección no existe, y mis padres, profesores, entrenadores y demás la llevan buscando en mí durante años. No intentéis ser perfectos, intentad ser vosotros.

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