Hannah Black En Hogwarts | Libro 1, 2 Y 3

08|Confusiones.

Capítulo 8:

"Confusiones".

Revuelvo el caldero lo más lentamente posible mientras le doy rápidas miradas a Snape, en el otro extremo del salón. Regañaba a Seamus Finnigan por haber hecho quién sabe qué cosa, y aunque suene un poco egoísta espero que siga haciéndolo porque mi poción ni siquiera va por la mitad. Hermione me dio una mirada de advertencia a mi lado.

- Apurate - susurró.

Harry dejó caer la cuchara al suelo provocando un estrepitoso ruido. Snape llegó en dos zancadas con el ceño fruncido, sin muestra de emoción en su rostro. Harry, que estaba detrás mio, se removió incómodo y agarró la cuchara.

- Potter, todavía no dejas de ser una persona tan estúpida, siempre queriendo llamar la atención - luego, una sombra de una sonrisa apareció en sus labios - Un punto menos, Gryffindor. Apurate, ese caldero se ve horrible.

Me di vuelta rápido antes de que note que estaba escuchando todo. Herms me mira con el rostro tembloroso y yo solo ruedo los ojos. Revolviendo el caldero nuevamente, siento la presencia de alguien a mi lado y levanto la vista, encontrándome con el rostro furioso de Snape.

- Eres desastrosa en esta clase, Black. No me sorprendería que no pasaras los TIMOS - gruñe, arrastrando las palabras y tuve que agudizar mi oído para escucharlo.

- Bien - murmuré sin inmutarme de sus palabras.

Se fue de ahí arrastrando la túnica que parecía estar pegada a él las veinticuatro horas del día, ugh.
Al salir de las mazmorras, dos rostros iguales aparecieron en mi campo visual, sonriéndome.

- ¿Qué te parece ir a lanzarle una de éstas a Filch? - dice Fred, alzando una bolsa de chucherías.

- Explotan en cuanto tocan el suelo y largan un olor horrible - dice el otro gemelo.

- Me parece una estupenda idea.

***

Corrí junto a los gemelos y me escondí detrás de una de las paredes del primer piso. George se tapó la boca para no largar una carcajada y Fred le hizo señas de que se calle. Nos asomamos para ver a Filch correr para el otro lado con una fila de explosivos atrás de él, gritaba cosas incoherentes y se tocaba el poco cabello que le quedaba.

- Eso fue asombroso - río Geoge - Pagaría por volver a hacerlo.

- Lastima que no le dimos a la señora Norris..

- ¿Ustedes creen que nos descubrirá? - pregunté algo preocupada.

- Lo dudo mucho. Es un idiota.

No estaba de acuerdo con eso, pero no dije nada. Filch podía ser insoportable, insufrible e incuso molesto, pero no era estúpido. Nos quedamos ahí unos minutos más hasta que nos aseguramos de que el celador haya bajado y empezamos a reír.

- ¿Qué hicieron? - los tres nos dimos vuelta asustados para encontrarnos con el rostro confundido de Harry Potter.

Largué un suspiro aliviado y le sonreí a mi amigo. Las últimas semanas que pasamos juntos desde que nos salvaron del trol oloroso hicieron que me dé cuenta de la gran persona que es el azabache.