Pinché en el enlace que ponía AFD hack game. Juego en que dos bandos con diferen...
TOC TOC TOC
Me levanté y fui a abrir la puerta. Marc estaba frente a mí. Llevaba unos jeans negros rasgados y una camiseta blanca puesta. Me di cuenta que tenía los brazos casi completamente tatuados. Me preguntó si podía pasar. Aún no había tanta confianza como para cerrarle la puerta en la cara y mandarlo a tomar viento, así que le dije que sí encogiéndome de hombros.
Me abalancé en la cama y cerré el portátil de golpe, así, sin disimular ni nada. A lo loco. ¡Viva la discreción! Pero no se podía enterar de que pretendía saber de qué iba "el tema" o las cosas se pondrían complicadas.
- Mejor no voy a preguntar -dijo riendo.
- Mejor, mejor... -dije riendo- ¿Qué pasa?
- Nada, es que mi móvil se ha muerto y me aburro.
- Si quieres te dejo el mío, puedes descargar los juegos que quieras. -dije ofreciéndoselo.
- Prefiero hablar. -dijo bastante serio.
- Vale... ¿Hay algún problema? -dije bastante firme.
- No me creo que no tengas ni un mínimo interés por nada de esto. Por un grupo de chicos que te raptaron y te obligaron a viajar con un extraño por Estados Unidos.
Voy a hacer aquí una aclaración. Un granito de arena de la montaña. No tiene que ver mucho con esto, pero es algo de lo que me acordé escribiéndolo. No te metas donde nadie te llama, no es agradable tener dificultades como para que venga la gente así por así y se meta en tu vida personal.
- Me dijeron que era mejor no saber nada.
- Hasta el menos interesado se preocuparía por saber algo al respecto.
- Bien, pues cuéntame.
Ahí lo había pillado. Ya no tenía salida. No podía arreglarlo sin decirme nada. Se levantó de la cama y se llevó las manos a la cabeza para frotarse las sienes. Dio un suspiro y comenzó.
- Bien. Espero que John nunca se entere de esto o me matará. Literalmente. No te podré decir mucho, pero te diré lo suficiente. - yo tan solo quería pistas, me las podía apañar aunque no me lo contase todo- Esto es un juego. Pero un juego llevado a la realidad. - otra vez... Pero me hice la sorprendida para no dar mucho el canto- hay dos bandos. Unos son los buenos, y nosotros somos los malos.
RING RING RINGG
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DAKOTA
AdventureUna adolescente ideal, saca buenas notas, hace deporte, toca el violín. La hija perfecta. Todo estaba genial hasta que por un indestacable motivo de los muchos que se llevaban acumulando durante años decide romper su rutina. Irse. Nada volverá a ser...